Cinco años seguidos de ridículos en la Liga de Campeones

Todas las buenas sensaciones y expectativas generadas en los últimos dos meses después de que el sorteo emparejase al Barça con el PSG quedaron barridas en noventa minutos. Contra un conjunto parisiense sin Neymar ni Di María, los azulgranas no fueron capaces ni de competir la eliminatoria. En un Camp Nou vacío que se ahorró ver a miles y miles de caras abatidas (y, sobre todo, muy enfadadas), volvieron las sensaciones de las peores noches europeas.

Las heridas siguen abiertas y solo quedan cenizas de ese equipo que durante una época fue el espejo de todo el planeta fútbol. Con Pep Guardiola se tocó la gloria y, antes de la llegada de Josep Maria Bartomeu a la presidencia, el equipo todavía era una máquina competitiva que ganó un triplete en 2015 con Luis Enrique. El año 2010 Sandro Rosell heredó el que era el mejor equipo del mundo. En 2015 Bartomeu ganó las elecciones gracias al triplete.

Desde entonces, todo se ha ido destruyendo, acelerado por la marcha de Neymar, precisamente al PSG, el verano del 2017. Con millones y millones de euros en las manos de esa junta, los grandes fichajes han sido fracasos, se ha ido cortando el cuello de secretarios técnicos utilizándolos como cabezas de turco, se echó a Valverde de malas maneras y se trajo a Setién deprisa y corriendo. 

Mientras tanto, los ridículos en la Liga de Campeones, una competición que no perdona, se han ido acumulando desde esa derrota por 3-0 en Turín en abril de 2017, cuando el enfermo ya empezaba a presentar unos síntomas que se cronificarían a partir de la temporada siguiente en la derrota en los cuartos de final contra el Roma, también por 3-0. Después llegarían dos de las peores derrotas de la historia del club: el 4-0 de Anfield y el 2-8 sin precedentes del Bayern en Lisboa. 

Baño de realidad

A pesar de que ayer el PSG atropelló al Barça durante buena parte del partido, Koeman señaló el segundo tiempo. “En la segunda parte ellos han sido superiores y han tenido mucha efectividad, sobre todo por parte de Mbappé. Nosotros hemos tenido problemas defensivos y ellos han sido mejores con la pelota y, sobre todo, sin ella: físicamente nos han pasado por encima”, valoró el técnico azulgrana, que se defendió afirmando que están jugando con "chicos muy jóvenes" y que están en "un proceso de crecimiento".

“Cuando hemos marcado nos han empatado muy rápido. No hemos defendido bien la jugada. No hemos estado atentos”, lamentó también Koeman, a la vez que admitía las pocas opciones que tiene el equipo de remontar y aceptaba que, “a partir del segundo tiempo”, recibió un baño de realidad. “Han sido superiores. Ellos han hecho los goles y nosotros, a pesar de tener algunas oportunidades, no hemos hecho un buen partido, y contra un rival así tienes que hacer un partido casi perfecto”, dijo Griezmann por su parte.