Un lobo disfrazado de caperucita amenaza a la NBA

BarcelonaLa NBA tiene un problema. Y gordo. La relación cada vez más estrecha entre la mejor liga del mundo de baloncesto y las apuestas se ha convertido en un motivo de gran preocupación tanto para los expertos como para algunas voces importantes de la liga. El entrenador de los Cleveland Cavaliers, JB Bickerstaff, recibió amenazas de apostadores por teléfono y Tyrese Haliburton, estrella de los Indiana Pacers, reconoció que a veces se siente sólo como si fuera atrezo dentro del negocio de las apuestas. Rudy Gobert, de Minnesota Timberwolves, lo tiene claro. "Las apuestas se están convirtiendo en un problema cada vez mayor que está dañando el baloncesto", dice.

El último escándalo lo ha protagonizado Jontay Porter. La NBA está investigando al jugador de los Toronto Raptors por irregularidades en su juego vinculadas a una trama de apuestas. Su actuación en dos partidos, disputados el 26 de enero y 20 de marzo, está bajo sospecha. Durante el primer encuentro jugado contra Los Angeles Clippers la predicción con la que se ganaron más dinero en la NBA fue la que hacía referencia a sus triples. A diferencia de lo habitual, no lanzó ninguna. La situación se repitió contra los Sacramento Kings, cuando tan sólo intentó un disparo antes de pedir el cambio por un supuesto problema de visión en un ojo.

Algunas casas de apuestas registraron una ganancia extraordinaria en estos dos partidos para apostar que Porter no llegaría a sus registros habituales, una estrategia conocida como under. ESPN asegura que hubo "múltiples" intentos de apostar más de 10.000 y 20.000 dólares en el partido contra los Clippers, cuando las restricciones para estas apuestas de rendimiento individual suelen estar entre los 1.000 y los 2.000 dólares. El jugador de los Raptors, que divide su tiempo entre la NBA y la G League, tiene un salario de tan sólo 380.000 euros.

Las ligas más importantes de Estados Unidos llevan tiempo acentuando su relación con el mercado de las apuestas deportivas, un negocio multimillonario. La NBA anunció hace unas semanas que la NBA League Pass, su plataforma de streaming, incluirá opciones para apostar en directo mientras se miren los partidos. El último convenio colectivo de la NBA permite a los jugadores invertir en compañías de apuestas y promocionar a empresas del sector.

Según la Asociación de Apuestas de Estados Unidos (AGA), el negocio movió más de 110.000 millones de euros durante el 2023. La cifra supone un incremento del 27,8% respecto al 2022. Las apuestas deportivas son legales en 38 estados y el Distrito de Columbia. California, Texas o Georgia son algunos de los estados que todavía mantienen sus restricciones.

Adicciones al juego

Los incentivos económicos son evidentes, pero los expertos alertan del riesgo de que competiciones como la NBA se asocien con casas de apuestas por hacer negocio, ya que esto puede levantar sospechas y, además, estimular efectos muy perjudiciales y peligrosos para los estratos más vulnerables de la sociedad, como adicciones al juego, problemas de salud mental e incluso actividad criminal.

Según Bickerstaff, "las apuestas son un juego peligroso y vamos por la cuerda floja". "Esto comporta presión extra y una distracción del deporte que puede ser complicada para jugadores, entrenadores, árbitros y todo el mundo involucrado. Creo que, por la seguridad de todos, debemos ser muy cuidadosos con el acercamiento de las apuestas. Muchas veces la gente apuesta por pagar la factura de la electricidad o el alquiler con ese dinero. Se ha ido demasiado lejos".

La MLB de béisbol está sufriendo un escándalo mayúsculo. Ippei Mizuhara, traductor y amigo de la gran estrella Shohei Ohtani (Los Angeles Dodgers), fue despedido por desviar unos 4 millones de euros de las cuentas del jugador. El robo está relacionado con las apuestas deportivas.