¿Se puede ser sincero con la pareja?

BarcelonaEn 2015, la dramaturga y directora Lara Díez Quintanilla (Lleida, 1985) hizo un viaje por Estados Unidos con otras ocho personas en furgoneta. "Todos éramos progres, feministas, de izquierdas", recuerda la directora. Pero cuando una amiga contó una historia supuestamente real sobre el trance sexual de una pareja, todas las máscaras cayeron. "De repente todo el mundo saltó de una manera muy salvaje. Afloraron los instintos posesivos y no volvimos a ser los mismos", recuerda Díez, que también es autora de espectáculos como Herencia abandonada (2020), Euforia (2021) y El sinespacio (2022). Con el tiempo la anécdota fue apareciendo en su vida hasta que, en 2022, se la apropió para escribir un texto para el Torneo de Dramaturgia de Temporada Alta. La pieza quedó finalista y ganó el Torneo de Dramaturgia Transatlántico. Ante este recibimiento, Díez decidió ampliarlo para convertirlo en una obra de teatro que ha titulado Placer culpable y que se estrena el 12 de mayo en el Teatro Goya.

Mar Ulldemolins y Francesc Ferrer se ponen en la piel de la pareja protagonista, que está a punto de tener un hijo. Son dos personas de mente abierta, que "han realizado muchos cursos de gestión de conflictos y de comunicación sexoafectiva", subraya Díez. Coincidiendo con la inminente paternidad, deciden explicarse todas las experiencias sexuales, también aquellas que se han escondido durante mucho tiempo. "¿Por qué nos enfadamos tanto si la otra persona de la pareja tiene una experiencia de placer ajena a nosotros? ¿Cómo vivimos en una relación cuando sentimos que el otro es de nuestra propiedad? ¿Cómo gestionamos los instintos más primarios de forma civilizada?", se plantea la dramaturga en el escenario.

La masculinidad tóxica, en cuestión

El espectáculo, producido por Nakatomi, plantea el conflicto desde ambos bandos y sin juzgar ninguna de las posiciones. "Quería que el espectador fuera de una esquina a otra, dando la razón tanto a uno como a otro, sin juicios morales, porque no hay nada que esté bien o mal", señala Díez. La obra "pone en cuestión la masculinidad tóxica y los valores que se arrastran", dice la directora, que añade que "pese a que no seas este tipo de hombre, si tu entorno y tu padre lo son, existe una dificultad de poder ser un hombre deconstruido".

A través del humor, Díez también pone sobre la mesa cómo nos afecta lo que hacemos para satisfacer a la pareja. "Él hace grandes esfuerzos por ser el hombre deconstruido que ella desea. Aquí se generan muchas situaciones de comedia", explica Díez. El protagonista, por ejemplo, se llama Jordi porque es el nombre familiar que comparten desde hace dieciséis generaciones. "Cuando llega el momento de decidir el nombre de la criatura, esa tradición familiar aflora y todo salta por los aires", añade Díez. Placer culpable forma parte del ciclo Off del Teatro Goya y se representará los domingos a las doce del mediodía ya las nueve de la tarde, y los lunes a las ocho de la tarde.