BarcelonaJoan Pau Inarejos (Sant Boi de Llobregat, 1983) se define como "un periodista enamorado del arte". La fascinación por el románico le viene de pequeño. "Soy de una familia muy numerosa y viajábamos mucho por Catalunya, porque era lo más asequible, y vimos mucho a Pirineo. De ahí algo me quedó y en la adolescencia me obsesioné mucho, dibujando a Cristo en Majestad de Taüll y haciendo interpretaciones", subraya. Esta pasión la ha volcado en las cuentas de X e Instagram @RomanicCatala, y este jueves publica su primer libro, Con ojos de románico (Rosa de los Vientos).
Para hablar de románico, utiliza comparaciones con los emojis y TikTok. ¿No le da miedo pisar algún ojo de piojo entre los especialistas?
— Creo que no, y espero que no. El proyecto lleva más de dos años en las redes sociales y ha ido muy bien. Me he encontrado escasísimas quejas o resistencias de alguien que pueda ser más especialista. e intento tenerlos en mi bando y poder aprender mucho de ellos. el arte, gente que se dedica a las humanidades, y también confío en que no quise que el libro fuera una traslación de la cuenta @RomanicCatala y que tampoco fuera un libro ni mucho menos de humor. ha empezado a decir que el libro será muy divertido, y yo he pensado que debemos bajar un poco esta expectativa. El humor ha surgido como un epifenómeno y como un reflejo, pero para mí lo importante es llegar a todos los públicos de una forma amena, literaria, interesante. Sí que hay referencias a la modernidad ya las redes sociales, y analogías del románico con la experiencia contemporánea, hablo del true crime y de muchísimas cosas, pero el corazón es: "Ven, que te contaré la historia del románico, seas quien seas, vengas de donde vengas, y tengas la edad que tengas".
El libro está dividido en capítulos breves que van desde Big Bang hasta temas relacionados con la muerte. ¿Es Joan Pau Inarejos autor del libro muy distinto al divulgador en las redes?
— No, no son muy distintas. La gente que lee mis hilos seguramente me reconocerá más que la gente que ve muchos de mis mems, pero estoy muy contento de que los mems hayan tenido mucho éxito. En el proyecto @RomanicCatala existen diferentes dimensiones o niveles de lectura para poder explicar las cosas desde el registro del humor hasta la profundización, y que no sean cosas contradictorias. Cuando se habla de los niveles de lectura, me siento muy satisfecho cuando alguien se ha reído mucho con un mem mío y si después ha investigado y me ha leído algo, perfecto. Si encima se ha interesado por el románico o la historia del arte, pues ya es un negocio redondo. Pero cuento que todo este proceso es muy difícil, y ya no digamos el acto de comprar un libro, o ir a algún sitio físicamente.
En las redes sociales, ¿ha tenido que plantearse alguna vez los límites del humor?
— Me generaba dudas, sobre todo en un principio, pero creo que ahora he ido encontrando el tono. Más que encontrar el tono, he visto que, por suerte, funciona bastante, porque creo que la mayoría de la gente que me sigue conoce un poco mi intención y el mío, no sé cómo decirlo... mi apasionamiento y el compromiso por el románico, y que no es simplemente un mem o una forma de reír de algo del día. Sí busco muchos temas en el presente, como un Barça-Madrid y cualquier tema de la actualidad política, aunque intento no entrar demasiado en esto. Sí que tuve ese temor sobre todo al principio, porque hablo básicamente de un arte religioso, y porque, además, me centro especialmente en las artes figurativas, en la pintura y en la escultura; es decir, voy directamente a Cristo, las vírgenes, los santos y los mártires. Al principio quizá iba más con pies de plomo, por la ofensa al sentimiento religioso, que ahora precisamente existe ese intento legal de eliminarla como delito. A pesar de todos sus defectos, creo que X e Instagram han hecho su función y la gente ve que estos mems son una manifestación más de un proyecto amplio, y que sobre todo es educativo y divulgativo.
Aunque es considerado el arte de la nación, ¿cree que el románico tiene suficiente reconocimiento?
— No. Con el románico tenemos la suerte como país que es un significante conocido. Más o menos a todo el mundo le suena el románico porque lo ha estudiado o sabe que forma parte de la identidad catalana. Sin embargo, a veces me he dedicado a pensar cuáles son las razones por las que no acabamos de sacar pecho con el románico. Una de ellas es que mayoritariamente es un arte religioso, y hay mucha gente a la que esto supone un freno. Por otra parte, mucha gente entra en los clichés sobre la Edad Media, que también intento darle la vuelta y desmentir, como una época oscurantista y sobre el románico como un arte muy tétrico y que representa una visión del mundo muy autoritaria o muy dogmática. Y después hay un tercer elemento, que yo creo que es lo más problemático de superar, que es la conciencia de que muchas de las obras de arte del románico, sobre todo pintura, escultura, fueron trasladadas de su lugar de origen, básicamente del Pirineo, y hay una reticencia porque se piensa que ha habido una especie de expolio y que estas obras no están donde deberían estar.
Reclama que Cristo de Taüll tenga en Barcelona la misma relevancia que la Gioconda tiene para el Louvre.
— A la ciudad de Barcelona le cuesta que Cristo de Majestad de Taüll sea su Gioconda, al igual que la Gioconda no tiene nada que ver con París, ni siquiera con Francia, sino que es de Leonardo. No me gusta mucho el titular de la Capilla Sixtina del Pirineo, o estos símiles tan fáciles, pero en este caso tengo claro que sí, que Cristo de Taüll como imagen totémica y tan impresionante del Museo Nacional de Arte de Cataluña es lo más importante en su ámbito y debería empapelar Barcelona y estar en todas las farolas y en todas las marquesinas, por así decirlo corto y barato. Sencillamente, debería tener la consideración que tiene la Gioconda para los franceses o para la ciudad de París.
El románico favorito de Joan Pau Inarejos
Las pinturas de Santa Maria y Sant Climent de Taüll
Frontal de altar de Santa María de Vila-seca (conservado en el Museo de Arte Medieval de Vic)
Frontal de altar de San Andrés de Sagàs (conservado en el Museo de Arte Medieval de Vic)
Frontal de altar de la Seu d'Urgell o de los Apóstoles (conservado en el MNAC)
Iglesia de Santa María de Taüll
Iglesia de San Clemente de Taüll
Iglesia de San Vicente de Cardona
Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà)
Sant Cugat del Racó (Bages)
Sant Pons de Corbera (Baix Llobregat)
Santa María de Gerri de la Sal
Catedral de la Seu d'Urgell