Édouard Louis sube al escenario para “devolver el teatro a la gente”
El escritor estrena y protagoniza el espectáculo autobiográfico 'Qui ha tué mon père' en el Temporada Alta
BarcelonaEl escritor Édouard Louis (Hallencourt, Francia, 1992) explica que, hasta ahora, nunca había subido profesionalmente a un escenario. Cuando estudiaba en el instituto se apuntó al grupo de teatro "en un intento de buscar algo que me diferenciara de los demás", relata, y la primera vez que hizo una improvisación se sintió especial. "Hasta entonces era un niño gay, sin amigos, rechazado por todos. Pero ese día la gente me miró y me aplaudió. Experimenté un sentimiento de liberación inmenso", dice el autor de libros como Adiós a Eddy Bellegueule (Salamandra, 2015) y Historia de la violencia (Empúries, 2018).
Su relación con el teatro creció cuando algunos dramaturgos decidieron adaptar sus obras al escenario, y desde 2020 ha tomado otra dimensión. El director alemán Thomas Ostermeier le propuso trasladar el libro Quien mató a mi padre (Más Libros, 2019) en el teatro y que el propio Louis fuera el único intérprete. El espectáculo se estrenó en el Théâtre de la Ville de París, ha girado por Europa y ahora llega al festival Temporada Alta con dos funciones, una mañana y otra el domingo, en el Canal de Salt. Más allá del reconocimiento del público, Louis explica que también existe una continuidad entre su homosexualidad y el teatro. "Como chico gay siempre sentí que tenía que hacer un rol, ser más masculino, jugar al fútbol, beber cerveza. Toda mi vida he sido un actor forzado", subraya.
La rotura con la familia
En Quien mató a mi padre, Louis se adentra en la figura de su progenitor, un barrendero homófobo y de extrema derecha con la que estuvo muchos años sin mantener relación. "Me fui de casa cuando tenía 15 años porque detestaban la homosexualidad. Empecé a trabajar en un horno por las noches, dormía en casa a los amigos. Durante mucho tiempo decidí mantener una vida separada de la suya, queridamente", dice Louis. En la obra explica cómo, años después, su padre le llamó llorando. "Había leído mis libros y me dijo que estaba orgulloso de mí", recuerda el escritor.
Aquella llamada fue el detonante para rehacer los puentes entre ambos, pero cuando Louis se encontró cara a cara con su padre vio a un hombre "completamente destruido": estaba conectado a una máquina para respirar y casi no se aguantaba de pie. "Su cuerpo no podía más por culpa del lugar que la sociedad le había hecho ocupar durante años, el de un hombre de clase baja sin acceso a la sanidad", explica. Ahora el escritor sitúa esta historia en el escenario para reclamar una sociedad más justa y evidenciar las desigualdades sociales. "Sartre decía que la burguesía, en algún momento de la historia, robó el teatro en el pueblo. Yo quiero devolver el teatro a la gente", señala. El montaje es, pues, "un acto político" que busca "confrontar al público" y "situar la existencia de los obreros en espacios burgueses como un escenario".