Los daneses fueron los triunfadores de la Vuelta. Si Jons Vingegaard se ha convertido en el primer ciclista de Dinamarca en ganarla, su compatriota Mads Pedersen (Lid-Trek) ha terminado como jersey verde como ganador de la Regularidad. Además, el australiano Jay Vine (UAE) ha ganado la clasificación del Monte y el estadounidense Matthew Riccitello (Israel-Premier Tech) la clasificación de jóvenes. El UAE ha ganado la clasificación por equipos. Al ganador Vingegaard deberían haberle acompañado en la celebración en podio final de la carrera el portugués Joao Almeida (UAE) y el británico Tom Pidcock (Q36.5), segundo y tercero de la general.
La Vuelta más caótica termina en medio del caos
La carrera se ha detenido 57 km antes de la llegada enfrentando al gobierno central y al PP
BarcelonaLa Vuelta a España más politizada de todos los tiempos ha terminado antes de tiempo. A 57 km por la llegada, los corredores subieron a los vehículos de sus equipos cuando los manifestantes propalestinos lograban cortar la carretera. Se esperaba que la última etapa con final en Madrid fuese complicada por la convocatoria de una manifestación en contra de la presencia del equipo Israel Premier Tech y así ha sido. La guerra de Gaza, ahora mismo en el centro del debate de la agenda política, también se ha convertido en la protagonista de esta carrera por culpa de la presencia de este equipo propiedad de un empresario cercano al gobierno de Netanhayu. A medida que iba avanzando la carrera y llegaban más noticias de muertes civiles en Gaza, crecía la tensión en la Vuelta. Y al final, la carrera no ha podido completar su recorrido, como temían los organizadores.
Con la carretera cortada, los organizadores han intentado encontrar alternativas, llegando a reanudar la marcha, pero era imposible. La policía no ha logrado controlar a los manifestantes y la Vuelta se ha dado por finalizada. Cuando los corredores subían a sus vehículos, en la zona de llegada de la etapa miles de personas ocupaban la carretera con cánticos contra el gobierno de Israel. Un extraño triunfo para el danés Jonas Vingegaard (Visma), que suma un nuevo éxito a un gran palmarés tras llevarse la edición más caótica y politizada de la prueba española. Ésta es la tercera gran carrera que gana el corredor de 28 años, después de haber ganado dos Tours de Francia. El danés ha celebrado el éxito en el hotel cuando ya estaba oscuro, cuando los equipos han improvisado un podio con neveras. El podio oficial había quedado rodeado por los manifestantes.
Pero si por algo se recordará esta 80ª edición de la Vuelta, será por la presencia del equipo Israel Premier Tech, propiedad de Sylvan Adams, empresario cercano al gobierno de Netanhayu. Adams, presente en la carrera, no ha ayudado con sus ataques al gobierno de Pedro Sánchez o afirmando que no se podía esperar mucho de los vascos, ya que ETA era aliada de grupos palestinos en los años 70. Los organizadores han recordado cómo el equipo se clasificó gracias a sus méritos deportivos y, por tanto, no lo podían. La Unión Ciclista Internacional, a diferencia de lo que hizo con los equipos rusos, tampoco sanciona a los equipos de Israel. Así que la Vuelta decidió no hacer nada.
En los últimos días los ciclistas dudaban de que fuera posible acabar la prueba por los cortes de carretera y la presencia de miles de personas manifestándose. De hecho, habían votado entre semana que en caso de cortes de carretera lo dejarían, como ocurrió hoy. Algunas etapas, como la de Bilbao, se habían recortado unos kilómetros cuando los ciclistas ya subían el tramo final, pero nada comparado con lo vivido en Madrid, donde los manifestantes se han enfrentado con la policía entrando dentro de la zona delimitada con vallas. En total de 22 policías nacionales resultaron heridos con contusiones de diversa consideración, con dos personas detenidas. Otros 1.100 agentes de la Policía Nacional y otros 400 de la Guardia Civil habían sido desplegados para vigilar la etapa final.
Los incidentes han provocado un duro cruce de declaraciones políticas. Horas antes, el presidente español, Pedro Sánchez, había afirmado que tiene "admiración por el pueblo español que se moviliza por causas justas como la de Palestina". Sánchez también había mostrado su "reconocimiento y respeto absoluto" a los deportistas que participan en la Vuelta. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo aprovechó y se hizo invitar por el director de la Vuelta a Javier Guillén al coche de la organización. Después, ha acusado a Sánchez de provocar "una kale borroka" en la Madrid.
El alcalde de Madrid José Luís Martínez Almeida también ha alzado la voz: "Me parece increíble tener que ver que las calles de Madrid hayan sido cortadas y que La Vuelta no haya podido finalizar en Cibeles. La violencia ha vencido el deporte y hago responsable al presidente del Gobierno. En Madrid se ha desbordado la Vuelta a la vuelta de la etapa y ha desbordado el presidente del Gobierno. dar una imagen vergonzosa de nuestro país" decía Martínez Almeida. "Exigimos que el Presidente del Gobierno y el ministro de Interior condenen de forma firme a los violentos. Lo ocurrido es fruto y resultado del odio y la violencia que se animan de una forma irresponsable durante los últimos días por parte de dirigentes de la izquierda, por dirigentes del Gobierno y especialmente hoy por el presidente del Gobierno" ha añadido el alcalde. En las redes sociales, el líder del PP Alberto Núñez Feijoo también se ha sumado a las críticas.
El ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, también ha dicho la suya y ha acusado a Pedro Sánchez de incitar las manifestaciones: "La turba propalestina escuchó los mensajes incitadores y atacó la Vuelta ciclista. Así, se canceló el evento deportivo que siempre había sido motivo de orgullo para España". En cambio, la ministra y política de Sumar Yolanda Díaz Pérez ha explicado que "la sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la vuelta ciclista. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dig.
La última etapa era un recorrido de 106,6 km con salida a Alalpardo a las cuatro y media de la tarde para entonces dar diez vueltas al tradicional circuito por la Castellana con sus correspondientes diez pasos por meta. La organización de la Vuelta recortó 5 km esta última jornada por "motivos de circulación", para evitar pasar por la A-6. En la penúltima etapa, ayer sábado, una persona fue detenida acusada de atentar contra un agente de la autoridad en una de las concentraciones, una sentada a 18 km de la meta que obligó a parar por momentos la caravana de vehículos de la prueba y forzó a los corredores a sortear el corte de la vía.