Adrià Díaz y Olivia Smart consiguen un histórico diploma olímpico en la final de danza de los Juegos de Invierno

BarcelonaLos patinadores de danza Adrià Díaz y Olivia Smart han brillado como pareja sobre la pista de hielo del estadio Capital Indoor, de Pekín, y han conseguido un diploma olímpico histórico, el primero en patinaje de la historia del deporte olímpico español en esta disciplina. Díaz, nacido en Barcelona, y Smart, nacida en Sheffield (Inglaterra) pero con pasaporte español desde el año 2017, han ejecutado a la perfección su versión de La máscara del Zorro. Con la novena posición después del programa de danza rítmica, los dos eran conscientes de que podían entrar por primera vez en el top 10 en la final. Los jueces han valorado su actuación con 121,41 puntos que, sumados a los 77,70 que habían conseguido en la danza rítmica, dan los 199,11 puntos que les ha otorgado la octava posición y el primer diploma olímpico en la historia de esta modalidad para una pareja española. El oro lo ha conseguido la pareja francesa y una de las favoritas, Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron, mientras que la medalla de plata ha ido a manos de Victoria Sinitsina y Nikita Katsalapov, vigentes campeones del mundo. La patinadora rusa ha resbalado al final de la actuación y esto los ha alejado del oro.

"Hemos conseguido nuestros dos objetivos, que eran lograr los 120 puntos en la danza libre y remontar la plaza hasta el diploma olímpico, que era la única presión que nos habíamos puesto. Veníamos a Pekín a disfrutar, pero nos rondaba durante toda la semana la posibilidad de estar en el top 8. Nos habríamos marchado un poco tristes si no lo hubiéramos conseguido. Estábamos bastante nerviosos justo antes de salir, pero nos hemos dicho que 'es solo otro programa' y, una vez la música ha empezado, hemos hecho lo de siempre. No podemos pedir más de estos Juegos, estamos muy contentos y ahora haremos un último esfuerzo para el Mundial, donde esperamos obtener la misma plaza o mejor que aquí y superar los 80 puntos de la danza rítmica y los 200 totales que no hemos podido sumar en Pekín", han explicado los patinadores, que viven en Canadá pero pertenecen a la disciplina del FC Barcelona.

Estos eran los segundos Juegos Olímpicos de Díaz, quien debutó en Sochi 2014, formando pareja con la madrileña Sara Hurtado. Ahora, con la británica nacionalizada española Olivia Smart ha conseguido el mejor resultado de una pareja de danza española en unos Juegos de Invierno, superando así el 12º lugar que firmaron Sara Hurtado y Kirill Jalyavin en Pyeongchang 2018. Ahora el próximo gran reto de la pareja es el Mundial de Patinaje Artístico de Montpellier, en Francia, que se celebrará el próximo mes de marzo.

Adrià inicialmente hacía patinaje artístico, pero admite que "no era bueno con los saltos", así que pensó en dejarlo. "Mi entrenador en aquella época me dijo que por qué no me buscaba una chica y patinaba en pareja, en danza. Yo le contesté que no tenía ni idea de qué es esto. Así que me hizo buscar vídeos para que viera qué era. En aquel momento, la única chica que me gustaba cómo patinaba, y que para mí era la mejor, era Sara Hurtado, así que le propusimos intentarlo", recuerda. De hecho, hizo falta convencer a la Federación Española de Deportes de Hielo para crear esta modalidad, que no existía. "Tuvimos que convencer a la Federación para que apostara por la danza y contratara un entrenador", recuerda el barcelonés. Durante los primeros años de carrera, se había gastado más de 1.000 euros en poder tener un vestido lo suficientemente estiloso como para salir a patinar, puesto que la indumentaria también suma en esta modalidad. Todo pagado de su bolsillo.

Adrià Díaz, que empezó a patinar en la fiesta de cumpleaños de un primo, ha hecho un montón de sacrificios para poder seguir en este deporte. Formado como patinador artístico, decidió pasar a la danza, pues no lograba dominar los saltos. En 2009 se fue a Madrid para poder patinar con Sara Hurtado, trabajando con el técnico británico John Dull. Pero en 2011 Dull recibió una buena oferta para volver a casa, trabajando en Londres. Hurtado y Díaz decidieron seguirlo y fueron a Londres, pero la aventura no funcionó. "Las pistas de hielo las teníamos que compartir con público general, el hielo no reunía las condiciones óptimas para entrenar, la pista era pequeña...", recordaba Hurtado en un acto que hizo en Las Rozas, donde reside. Finalmente, consiguieron ser admitidos en el círculo de patinadores de los entrenadores canadienses Marie-France Dubreuil, Patrice Lauzon, Romain Haguenauer y Pascal Denis, y se fueron a vivir a Quebec con el apoyo de la Federación española. "El técnico y los entrenamientos los cubre la Federación. Y después con las becas que tenemos estamos dando un respiro a las familias, cosa que hasta hace poco no podíamos hacer", admite Díaz, que ha hecho un montón de esfuerzos económicos para poder seguir patinando, como pagar de su bolsillo durante años los vestuarios que hay que usar, pues los jueces también los valoran. De hecho, ahora hace cuatro años, en los Juegos de 2018, la pareja Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron perdió el oro puesto que el vestido de Papadakis se rompió en plena final. Hoy se han quitado la espina.

La pareja Díaz-Hurtado fue la primera española en llegar a unos Juegos, en 2014 en Sochi, donde fueron decimoterceros. Pero en 2015, después de quedar quintos en el Europeo, decidieron dejar de patinar juntos. A Díaz lo contactó vía Facebook Smart, que había sido campeona británica de pareja con Joseph Buckland. El mismo año, los dos buscaban pareja y quedaron para patinar juntos unos días, y vieron que había química. Pero quien ganó la plaza para ir a los Juegos de 2018 no fueron ellos, fue Hurtado, de pareja con Kirill Jalyavin, un patinador ruso establecido en España. "Como durante tanto tiempo hemos sido dos equipos y solo había una plaza para los Juegos Olímpicos, es una rivalidad sana en la que nos hemos empujado los unos a los otros a ser mejores", ha admitido el barcelonés. En 2021, les tocó sonreír a Díaz y Smart, que quedaron cuartos en los Europeos, a un paso del podio, en el mejor resultado conseguido nunca por una pareja española, además de ser campeones estatales y ganar una medalla de bronce en el Grand Prix de Canadá. Además, han establecido un nuevo récord de España en tres modalidades: danza rítmica, danza libre y la suma de los dos concursos.

En los Juegos de Pekín, la pareja defendió un espectáculo al ritmo de Proud Mary de Tina Turner que les permitió empezar en la novena posición. Y en el ejercicio libre al ritmo de La máscara del Zorro han sumado 121,41 puntos, nuevo récord de España, por una puntuación total de 199,11 puntos, cifra que también supone un nuevo récord estatal. Los dos, sin embargo, no tienen mucho tiempo para disfrutar del éxito. Del 21 al 27 de marzo afrontan el Campeonato del Mundo en Montpellier (Francia). “En el Mundial queremos obtener la misma posición que en los Juegos, o incluso mejor. Esperamos romper la barrera de los 200 puntos”, aseguran.