'La pell fina': una buena comedia humana

'La pell fina'

Sala Flyhard (Hasta el 27 de junio)

A pesar de sus pequeñas dimensiones y la obligada modestia de sus producciones, la Sala Flyhard sigue apostando por comedias de autoría catalana contemporánea que acaban asaltando los teatros más grandes y más comerciales. Es el caso de Ovelles, una comedia alrededor de una peculiar herencia que ha girado por toda Catalunya y que de aquí a muy poco se instala en el Teatre Borràs. Tres cuartos de lo mismo podría pasar con la nueva comedia del tándem Carmen Marfà y Yago Alonso, La pell fina, que, de momento, ha agotado todas las localidades hasta el 27 de junio.

Marfà y Alonso demuestran que el éxito de Ovelles no era flor de un día y que conocen bien los mecanismos dramáticos de la comedia de toda la vida: la que habla de nuestras miserias y contradicciones. La clave está tanto en el diseño de unos personajes –seguramente esquemáticos pero bastante cercanos– que afrontan y se enfrentan a situaciones comunes para todos nosotros, y que lógicamente no son siempre como parecen. En el caso de los protagonistas de La pell fina se trata de una pareja de cuarenta años –Nacho, director de cine en horas bajas, y Miranda, enfermera en excedencia– que van a cenar a casa del mejor amigo de Nacho para conocer al primer hijo de Eloi y Sònia. Y si bien en estas ocasiones todos sabemos que hay que decir que el bebé es precioso, Nacho hará lo contrario y dirá lo que piensa: el bebé es feo. Una confidencia que provocará un primer tropiezo. La cena se retrasa. Entre risa y risa, los cuatro hablarán de la amistad, de la maternidad, de la paternidad, de la verdad y de la hipocresía, desvelando algo de ellos mismos y de la relación entre ellos.

El secreto de la comedia es el ritmo. Y los autores, que también dirigen la propuesta, saben qué hacer porque cada una de las sorpresas que tienen preparadas provoque el efecto previsto. Para conseguirlo cuentan con un reparto muy compenetrado que da vida al juego. Muy acertado Biel Duran como padre entregado (¿o lo parece?) y Laura Pau como la madre contenta y satisfecha (¿o lo parece?). Bien, también, Francesc Ferrer y francamente divertida Ángela Cervantes. Ya lo saben, cuando la vuelvan a hacer (es posible que en el Poliorama), vayan a pasarlo bien.