El arte de jugarse la vida para batir un récord mundial
Come Girardot establece una nueva plusmarca en 'death diving' saltando desde 44 metros en Jaén
BarcelonaEl death diving, que podría traducirse como "salto mortal al agua", es una disciplina deportiva no apta para cualquiera. Como su nombre indica, y es literal, es necesario jugarse la vida para practicarlo. Inventado en Noruega, consiste en saltar desde alturas vertiginosas, mantener el equilibrio en el aire y llegar al agua en una posición concreta para evitar lesiones en el momento del impacto.
No tiene nada que ver con el salto de trampolín. No se trata de realizar acrobacias. Simplemente evitar dejar la piel. Y Come Girardot, un saltador francés, ha establecido un nuevo récord del mundo. Saltando nada menos que a 44 metros de altura. Cómo lanzarse desde un edificio de quince pisos.
Claro que debajo de todo no había una piscina, sino una poza de Aldeaquemada (Jaén). "Cuando estaba listo para saltar y he mirado abajo, daba la impresión de estar aún a mayor altura", admitía Girardot tras esta hazaña. "He saltado, he visto que estaba en buena posición y he pensado «¡Uau!»"
En la recepción, además de submarinistas y equipos de atención médica, por seguridad, también le esperaba un cartel para festejar este nuevo récord mundial. De hecho, él mismo estableció dos plusmarcas en 2023: saltó primero a 34,25 metros y después a 40,5 m. Ahora ha ampliado la hazaña en otros cuatro metros. Una tontería.