En el Festival Clàssics habrá otras lecturas dramatizadas. Laura Aubert leerá a Emily Dickinson en CaixaForum (19 de noviembre), Sílvia Bel será la Medea de Eurípides (27 de noviembre en el CCCB), David Verdaguer pondrá la voz al De profundis de Oscar Wilde en La Modelo (4-5 de diciembre) y Elena Tarrats, Iria del Río y Mireia Calaf Aguas de la UPF (19 de diciembre).
"Si nos quedamos sin deseo se nos hace más gris el alma"
Elisabet Casanovas protagoniza los 'Diaris' de Anaïs Nin en el festival Temporada Alta de Girona y en el Festival Clàssics de Barcelona
BarcelonaElisabet Casanovas (Sabadell, 1994) llega al Teatre Lliure con el violonchelo colgado en la espalda porque esta noche tiene función de Little women. Por las mañanas, toca ensayo. El teatro le ha dado la excusa perfecta para adentrarse en los Periódicos de Anaïs Nin (1903-1977). "Me atrapó enseguida el uso que hace del lenguaje y su profundo compromiso con su obra, que es su diario, que es su vida relatada. Ella se abre en canal, pero haciendo literatura", explica. La impudicia de los periódicos –que abarcan cuatro décadas–, las incursiones en la literatura erótica y una vida sentimental fuera de norma han condicionado la recepción de la escritora, una de las grandes influencias literarias del siglo XX. "Me parece que todas las etiquetas que le ponemos, involuntariamente, le encorsetan. Anaïs dice: «Soy amoral». Se podría hablar de poliamor, pero también de una sed inacabable. Tengo la sensación de que está en busca de algo y encuentra en el arte un gran bálsamo para llenar un vacío", explica.
Casanovas interpretará, con Francesc Garrido, la lectura dramatizada de Periódicos, Anaïs Nin, que se podrá ver en la Sala La Planeta el 18 de noviembre, dentro del festival Temporada Alta, y en el Palau de la Música el 2 y el 12 de diciembre, dentro del festival Festival Clásicos. La poeta Mireia Calafell y la directora Paula Errando han hecho una selección de las entradas del dietario para que la obra "tenga un tanto". La actriz admite que hay un momento en que se rompe: "Hay un antes y un después muy claro con el abuso del padre y todo el tema del incesto. Y como a partir de entonces empieza a hablar del uso del arte". Aunque la autora nunca describió aquella relación como un abuso, "creo que con el tiempo lo ve, por lo que corta la relación con el padre", apunta la actriz. "Hoy es imposible no dar un punto de vista a esa relación, sin caer al dar por hecho el abuso. A mí me reventó la cabeza", admite Casanovas. El montaje puede servir de expiación: "Todos buscamos qué podemos hacer con nuestro dolor. Quizás lo mejor que pueden hacer con tu dolor es validarlo. Hay un poco esa voluntad", apunta.
Pura pasión
Por los dietarios de los años 30 de Anaïs Nin desfilan su marido Hugh, amigos y amantes como Henry Miller y su esposa June, los psicoanalistas Allendy y Rank, el padre reencontrado después de años sin contacto, hombres y mujeres de un entorno bohemio y culto a quien ama con quien sueña, con quien sueña eró. "En ese momento no existía Excel, pero le habría ido muy bien –explica Casanovas–. Es una mujer extremadamente empática, porque entiende al otro y sabe cómo hacerse cargo. «Los cuidados, es facilísimo», dice. Esto también da un espacio de reflexión potente sobre por qué hay una facilidad para ese comportamiento que es absolutamente universal en . Creo que aboca mucho amor en sus relaciones, pero sabe que no le recibirá de vuelta, muchas veces; sabe que no son amor".
La autora es consciente de la potencia de su diario, casi es como un amante más: "Vivo con terror que descubran el diario", escribe. Y, sin embargo, los escribe pensando en el lector: "Tengo la sensación de que quiere crear algo que valga la pena y deje legado. Si no, ¿por qué hace copias?", plantea Elisabet Casanovas. La actriz también ha escrito dietarios, en algunas épocas, pero ahora cuando se pone escribe ficción. "Me divierte escribir cuando hay verdad y no verdad. Jugar con cosas que no son tuyas pero te haces tuyas porque las entiendes. Con la ficción te lo puedes permitir mucho más. Lo que me parece más difícil es comprometerte, sacarte las máscaras a la hora de exponerte. Eso me fascina. el hueso. Y no sé si todo el mundo lo hace, en la vida en general, ¿no? Apostar alto es lo que más me interesa". Casanovas confiesa que ella sobre todo pone mucha pasión, intensidad y vierte toda la imaginación en su profesión y, por eso, necesita "una vida personal muy equilibrada y sana".
El poder del teatro
Desde que despuntó hace una década gracias a la serie Merlín, Elisabet Casanovas no ha parado de trabajar en el cine, la televisión y el teatro, y apenas tiene 30 años. "Todo es más frágil de lo que parece", advierte. Su vitalidad, talento y curiosidad son evidentes al hablar. Podría compartir con Anaïs Nin la misma sed, el deseo como motor. "Yo creo que si nos quedamos sin deseo se nos hace más gris el alma. Para mí el deseo es la ilusión y está lleno de lo que aún no ha pasado, del cómo te gustaría que pasara, del fuego lento. Me parece que desear es importante para dedicar tiempo a las cosas y trabajártelas". Como actriz famosa, también ha tenido que tomar decisiones sobre exposición e intimidad, en tiempos de redes sociales. "Lo que yo quiero ser de cara afuera tiene que ver con mi trabajo y el resto no quiero exponerlo, es muy sencillo. Mi Instagram es como un corcho donde cuelgo cosas de trabajo. Creo que mi canal no está en internet, y lo que yo quiera decir lo haré desde otros lugares y desde el escenario", explica.
El teatro es su espacio natural. "No podría no hacer teatro. Es algo que he descubierto con el tiempo y está bien saberlo". Su defensa del teatro es para enmarcar: “Tengo la sensación de que el teatro me abre el instinto de una manera mucho más ancha y me dispara la imaginación hacia lenguajes mucho más plásticos, para explicar las cosas que no tienen que ver con un espacio cotidiano como podemos reconocer en la televisión. día. El compromiso que hay detrás de esto. Y también, sencillamente, me llena de fuerza como lenguaje y tiene mucha fuerza para que salga de su casa para ir a escuchar una historia: por todo esto me hace mucho. personajes con un recorrido largo. Todo puede convivir con el teatro, y me encanta".