Detenidos e indignación creciente por la participación de un equipo israelí en la Vuelta a España
El propietario del Israel Premier Tech es un buen amigo de Netanyahu que utiliza el deporte para mejorar la imagen del país
Barcelona"Era evidente que algo pasaría", dice con nervios un trabajador de la Vuelta a España. Han recibido consignas de no hablar sobre la presencia del equipo Israel Premier Tech, propiedad de un amigo personal del presidente de Israel. La carrera quería seguir adelante como si nada, pero cada día se encuentran con cientos de manifestantes esperándoles. Hacía semanas que los organizadores estaban inquietos al ver cómo se iban anunciando manifestaciones en contra de la presencia del equipo. Y el miércoles, durante la contrarreloj por equipos por carreteras del Alt Empordà, ocurrió: las fuerzas de seguridad no pudieron evitar que un grupo de manifestantes cortara la carretera justo cuando iba a pasar el Israel Premier Tech para protestar por la presencia de un equipo con lazos con el gobierno israelí justo en plena campaña militar en Gaza.
Este jueves, un grupo de activistas ha intentado paralizar la salida de la sexta etapa, entre Olot y Pal (Andorra), pero no lo ha logrado. El piloto se disponía a empezar la etapa cuando los manifestantes se pusieron delante de los corredores, pero inmediatamente fueron desalojados. Desde la Vuelta llevaban semanas hablando con las autoridades españolas, pero también con las italianas, ya que las primeras etapas estuvieron en Piamonte, para ver cómo proteger a los deportistas. En Italia hubo manifestaciones todos los días y se vieron banderas palestinas durante el recorrido, pero la carrera no sufrió ninguna afectación. En la contrarreloj fue distinto, porque los manifestantes se salieron con la suya. De hecho, uno de los detenidos por los Mossos d'Esquadra ha pasado a disposición judicial -esta tarde ha quedado en libertad con cargos-, acusado de originar un grave riesgo para la circulación y un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad, así como por desórdenes públicos.
Javier Guillén, director de la Vuelta, condenó a los "actos de violencia" del grupo de manifestantes y anunció que presentarían una denuncia ante la policía. "Cualquier reivindicación es respetable por los canales pacíficos, y en este caso no ha pasado nada, pero podía haber ocurrido. El Israel Premier Tech no es un equipo invitado, sino que participó por méritos propios en el Tour y el Giro y nada le puede impedir correr la Vuelta", explicó en referencia a que los equipos de primer nivel se clasifican para las clasificas para sus clasificaciones. Las carreras se reservan el derecho de invitar a equipos, pero no sería el caso del Israel Premier Tech.
La Vuelta se ha quitado de encima la responsabilidad sobre la presencia de este equipo con este argumento, pero no ha evitado los debates. De hecho, este mismo jueves la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha enviado una carta a Guillén en la que ha mostrado su "profunda preocupación e indignación" tras saber que ha definido la acción de los manifestantes como un "acto violento". "Le pido que considere si los valores de la Vuelta son compatibles con la participación de un equipo vinculado a un estado que viola el derecho internacional, que está perpetrando un genocidio en masa", dice Riego en la carta. No es la primera vez que esta formación participa en la gran vuelta española, donde hace cinco y cuatro años sí fue invitada por los organizadores.
Un propietario sionista militante
El equipo se fundó en 2014 con el nombre de Cycling Academy Team y dio un paso adelante cuando en 2017 entró en el proyecto Sylvan Adams, un empresario canadiense e israelí. Gracias a la inversión realizada por Adams, el equipo pudo entrar en el grupo de la UCI World Teams, la principal categoría del ciclismo mundial. Adams ha apoyado públicamente al gobierno de Benjamin Netanyahu y, de hecho, tiene negocios con el permiso de su gobierno en territorios ocupados de Cisjordania. Ambos mantienen buenas relaciones, especialmente una vez Adams decidió fijar su residencia en Tel-Aviv en el 2015. Sionista militante, con cargo en organizaciones sionistas internacionales, Adams da cada año mucho dinero a centros educativos u hospitales de Israel y en el 2024 dio 100 millones de dólares para ayudar a reconstruir los barrios y quibut's.
Gran apasionado del ciclismo, como lo demuestra el hecho de haber pagado de su bolsillo velódromos y carreras en Canadá, fue una de las figuras clave a la hora de conseguir que en el 2018 las tres primeras etapas del Giro de Italia se hicieran en Israel. La Organización por la Liberación de Palestina dijo entonces que esa apuesta formaba parte "de la campaña israelí general de normalizar el empleo y, en el caso de Jerusalén en particular, la anexión ilegal de Jerusalén Este, incluida la ciudad antigua".
Adams invirtió más de 100 millones en organizar aquellas tres etapas, que levantaron mucha polvareda, ya que parte del recorrido pasaba por tierras que, según los acuerdos de Pau, son palestinas. Tenía claro que el ciclismo podía ser una buena herramienta para mejorar la imagen de Israel y siguió invirtiendo en su equipo. Para ello se quedó con la licencia del equipo ruso Katusha-Alpecí y fichó nombres del nivel de Chris Froome, que nunca terminó de rendir por culpa de las lesiones. Curiosamente, la Unión Ciclista Internacional sí que castigó a los equipos rusos y los expulsó de sus competiciones por la guerra de Ucrania, pero no ha hecho lo mismo con el Israel Premier Tech y la guerra de Gaza. No sólo compite, sino que es el segundo mejor equipo del momento en el ranking mundial, por lo que participa en la Vuelta sin necesidad de ser invitado.
La Plataforma para el Boicot Deportivo en Israel, en coordinación con grupos de juristas, emitió un comunicado antes del inicio de la prueba en el que afirmaba que, si quería, la Vuelta podía echar al equipo israelí de la competición pese a estar clasificado por méritos. "Según el punto 6 del reglamento de la Federación Española de Ciclismo, se puede rechazar la participación de un equipo en la Vuelta siempre que su presencia atente contra la imagen o la reputación del deporte, del organizador o de la carrera", explicaba esta plataforma. La Vuelta, organizada por la empresa Unipublic, no respondió a la propuesta.