Crítica musical

Una voz poco 'angelical' para abrir el Life Victoria

Elena Pankratova homenajea a la vertiente wagneriana de Victoria de los Ángeles

Elena Pankratova y Joseph Breinl

  • Life Victoria. Recinto Modernista San Pablo. 30 de septiembre de 2024

En esta semana de inauguraciones de temporada (Palau 100, OBC), el festival Life Victoria también ha arrancado la suya, con un homenaje a la dimensión wagneriana de Victoria dels Àngels. La soprano barcelonesa fue la primera artista de España en actuar en el Festival de Bayreuth (1961), y lo hizo con un referencial Tannhäuser cuya queda grabación en vivo. Fue también una recordada intérprete de los roles de Elsa (Lohengrin) y Eva (Meistersinger) y habría querido cantar a Isolda, pero su inteligencia frenó un proyecto que sin duda le habría hecho acortar la carrera.

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Este trasfondo es el que pivotaba en el recital inaugural del Life, con la lujosa presencia de Elena Pankratova, que sí culminó la velada con el Mild und Leise tristán, después de dos ciclos de lied: los Rückert-Lieder de Mahler y los Wesendonck Lieder del propio Wagner.

De hecho, este recital habría tenido que ir a cargo de Anne Schwanewilms, que por razones familiares no ha podido venir a Barcelona. Una voz muy diferente, más tendente a lo angelical cercano a Victoria, y que dista del timbre de la Pankratova. La soprano rusa exhibe unos medios sobrados, quizás excesivos para el recinto modernista. Y la madera de liederista se exhibió a medias, mucho más en el ciclo wagneriano que en el mahleriano, aunque puntuales frases ciertamente magníficas como el"Und ruh' in einem stilan Gebiet" del lied conclusivo de los Rückert. Los sonidos puntualmente calantes no ayudaron, aunque en la tanda de bises Pankratova se lució en la straussiana Zueignung antes del segundo bis, el Du bist der Lenz del primer acto de Die Walküre.

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Tampoco sé si tiene demasiado sentido, en un recital así, incluir la transcripción para piano del preludio del Tristan und Isolde, a pesar del buen papel de Joseph Breinl frente al teclado. Seguramente, se buscaba una concepción dramatúrgica en el “concepto escénico” diseñado de Marc Busquets, concentrado sobre todo en unos juegos de luces que puntualmente distraían la atención de lo que se cantaba.

Sea como fuere, larga vida en un festival ya de referencia en otoño barcelonés, bien puesto en marcha fundacionalmente con la dirección artística de Enric Martínez-Castignani, sustentado por la Fundación Victoria de los Ángeles y ahora capitaneado por Busquets y un buen equipo colaborador .