Joel Joan la lía más que nunca

Barcelona"Les volveremos a pasar putas", sentencia Joel Joan. Y ese podría ser el eslogan perfecto para anunciar su próximo espectáculo. Aunque prometieron que no lo harían, Joel Joan y Héctor Claramunt han vuelto a Escape room. Y, cinco años después del estreno de aquel thriller cómic, también han vuelto a poner al límite en otra habitación del pánico a las dos (ex)parejas que protagonizaban el montaje.

Sin ni siquiera haber presentado la comedia y sin necesidad de hacer ni un spoiler, Escape room 2 ya ha vendido 20.000 entradas. Las expectativas son altas, tras el éxito de la primera parte, estrenada en el 2018 y repuesta durante cuatro temporadas, con versión cinematográfica incluida (disponible en Netflix) y adaptaciones en diversas ciudades, de Madrid a México. "Doblamos la apuesta, vamos muy fuertes", insiste Joel Joan. "Ha sido un reto escenográfico y teatral escribirla, no sólo por la presión de la primera, sino porque queríamos seguir sorprendiendo al espectador y no dejarlo con la sensación de que hacíamos lo mismo, sino que encontrábamos conflictos de que nadie se espera", continúa.

A Joel Joan no le gusta ponerse por poco. Sus producciones teatrales y audiovisuales suelen ser ambiciosas y suelen conseguir un gran éxito de público. Y, pese a estos precedentes, ahora asegura que lo que han hecho en Escape room 2 es tan espectacular que "nunca se ha visto en una obra de teatro de texto". "Después del Cirque du Soleil ya venimos nosotros", afirma el actor, medio en broma. O no. El experimento se descubrirá a partir del 5 de diciembre en el Teatre Condal, cuando empiecen las funciones de un espectáculo que no tiene fecha de final y que no hará gira por el país, justamente por las especificidades técnicas que requiere. Focus confirma que incluso han sido necesario realizar reformas en la sala.

Autoría catalanocéntrica y en catalán

Lo único que se sabe de la trama es que los cuatro personajes que protagonizaban el primero Escape room salen vivos y, cinco años después, se atreven a compartir otro juego. Uno de los atractivos de la obra será reencontrar a aquellos personajes (repiten Paula Vives y Joel Joan, y entran Borja Espinosa, Agnès Busquets e Irene Jódar) para ver cómo han cambiado sus vidas. "Ofrecemos espectacularidad y también profundidad humana", asegura Joel Joan. Es una situación que pasa poco en el teatro, de vivir un segundo capítulo, pero justamente esta Navidad también se podrá ver la continuación del fenómeno Smiley (Después del amor) en la Villarroel. La otra singularidad de estas fiestas es que habrá un gran abanico de dramaturgia catalana contemporánea en cartel, algo que Joel Joan celebra: "Somos muy autoexigentes, debemos cultivar más la autoestima".

Fieles a su estilo, Joan y Claramunt no rehuyen las temáticas sociopolíticas actuales. Si en la primera aparecía el referendo y el independentismo, además del fascismo, aseguran que ésta también aborda "los temas que están en la calle, en las relaciones humanas", dice Claramunt, que ha hecho de director. "Parece que si tratamos temas actuales y locales no seremos universales. Parece que da pánico hablar de lo que nos pasa y sale a las noticias, porque no quieres irritar, quieres agradar a todo el mundo", critica Joel Joan. Ellos buscan justamente la identificación del espectador, reír de temas que habitualmente no se atreven a tocar. "Eso hace que la risa sea catártica", justifica el actor, quien, parafraseando a Oscar Wilde, sentencia: "La comedia es una gran manera de decir grandes verdades".