Tenes mesa

El catalán campeón del mundo con 86 años: "Los médicos decían que no podría jugar"

Josep Madurell culmina con la medalla de oro en Roma un palmarés lleno de éxitos internacionales

BarcelonaMientras sus compañeros de generación juegan al dominó o miran cómo avanzan las obras del barrio, Josep Madurell se ha proclamado campeón del mundo de veteranos de tenis de mesa en la categoría para mayores de 85 años. El palista catalán, miembro de la Agrupació Congrés, se llevó el título disputado en Roma.

"La experiencia ha sido muy sorprendente porque yo no me lo imaginaba. Es verdad que tenía la esperanza y la ilusión de conseguirlo, pero no pensaba que pudiera hacer realidad mi sueño. El momento más difícil del torneo llegó a los cuartos de final, cuando sufrí para superar al alemán Siegfried Lemke, que es considerado el número 1 mundial", dice al ARA Madurell, que el año pasado ya se proclamó campeón de Europa.

Cargando
No hay anuncios

La preparación de Madurell es muy exigente. "Normalmente entreno tres días a la semana y compito dos días más. En total, cinco días con la pala. Una competición es para veteranos y la otra para los seniors. Practico con rivales mucho más jóvenes para mantener mi nivel. Si no tienes mucha constancia y la voluntad de superarte todos los días, los resultados no llegan. Además, intento caminar entre 45 minutos y una hora todos los días", explica.

La pasión le viene de lejos. "Empecé a jugar a tenis de mesa cuando sólo tenía 8 o 9 años en el Centro Parroquial de San Miguel de Sants. En ese momento ignorábamos que existiera una federación catalana. Nos enteramos cuando yo tenía 13 o 14 años, momento en que voy pasar a competir oficialmente. Desde entonces nunca lo he dejado", recuerda Madurell.

Cargando
No hay anuncios

Los especialistas destacan su estrategia. "Mi juego es más bien defensivo y busco sorprender al rival con contragolpes esporádicos. Mi mentalidad es buena. Cuando llega la competición siempre doy un 120% o un 130% de mi nivel. Soy muy competitivo. Las piernas ya no me responden como antes y tengo menos reflejos, pero me anticipo bien en el juego. Hay jugadores, en cambio, que bajan su nivel cuando llega la competición", asegura.

Cuando hace cinco años le operaron de la cadera, los médicos querían retirarlo. "Cuando me operaron y estaba en fase de recuperación, los médicos me decían que no podría volver a jugar, pero tuve mucha constancia, salí y he podido ser campeón del mundo a los 86 años. Los mismos profesionales que me 'dijeron que no jugaría, cambiaron de opinión cuando me vieron esforzarme', apunta.

Cargando
No hay anuncios

"Si pierdo, no pasa nada"

La gente de su edad suele llevar una vida más tranquila. "Soy una persona muy sencilla que intenta disfrutar de su pasión. Nada más. Durante todos estos años he ganado más veces que he perdido, pero si pierdo no pasa nada", analiza Madurell, que acumula 56 títulos estatales y un puñado de distinciones . "Homenajes no me faltan. Ahora que he sido campeón del mundo seguro que me hacen alguno más", adelanta.

Cargando
No hay anuncios

"Seguiré jugando hasta que la salud me respete. A la edad que yo tengo, si no te mueves estás perdido. Si te quedas sedentario, cada vez te encuentras peor. Mientras pueda, seguiré jugando", opina. Antes de jubilarse, Madurell trabajaba de pintor y empapelador. "Seguí el mismo oficio que mi padre", recuerda.

"El tenis mesa me ha ayudado mucho en momentos difíciles, como cuando mis padres se pusieron enfermos. El deporte te ayuda a revivir ya superar adversidades", resume. Si la salud le respeta, el objetivo de Madurell es disputar el próximo año el campeonato europeo de Belgrado. "Voy a intentar igualar lo que ya he conseguido porque superarlo es imposible. El problema es que competir internacionalmente cuesta mucho dinero", concluye con orgullo.

Cargando
No hay anuncios