Residente sacude el Cruïlla con canción social y un torrente rítmico
Rubén Blades es el invitado sorpresa en el concierto del Stay Homas en el festival
BarcelonaLa canción social de Residente (René Pérez Juglar) fue la gran protagonista de la segunda jornada del Cruïlla, un festival que ya había visitado anteriormente, en 2014 con Calle 13 y en 2017 ya como Residente. Como el pasado sábado en el Festival Río Babel de Madrid, en el Parc del Fòrum el artista de Puerto Rico dio un protagonismo central al repertorio de Calle 13, siempre con un hilo rítmico que unía las diferentes canciones. Pero antes empezó el concierto proyectando una gran R entre corchetes y rapeando la BZRP Music Sessions #49 que publicó en marzo con el DJ argentino Bizarrap, y que básicamente es un rap contra J Balvin, el cantante colombiano que había hecho un llamamiento al boicot a los premios Grammy Latinos porque, según él, las músicas urbanas tenían poca relevancia en las nominaciones. En su momento, Residente lo consideró la pataleta de un privilegiado y después pasó cuentas con Balvin en un rap sin ningún margen para la ambigüedad. “Pendejo mentiroso ” es lo más suave que le espeta.
Acabada la repasada dialéctica, y después del poderoso reggaeton Flow HP creado con Don Omar, las canciones de Calle 13 empezaron a revolucionar al público del escenario Estrella Damm. Atrévete-te-te y Cumbia de los aburridos fueron interpretadas como si fueran partes de un mismo cuerpo mutante, amplificando todavía más la carga de denuncia y a la vez pidiendo unidad de acción, así en la lucha como en el baile. Cuando empiezas un concierto con esta torrentada, el trabajo es mantener el tono. Residente lo consigue con una banda generosa, cogiendo aire y proponiendo una exuberante versión de El baile de lospobres y el contundente canto a la resistencia de El aguante. Ritmos de combate contra la desigualdad y el abuso replicados por el entusiasmo del público que había señalado el concierto de Residente como uno de los imprescindibles de esta edición del Cruïlla.
La América de René
Además de remover el repertorio de Calle 13, un material que incluye temas tan populares como No hay nadie como tú y el reggaeton balcánico Fiesta de los locos, Residente también disparó This is not America, denuncia en clave hispanoamericana de una historia de explotación sistémica en la que Estados Unidos ha querido apropiarse de todo un continente. La rapea con rabia, llevando la resistencia de El aguante a otro nivel, tanto lírico como musical, y de alguna manera complementando la canción Latinoamérica, que también sonó en el Fòrum y lleva en el ADN la Panamèrica de Rubén Blades. El tono político todavía había sido más explícito unos minutos antes, cuando presentó Pa’l norte “dedicada a todos los emigrantes del mundo, porque aquí todos somos residentes”. Unos espectadores mostraron una pancarta que reclamaba la regularización del inmigrantes y Residente la incorporó al escenario. "Viva Latinoamérica unida y viva Puerto Rico libre", gritó al acabar el concierto después de tocar Vamo' a portarnos mal.
Uno de los referentes de Residente es Rubén Blades, que será uno de los imperdibles del Cruïlla el sábado. El cantante panameño, que ya está en Barcelona, protagonizó el jueves uno de los momentos del festival cuando salió al escenario durante el concierto del grupo barcelonés Stay Homas para interpretar Es por ti. De la colaboración grabada a la colaboración escénica gracias a la oportunidad propiciada por el festival y ante un público con ganas de bailar canciones como Tudo bem, el funk No estamos tan mal y la rumba Dos besos con la fluidez que otorga la despreocupación de un anochecer de festival de verano. “Tenemos un montón de sorpresas”, había anunciado uno de los Stay Homas, Klaus Stroink. Tampoco hubo tantas, pero la de Blades fue muy sonada.
El autor de Pedro Navaja entró justo para cantar su parte, en la segunda mitad del tema, que es la que anda con el paso más salsero. Sueño cumplido para los Stay Homas, agradecidos por haber compartido este momento con una leyenda. “Ahora ya nos podemos morir”, dijo Guillem Boltó, en sintonía con lo que añadió Stroink: “Esto ha sido histórico para nosotros”. La otra colaboración fue la de Judit Neddermann en Gotta be patient, hacia el final de una hora y media de concierto que cerraron con Volveré a empezar, otro himno veraniego, mediterráneamente hablando. Todo ello después de unos minutos en los que parecía que dudaban si continuar o acabar.