El pequeño milagro del Raval
El FC Darna ayuda a jóvenes migrantes sin referencias familiares a romper estereotipos y favorecer su inclusión
BarcelonaEl fútbol catalán esconde un pequeño milagro. El FC Darna es un equipo formado por jóvenes migrantes sin referencias familiares que compite cada fin de semana por romper estereotipos y favorecer su inclusión. "El proyecto nació a partir de una entidad del Raval, la Asociación Darna, que trabajaba con jóvenes recién llegados, sobre todo de Marruecos. Hacían cursos de catalán, castellano y árabe, pero además daban asesoramiento legal. El paso decisivo fue cuando pusieron en marcha un equipo de fútbol sala", dice al ARA Sergi Llamas, coordinador y entrenador del FC Darna.
A este proyecto embrionario se unieron un grupo de jóvenes estudiantes de INEFC que, de forma altruista, se organizaron para entrenar al equipo. El resultado de la experiencia sorprendió a todos y los jóvenes hicieron la transición al fútbol federado. Después de estar asociados con el Club Can Clota – La Plana – Can Cervera, sus impulsores decidieron crear un club propio en 2019. “Poco a poco las otras ramas de la asociación fueron desapareciendo porque nos faltaban manos ", dice.
Los promotores del proyecto huyen de utilizar palabras como tipos para definir a sus jugadores. "Estamos luchando mucho contra estos estigmas porque no nos gustan las etiquetas. Para nosotros es un equipo de jóvenes migrados. La mayoría de ellos, de hecho, son mayores de edad. Algunos acaban de llegar y otros llevan más tiempo, pero el equipo de fútbol les ayuda a hacer un proceso de transición. Nosotros no les conseguimos un trabajo, pero les ayudamos a practicar el deporte que les gusta, hacer comunidad y descubrir a nuevos amigos. proceso de integración, ya que deben luchar por una vivienda, los papeles o un contrato laboral", analiza Llamas.
"Practicar un deporte les ayuda a tomar mejores decisiones ya tener más madurez. Son jóvenes en riesgo de exclusión social que necesitan un contexto para empoderarse y desarrollar su identidad social, tanto en el deporte como en las otras vertientes de la vida", argumenta. Durante todo este tiempo, más de 100 chicos han pasado por el equipo. "Cuando están unos años en el equipo y han conseguido estabilidad, buscan otros hitos. Hay jugadores que se marchan a clubs mejores, pero sin dar el primer paso con nosotros esto sería muy difícil. Estos chicos no tienen contactos aquí y les cuesta encontrar club. La mayoría de ellos nunca han jugado a nivel federado y eso es un obstáculo. un proceso vital similar y se ayudan entre ellos. Ayudarles con el idioma también es clave", reconoce.
El FC Darna juega en el campo de la Barceloneta. En su vestuario suelen sonar canciones de Morad. "Mantener un equipo de fútbol es muy caro y cada año tenemos que luchar por sobrevivir, ya que el coste de las licencias, los arbitrajes y las instalaciones es elevado. La situación es dura, pero nosotros ya preparamos la sexta temporada del proyecto . Un club federado es como un monstruo de gastos. De momento, tenemos dinero para llegar al mes de diciembre”, explica. Ángela Pérez-Chuecos, presidenta del FC Darna, es la persona que lidera la batalla por obtener más recursos. "El 50% del presupuesto llega de las subvenciones del Ayuntamiento, la Diputación y la Generalitat. El otro 50% proviene de la financiación privada. Nos gustaría vivir de los socios, pero de momento sólo tenemos unos 50", asegura Llamas.
"Goals for Change"
El FC Darna está colaborando con Goals for Change, un proyecto impulsado por Art for Change de Fundación La Caixa con el apoyo de Canon Europa y Hakawatifilm que se estrenará a finales de octubre en la Nau Bostik de Barcelona. La exposición será la muestra de una iniciativa colaborativa en la que los protagonistas narran sus propias historias de la mano de una cámara de fotos para construir una narrativa nueva de la migración.
"Los rivales tienen una percepción bastante buena de nuestro proyecto. Ya llevamos unos años y nos conocen bien. Nos suelen felicitar por nuestra propuesta. Cuando se calientan los partidos, puede aparecer algún comentario racista puntual, pero tengo la sensación de que cada año el respeto es mayor. Nos hemos hecho un nombre. La gestión de las emociones también es una parte de nuestro aprendizaje”, opina. Cuando el FC Darna realiza las pruebas de selección, unos 50 chicos se presentan al proceso. "Nos sabe mal porque no podemos incorporarlos a todos. Tenemos plazas limitadas. Otro de los deberes que tenemos es el de incorporar chicas. Hay demanda, pero nos faltan recursos. Hace años que pensamos en la manera de hacerlo posible ", avanza Llamas.
*La fotografía que ilustra este reportaje forma parte del proyecto Goals for Change creado por los artistas visualesOfelia de Pablo,Javier ZuritayPablo Tosco.