'Rizi': la última obra maestra del héroe del 'slow cinema'

'Rizi'

(5 estrellas)

Dirección y guion: Tsai Ming-liang. 89 min. Taiwán y Francia (2020). Con Kang-sheng Lee y Anong Houngheuangsy. Estreno en cines

El tiempo parece emperrado al dar la razón a Tsai Ming-liang. Cuando en la década del 1990 la cinefilia radical se enamoró de sus composiciones estáticas, su tempo letárgico y sus personajes al límite de la catatonia, la obra de Tsai fue leída como la respuesta natural de un autor que, desde el Taiwán ultramoderno, meditaba sobre las heridas abiertas por la incomunicación y la soledad. Había nacido el heredero de Michelangelo Antonioni. Llegados al 2003, con el neocapitalismo global abocado a la hipervelocidad, Tsai, el héroe del slow cinema, dirigió la profética Goodbye, Dragon Inn, que acaba de llegar restaurada a la cartelera. Ambientada en la sala Fu Lo de Taipéi, la película dedica una penetrante elegía al cine como experiencia colectiva, vivida ante una pantalla grande rodeada de oscuridad. En el Fu Lo, que está a punto de bajar la persiana, se proyecta la colorista película de artes marciales Dragon Inn, de 1967, pero los pocos espectadores y trabajadores de la sala parecen más interesados al hacer cruising y pasear su melancolía por los decrépitos pasillos del cine.

Esta filmografía acaba, de momento, con Rizi, la última obra maestra de Tsai, en la que Hsiao-kang (interpretado por Lee Kang-sheng, el protagonista de todos los films del taiwanés) viaja hasta Bangkok para tratarse de una terrible tortícolis. Allá, en medio de rascacielos y de calles llenas de desconocidos, Hsiao-kang vivirá un breve encuentro con un masajista local que dejará heridas emocionales imborrables. Sin diálogos y potenciando los tiempos muertos y los gestos vivos –convertidos en fortines contra la deshumanización–, Tsai relee el drama romántico a partir de las ruinas de la historia del cine, condensadas en las inmortales notas de la banda sonora de Candilejas de la ciudad de Charles Chaplin.