Crítica de concierto

Dos voces magníficas y poderosas para abrir el Life Victoria

La soprano Natalia Labourdette y el tenor Laurence Kilsby inauguran el festival en el Recinto Modernista de Sant Pau

Natalia Labourdette, Laurence Kilsby y Kunal Lahiry

  • Festival Life Victoria: Recinto Modernista de San Pablo

El festival de lied Life Victoria se viste de gala este año para conmemorar el centenario del nacimiento de Victoria de los Ángeles. Y lo hace abriendo temporada con un primer recital que asegura la continuidad del arte de la eximia soprano con dos voces magníficas, poderosas, de emisión natural y buen gusto en recursos, que van del fraseo hasta la proyección (todo y las limitaciones acústicas del recinto modernista de Sant Pau), pasando por el uso de los reguladores.

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Hablamos de la soprano madrileña Natalia Labourdette (que pudimos ver la temporada pasada como Valetto en las funciones en el Liceo de L'incoronazione di Poppea) y del tenor inglés Laurence Kilsby, acunados por el piano de Kunal Lahiry. Ella es una cantante de timbre bellísimo, de ataques seguros y de pulcra dicción. Él, un tenor lírico capaz de ofrecer una variada gama cromática con gusto por el canto atado y con fraseo de ensueño.

Ambos ofrecieron un variado repertorio, rico en estilos y épocas, desde Purcell hasta Britten, pasando por Palomino, Mozart, Schumann, Fauré, Poulenc y Richard Strauss, además de dos canciones populares catalanas armonizadas por Manuel García Morante y dedicadas precisamente en Victoria de los Ángeles: El buen cazador y La dama de Aragón, magníficamente cantadas, y pronunciadas, por Labourdette. Un recital, en definitiva, no centrado en un eje temático, sino que sintetizaba cinco siglos de canción y como homenaje a los recitales de la difunta soprano, que solía programar con gran inteligencia sus conciertos y recitales, alejada de exhibicionismo vacío y al servicio de la buena música.

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En solitario, las actuaciones de los dos jóvenes artistas fueron magníficas. Y cantando juntos demostraron buen entendimiento en criterios interpretativos. Una excelente manera, insistimos, de preservar el modelo ético y estético de la soprano barcelonesa que hoy sería centenaria.

Siguiendo los criterios del Life Victoria, el recital se abrió con la breve actuación del barítono Milan Perisic, junto a la pianista Quimey Urquiaga. Los buenos recursos exhibidos por el artista serbio le convierten en una buena promesa de futuro. Enhorabuena a todo el mundo.