Stay Homas: "No sabemos cómo hemos tenido la flor en el culo de caerle en gracia a Rubén Blades"

BarcelonaStay Homas, la alianza forjada durante el confinamiento entre los músicos Guillem Boltó, Klaus Stroink y Rai Benet, continúa sólida y productiva. Un mes antes de poner en marcha una gira, se sacan de la manga Here2play (Halley Recuerdos), una mixtape de seis canciones que incluye colaboraciones de Rubén Blades, Manu Chao, Juanito Makandé y Vic Mirallas. Hablamos de ello con Boltó y Stroink.

¿De dónde salen estas seis canciones?

— Guillem Boltó: De la terraza: algunas del confinamiento y las otras del año pasado.

Sí que fue provechoso el confinamiento.

— G.B.: Tenemos unas cincuenta canciones a guitarra, cubo y cosas... Desde que publicamos la primera mixtape ya teníamos la idea de hacer una segunda porque tenemos muchos temas sin publicar.

¿Los publicáis ahora como calentamiento de la gira que empieza el 2 de abril?

— Klaus Stroink: Sí, pero no sé qué cosa es consecuencia de la otra. Es más bien hacer la gira para tener la oportunidad de tocar estos temas y los otros. También estamos en una dinámica discográfica un poco extraña porque nuestros artistas favoritos ya no hacen discos, o ya no recogen temas de este modo, y en cambio nosotros prácticamente es lo único que hemos hecho: en un año y medio hemos sacado dos mixtapes y un disco.

Hay ejemplos de las dos cosas, entre vuestros favoritos. Manu Chao hace tiempo que no participa en las convenciones discográficas, pero Rubén Blades el año pasado publicó un par de discos.

— G.B.: Rubén Blades es incansable: si con 73 años todavía estás en activo y haciendo discos o conciertos es que juegas en otra liga; este hombre tiene sed de tocar.

¿Cómo valoráis el hecho de que el Festival Cruïlla programe artistas como Rubén Blades y Juan Luis Guerra?

— K.S.: A mí me parece espectacular. Mola que el Cruïlla programe salsa y música afrocubana. A nosotros nos flipa esta música, la hemos estudiado mucho, y sería espectacular que cada año se dedicara una noche del festival a estas músicas.

Cómo conseguisteis la colaboración de Rubén Blades?

— G.B.: Nos escribieron desde su cuenta de Twitter: "Chicos, dice Rubén que le ha gustado mucho vuestra música". El colega que le lleva las redes nos dijo que Rubén quería hacer un Zoom con nosotros. Fue como: «¿De verdad? ¿Charlaremos con esta leyenda viva un día normal por el móvil!?» Y sí, estuvimos charlando. Sería en abril o mayo de 2020, en pleno confinamiento. Hablamos sobre hacer algo pero quedó en el aire. El año siguiente, cuando volvimos a hacer canciones en la terraza, retomamos el contacto. Intercambiamos ideas y de golpe estábamos haciendo un tema juntos. Y no sé muy bien cómo hemos tenido la flor en el culo de caerle en gracia.

La canción con Rubén Blades parece dos o tres canciones en una.

— G.B.: Él mismo nos dijo el otro día que es un tema rock con son y doo-wop .

Y la letra parece contradictoria. Primero él dice "No le caigo bien al suegro porque en tu cuerpo me alegro", pero después viene el despecho, o el desamor.

— K.S.: Creo que él ha jugado al mismo juego que nosotros. Cuando compusimos el tema, vio que estaba en tonalidad menor y que el retorno modulaba a mayor, una tonalidad que implica felicidad. Estábamos con una estrofa que decía "aún me pregunto si tú harías por mí lo que yo hice por nada", super triste, y entonces Guillem tuvo la ocurrencia de añadir una parida super romántica: "Es pooor ti". Y pensamos que molaría ir a más, decir "Es por ti" y hacer una ruptura muy rápida. Creo que Rubén también juega con este contraste. En cualquier caso, Rubén Blades ya puede estar recitando la Biblia, que ¡cómo anda, como entra! Lo que canta es verdad siempre.

¿Y el contacto con Manu Chao?

— K.S.: Fue durante el confinamiento. Estábamos como flipando: es Manu Chao, la influencia más heavy que tenemos desde nuestra niñez. ¿Hemos escuchado discos de Manu Chao? Sí. ¿Hemos ido a conciertos de Manu Chao? Sí. Pero es que desde los 18 años estamos tocando una música catalana que es la música más influida por Manu Chao del mundo: rock mestizo, rumba-reggae... Fue muy enriquecedor quedar con él.

Escuchando Dos besos, la canción que hacéis con Juanito Makandé y en la que usáis unos versos de Kiko Veneno, he pensado que el espíritu de lo que hacíais en la terraza no es tan diferente del de las sobremesas de C. Tangana.

— G.B.: Si los juntáramos a todos en una mesa e hiciéramos una cena, ya sería increíble, aunque no hiciéramos música. Pero todavía nos falta un buen rato para poder hacer un tiny desk como el del Tangana.

¿Os gusta la manera como C. Tangana integra las músicas populares en su discurso artístico?

— G.B.: Mucho. Ha encontrado una manera de ligar el folclore y la España castiza y darle un toque moderno y actual; a cada palo que toca le da su personalidad, y de la mano de la Alizzz, que es un crac. El disco El madrileño es para quitarse el sombrero.

En la mixtape también colabora Vic Mirallas...

— G.B.: Vic había vivido en aquel piso... Antes de que entrara yo, estaba él. Si la pandemia hubiera llegado un par de años antes, los Stay Homas habrían podido ser Rai, Klaus y Vic.

¿El tema con él es lo más funk que habéis hecho hasta ahora, no?

— G.B.:Estamos mal también lo era, pero tiene una guitarra española y un toque más suave. Aquí en cambio nos hemos arremangado. Y el trocito de Rai con el bajo es lo mejor de la mixtape.

¿Cuál es la canción de Stay Homas más rentable, económicamente y artísticamente?

— G.B.: De los primeros días de confinamiento, Stay homa y Gotta be patient se convirtieron en un fenómeno por la viralidad: a Rubén Blades le llegó por WhatsApp, y todo venía porque nosotros los habíamos enviado a nuestras madres por WhatsApp. Toda la viralidad esta es un gran qué. Pero en Spotify hay cinco o seis canciones más escuchadas que estas. Bright side, al menos aquí, ha sido una canción que también ha gustado... Somos un grupo tan curioso que creo que todavía no tenemos una canción que sea la que tenemos que hacer la última de los conciertos tanto sí como no. Les merdes, si vamos a tocar en Valladolid, quizás no conectan tanto. En unos bolos la gente conecta a muerte con Volveré a empezar, en otras con Del revés... Poneos de acuerdo en cuál es la favorita porque nosotros tenemos que hacer un directo [ríe].

¿Y el repertorio lo adaptáis en función de si tocáis en el Reino Unido o en Argentina?

— G.B.: No. Haremos el mismo repertorio. Se trata que esté equilibrado, que tenga un poquito de todo lo que hemos hecho, pero un solo directo.

¿En la puesta en escena mantendréis algún recuerdo de la etapa en la terraza?

— G.B.: Estamos trabajando en ello. Es posible que algún día en los conciertos acabemos llevando el cubo dentro de una vitrina para que la vean, que quede constancia de que existe y ya.