Una 'superproducción' de terror 'marica' de 12.000 euros

Marc Ferrer presenta en el D'A '¡Corten!', un 'giallo' en clave de comedia con La Prohibida y Samantha Hudson

BarcelonaEn 2017 el director Marc Ferrer presenció en el Festival de Sitges una proyección del clásico de terror italiano Suspiria presentada por el director, el rey del giallo Dario Argento, que lo "volvió loco” como pocas películas lo habían hecho hasta entonces. “Me fascinaron tanto las imágenes y los colores que empecé a ver solo gialli y slashers durante dos o tres años –explica–. Las películas en las que no asesinaban nadie me parecían un aburrimiento”. Ferrer ya se ha “desenganchado”, pero el resultado de aquella adicción es patente en la película que ha presentado en el D'A, ¡Corten!, en el que él mismo interpreta un director de cine obsesionado con rodar un giallo y todos los actores y actrices se le van muriendo por el camino, apuñalados por un asesino con guantes negros. Es la primera película de Ferrer con apoyo de una productora (Canada) y con distribución en Filmin, un hecho que ha disparado el presupuesto a 12.000 euros. Las anteriores costaron entre 1.000 y 5.000 euros.

Tráiler de '¡Corten!'
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Una de las víctimas del film es Amapola, una diva de la canción electropop a la que ficha el protagonista para interpretar a una diva musical en la película que filman los personajes de ¡Corten! “Estoy harta del metacine y de esto de interpretarse a un mismo, Godard me parece un pedante. ¿Por qué no hacemos una de fantasía y ya?”, se queja Amapola. La ironía es doble si sabemos que quien interpreta a Amapola es una diva real de la canción electropop, La Prohibida, y que el diálogo está inspirado en una conversación que tuvieron antes del rodaje la cantante y Ferrer, que vampiriza la realidad en sus películas. “Es que no tengo mucha imaginación”, dice para justificarse Ferrer, que siempre interpreta a un director en sus films. A La Prohibida no le importó, claro . “Siempre había tenido el sueño de ser una actriz de terror italiano –dice la cantante–. Si algún día produzco una película quiero que Marc sea el director, pero me gustaría más que fuera de ficción, con un equipo pequeño en un solo espacio como las películas de Jess Franco”.

Reivindicando las malas actuaciones

La Prohibida es la gran estrella de ¡Corten! pero solo la punta del iceberg de colaboraciones y cameos que hacen de las películas de Ferrer un desfile de figuras de la Barcelona canalla y almas afines del mundo indie como el músico de Hidrogenesse Genís Segarra, la cantante y performer Samantha Hudson, el periodista Pere Vall o la cantante de los Mátame Cariño, Marga Sardà. Nadie cobra por actuar y la mayoría son amigos. “Y los que no lo son lo acaban siendo”, dice Ferrer, que reivindica el trabajo con actores no profesionales “por su naturalismo y verdad, como la que se veía en los primeros films de Almodóvar”. En ¡Corten!, un periodista le pregunta por qué sus actores actúan tan mal. “Si un actor no actúa bien, la película es imperfecta –responde él–. Si todo el mundo actúa mal, es un estilo”.

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En el film es habitual encontrar a actores en roles femeninos sin que importe mucho precisar si el personaje es una mujer lesbiana o un hombre drag. Él huye de etiquetas como queer y prefiere definir la película como un “giallo marica”. “Queer es la palabrita de moda pero no tenemos que olvidar que es una teoría, muy útil y necesaria, pero no una definición", apunta La Prohibida. Ferrer también proclama la influencia de los cómicos de Nazario y su universo “de cabarets decadentes y ambientes maricas”, un mundo borrado de la Barcelona real y de sus imaginarios de ficción. “En parte es una suerte que hayan desaparecido, porque eran ambientes de una transfobia enorme –señala La Prohibida–. Es bonito reivindicarlo y recordar que existían, incluso desde el humor y la ironía, pero sin obviar que eran durísimos”.