Josep Maria Bartomeu y su mano derecha pasan la noche en comisaría por el Barçagate
La policía, que ha registrado las oficinas del Camp Nou, investiga al expresidente azulgrana, Jaume Masferrer, Òscar Grau y Román Gómez Ponti por presunta administración desleal y corrupción entre particulares
Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer al ex presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, al ex jefe del gabinete de presidencia del club, Jaume Masferrer, al actual CEO de la entidad, Òscar Grau, y al responsable del área jurídica, Román Gómez Ponti, en el marco de la investigación por el "Barçagate". El juzgado instructor número 13 de la Audiencia de Barcelona los implica en un presunto delito de administración desleal y de corrupción entre particulares a raíz de la contratación de la empresa I3Ventures, a cambio de un millón de euros, para crear estados de opinión en las redes sociales favorables a la gestión de la junta de Bartomeu y contrarios a jugadores como Gerard Piqué o Leo Messi, aspirantes a la presidencia del club como Víctor Font y Joan Laporta, o empresarios como Jaume Roures.
La policía reunió en la comisaría de Les Corts, a primera hora de la tarde, a los cuatro detenidos, que se acogieron al derecho de no declarar y se esperarán a hacerlo ante la juez, Alejandra Gil. Gómez Ponti y Grau abandonaron las dependencias policiales antes del toque de queda. En cambio, Bartomeu y Masferrer tuvieron que pernoctar ahí y pasarán a disposición judicial.
La investigación del caso ha aplazado varias veces el levantamiento del secreto de sumario para no afectar el calendario electoral del club, pero según ha podido saber el ARA la medida no pasará del 11 de marzo. El juzgado ha encargado el registro este lunes de las oficinas del Camp Nou para buscar documentación, pero se desmarca de la detención de Bartomeu, Masferrer, Grau y Gómez Ponti y lo atribuye a "la esfera estrictamente policial". Así mismo, según La Vanguardia, los agentes han registrado los domicilios particulares del expresidente y de su mano derecha y las sedes de las empresas Y3Venturas, Nicestream y Telampartner.
Mientras los implicados estaban retenidos en la comisaría de los Mossos de Les Corts (Bartomeu y Masferrer) y en el Camp Nou (Grau y Gómez Ponti), el Barça ha emitido un comunicado para dejar clara "su plena colaboración con la autoridad judicial y policial para aclarar los hechos objeto de esta investigación". El club también ha precisado que "la información y la documentación requeridas por la policía judicial se han circunscrito, estrictamente, a los hechos relativos a este caso". Por otro lado, pide "máximo respeto" por el procedimiento y por "el principio de la presunción de inocencia de las personas afectadas en el marco de estas actuaciones".
El Barçagate lo destapó hace un año el programa Què t'hi jugues! de la Cadena SER. La empresa Y3Venturas fue remunerada con un importe de cerca de 1 millón de euros, en pagos fraccionados de 200.000 euros para evitar el control del comité de adjudicaciones de la junta. Esta práctica provocó la dimisión de seis directivos del club: Emili Rousaud, Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia. También causó el despido de la compliance officer de la entidad, Noelia Romero, que actualmente está en litigio con el club. Bartomeu rechazó su implicación en cualquier campaña para desacreditar a jugadores o personajes del entorno culé, pero encargó una auditoría a PriceWaterhouseCoopers (PWC) para aclarar los hechos internamente. A principios del verano el club hizo públicos los resultados.
“Interpondremos las acciones legales oportunas contra quien haya formulado acusaciones falsas e infundadas que han perjudicado gravemente la imagen de la institución y de todos sus integrantes”, sentenció Josep Vives, portavoz de la entidad, en la rueda de prensa que se convocó a principios de pasado julio. Vives también pidió a los medios que sacaron la polémica a la luz (la SER) “la rectificación de las informaciones, dado que no tienen ningún fundamento y han sido desmentidas por un informe”. En esa misma comparecencia, Gómez Ponti hizo cierta autocrítica: “La junta considera que la gestión de estos contratos no ha sido cuidadosa y por eso tomará todas las medidas correctoras que correspondan”. Sin embargo, desmintió firmemente al ex directivo Rousaud, que en una entrevista soltó que alguien había puesto "la mano en la caja" en todo este asunto, sin señalar a nadie.
"Estos hechos perjudican enormemente la imagen del Barça"
En paralelo a la auditoría de PWC, el grupo de socios Dignitat Blaugrana interpuso una demanda para que se comenzara una investigación ordinaria. Fruto de ese procedimiento, los Mossos d'Esquadra registraron las oficinas del Barça en julio, cuando agentes de la unidad contra el blanqueo de capitales visitaron las instalaciones de Arístides Maillol para solicitar documentación sobre los contratos con la empresa Y3Venturas. Las actuaciones de este lunes son la continuación de ese primer registro y sacuden la actualidad azulgrana a seis días para que los socios escojan a la próxima junta en las urnas. El candidato a la presidencia Joan Laporta ha grabado un vídeo de vuelta de Lleida, donde ha hecho actos de campaña. "Tenemos un máximo respeto por las actuaciones policiales y judiciales, así como por la presunción de inocencia, pero estos hechos perjudican la imagen y la reputación del Barça", ha explicado el ex mandatario culé.
Por su parte, el aspirante Toni Freixa ha expuesto en el informativo del canal #Vamos que “a todo el mundo le llama la atención” que los registros hayan tenido lugar a menos de una semana para las elecciones y ha pedido "respetar la presunción de inocencia". "Se tiene que recordar lo que ya pasó con Sandro Rosell", ha añadido.
Al atardecer, Víctor Font también ha expresado su parecer sobre los hechos sucedidos este lunes mediante un mensaje de vídeo grabado en su sede electoral. "Respetando la presunción de inocencia, hechos como el de hoy perjudican mucho la imagen institucional del club. Es urgente cambiar el modelo de club: hace falta que sea mucho más transparente, que los mecanismos de control sean eficientes y que los órganos de representación sean verdaderamente independientes de quienes manda".