"¿Por qué no se puede pasar? Porque vienen los reyes”
Por primera vez en tres años un miembro del gobierno catalán, la 'consellera' de Cultura, asiste a la gala
Barcelona15 de octubre de 2019. Noche del Planeta en el MNAC. Es el primer día de las protestas por la sentencia del Procés. A la salida, desde arriba de Montjuïc, se ven fuegos en medio de la ciudad. Una imagen sobrecogedora, dantesca y también un poco poética. El ganador ha sido Javier Cercas. Han pasado dos años y una pandemia tenebrosa. El año pasado el Planeta fue austero, en familia, en el Palau de la Música, con prensa acreditada y cuatro invitados contados.
Este año, septuagésimo cumpleaños, regreso al MNAC, Santa Teresa coincide con el regreso de una seminormalidad. Relativa, claro. Los reyes presidirán la cena y estará, por primera vez en tres años, un miembro del Govern catalán. Fantástica sorpresa al salir del metro y ensartar la avenida Maria Cristina: no se puede llegar al destino andando, los Mossos lo impiden. ¿Por qué? Porque vienen los reyes, claro que sí. ¿Qué explicación es esta? “Si quieres subir andando tienes que hacer el mismo camino que los coches”, nos dice un Mosso. Insistimos. El editor Daniel Fernández, con el don de la palabra, argumenta y convence. Decimos la verdad, unos compañeros suyos nos han dicho que sí que podíamos. “Yo soy finalista, ¿a mí tampoco me dejaréis pasar?”, se oye. El caporal se hace cargo de la situación y, excepcionalmente, nos deja continuar. Antes que nada, lo más primordial es dificultar el trabajo de la gente y la movilidad de los invitados. ¿Por qué? Hombre, porque vienen los reyes.
Rumores e incomodidades
Los invitados se tienen que esperar hasta las ocho y media para entrar. La primera persona a la que veo, en medio del inmenso hall, es un invitado, Miquel Roca. Todavía hay categorías. Una encargada de prensa se dedica a perseguir periodistas y decirles que no pueden estar en ninguna parte. Solo en la sala de prensa. Le explico que tengo que estar pendiente de la gente que llega. No hay manera. No escucha. La agente literaria Anna Soler-Pont, siempre entusiasta, siempre expansiva, me da una alegría. Quería llevar un alfiler con una corona al revés. Al final se ha reprimido por si la seguridad le buscaba las cosquillas. Pero su espíritu republicano permanece intacto. Veo a Ildefonso Falcones, Enrique Lacalle, Javier y Carlos Godó, Joan Rosell, Josep Sánchez Llibre y muchos empresarios con traje de noche. La noche del Planeta para muchas personas es algo así como la gran noche de la cultura en Catalunya. Los políticos se hacen esperar. Antes entra el jurado, venerable. Fernando Delgado y Rosa Regàs se ayudan con un bastón. Es inconfundible el pasear pausado y compasado de Pere Gimferrer.
Se oye hablar insistentemente de una triple personalidad como factible ganadora. Se borra el sueño de poder ver a Pilar Rahola –uno de los rumores lo señalaba– recogiendo el Planeta de las manos de los reyes. Por fin, con retraso, haciéndose esperar: “¡Sus majestades los reyes!”, se oye por megafonía. Los asistentes se levantan y aplauden. Entran con Miquel Iceta, Pilar Alegria, Ada Colau, Teresa Cunillera y la consellera Natàlia Garriga. No se sabe nada, todavía, de fuegos en medio de la ciudad.