"La música es lo único que encontré para expulsar el dolor"
Xavi Forné ha diseñado carteles para las grandes giras de grupos como Metallica, Depeche Mode o Foo Fighters
Xavi Forné empezó a diseñar carteles de los conciertos de los grupos en los que él mismo tocaba cuando todavía era un adolescente. Veinte años después, aquellos flyers en blanco y negro que pasaban de mano en mano se han convertido en carteles de giras internacionales para bandas como Metallica, Depeche Mode, Black Keys, Soundgarden o Foo Fighters, y se ven en todo el mundo.
El día que nos encontramos en un bar de Poblenou, explica que los esbozos que le habían encargado para la última gira europea de Guns'n'Roses no han acabado de salir. A veces ocurre. "Al principio, cuando un grupo extranjero que me gustaba venía aquí, yo llamaba a los promotores y les ofrecía hacer el cartel a cambio de un par de entradas para el concierto. Me ha costado mucho creerme que lo que hacía tenía un valor. Pero ahora incluso he tenido que aprender a decir que no, porque no puedo asumir todo lo que me proponen".
Creó su propio estudio, Error!Design, y un sello discográfico paralelo; tuvo un estudio-galería en el barrio de Gràcia donde tocó en directo gente como Cala Vento o Lee Ranaldo (Sonic Youth) y que tuvo que cerrar por la subida –"desorbitada"– del alquiler; impulsó un proyecto digital colectivo (The Poster Collective) para hacer valer el trabajo de diferentes diseñadores, y en 2022 publicó un primer libro sobre su obra: 20 years of music artwork. No para.
El día que nos encontramos lleva un par de cámaras en la mochila para ir a grabar el concierto de un amigo. "Ahora se podría decir que tengo un estilo de diseño reconocible. Puede parecer oscuro, ocultista, pero a la vez es romántico. Esto es lo que siempre me piden, porque es lo que conocen de mí, pero quiero hacer cosas nuevas, salir del collage de grabados antiguos, hacer más ilustración, vídeo, animaciones, abrirme a otros campos". Lo que tiene claro es que el diseño y la música no pueden separarse del todo de la ideología, del compromiso social. Hoy viste una camiseta diseñada por él mismo con el lema "Antifascist Church Burner": "Puedo diseñar para un grupo que no sea demasiado mi estilo musical, pero debe haber un mínimo de conexión respecto a la actitud".
A todos los papeles que ha hecho dentro del mundo del diseño hay que sumar el de músico. La lista de grupos en los que ha participado como guitarrista es larga, desde Amunike Lehendakari hasta algunos más recientes como Syberia o Malämmar. Sin embargo, su proyecto más personal ha sido Ulmus, que nació en el 2013 durante una etapa vital muy complicada que volvió a repetirse hace un par de años: "Sufrí una crisis muy fuerte de agorafobia que me impedía salir de casa. Era incapaz. Lo único que me sirvió para expulsar el dolor fue coger la guitarra y hacer esas canciones que algunos años después increíblemente estaba tocando en un festival en Galicia."
Gracias a la música y al apoyo psicológico, ha podido salir de estos dos episodios de angustia, el segundo más reciente, durante el 2023. "Por mucho que salgas, siempre puedes volver a caer. Al principio lo probé todo: la acupuntura, las flores de Bach, la homeopatía... y no sirvió de nada, hasta que un doctor me medicó. De todas maneras, lo que necesitas no es una pastilla, lo que necesitas es confianza. Y esto es lo que encuentro en la música; ver que soy capaz de crear cosas bonitas es mi autoayuda."
Para imaginarse cómo suena Ulmus, lo primero que hay que hacer es alejarse de la idea de música comercial que todo el mundo tiene en la cabeza: "Es hipnótica, mántrica... Hay gente que me dice que se la pone para estudiar o para trabajar. Incluso tengo una amiga que trabaja con personas que están en estado terminal y, cuando sabe que a alguien le quedan pocas horas de vida, Ulmus a veces está allí".