BarcelonaMientras en las antípodas se juega un Mundial y en Sant Joan Despí las futbolistas comienzan la pretemporada, el directivo del fútbol femenino del Barça, Xavier Puig, duerme en un hotel de Las Vegas, última parada de la gira que el primer equipo masculino ha hecho las últimas dos semanas por Estados Unidos. El abogado, inseparable de Joan Laporta (tienen su sede profesional en el mismo edificio de la Diagonal de Barcelona), es uno de los 10 directivos que han acompañado al presidente en tierras estadounidenses. También cruzaron el Atlántico con el chárter oficial el vicepresidente primero, Rafael Yuste; la vicepresidenta institucional, Elena Fort; el vicepresidente del área social, Antonio Escudero; el vocal y portavoz adjunto Mikel Camps; el vocal y directivo del fútbol sala Aureli Mas; el vocal y directivo del balonmano Joan Solé; el vocal y directivo de fútbol Joan Soler, y el vocal adscrito al área económica Àngel Riudalbàs. A través de las redes, todos han documentado su experiencia en California, Texas y Nevada.
Ninguno de estos dirigentes del Barça ha pagado para acompañar al primer equipo a Estados Unidos. "Cuentan con una agenda justificada para viajar", argumentan en el ARA fuentes del club, al igual que los 26 trabajadores —incluidos altos ejecutivos— que se han desplazado a la costa oeste norteamericana y que las 60 personas que suman entre plantilla de futbolistas, técnicos y otros perfiles necesarios en el día a día de la primera plantilla (médicos, encargados de material, seguridad, staff de prensa, etc.). Después, hay un tercer grupo que ha completado el mismo itinerario que los expedicionarios oficiales. Familiares y amigos de directivos, trabajadores, técnicos y jugadores que volaron a Los Ángeles hace dos semanas y que regresarán a Barcelona con el móvil lleno de recuerdos propios de unas grandes vacaciones en Estados Unidos. La mayoría de ellos, sobre todo los más jóvenes, han compartido la experiencia vía Instagram, lo que ha despertado cierto malestar entre socios que no han visto coherente ese nivel de vida con las penurias económicas de la entidad.
Este diario ha confirmado a través de varios expedicionarios, así como de la empresa que gestiona los viajes del Barça, que estos acompañantes -más de 100, según algunas fuentes- han pagado una cantidad económica para coger los aviones y dormir en los hoteles. Sin embargo, el detalle del gasto es un secreto bien guardado. "Desde el club se facilitaron unas condiciones de viaje y una tarifa para cada uno de ellos, que han tenido que pagar por subir al avión y estar en Estados Unidos", apunta uno de los testigos consultados. "No puedo dar detalles, pero el régimen que hemos seguido es coherente con la situación del club", subraya un directivo de la gira. "No podemos dar cifras porque es un aspecto relacionado con nuestra política de viajes y requiere confidencialidad, pero todos los acompañantes han pagado el viaje, el alojamiento y los gastos personales", sentencian desde el entorno de Laporta. "Todo el mundo paga, pero es evidente que con unos descuentos muy importantes", asegura, por su parte, una persona cercana a la junta.
Matices entre Laporta y Bartomeu
El ARA no ha tenido acceso a los detalles del protocolo vigente, pero sí a la propuesta que el antiguo CEO Ferran Reverter impulsó en julio de 2021 para controlar un gasto aproximado de 13 millones anuales en viajes. En este documento se explicita, por ejemplo, que solo tres directivos podrán acompañar al presidente a los partidos de Liga. En cambio, se establece que las giras estarán "abiertas a todos los miembros de la junta" y que los primeros acompañantes se regirán por "un precio ad hoc siguiendo el mismo criterio que en los desplazamientos regulares, siempre que se viaje en vuelo chárter".
Siguiendo esta premisa, y con el código en la mano, no se les estará cobrando "ni avión ni alojamiento con early check-in y late check-out" y tendrán cubiertas "las tasas aéreas, los servicios de restauración adicional y los traslados" a cambio de 160 euros para los partidos de Liga con noche de hotel y 275 en los desplazamientos europeos: es decir, una parte de lo que en total asume el club por pack entero. En este protocolo no hay detalles sobre los acompañantes adicionales -en la actual gira, ha habido directivos con más de un familiar en el avión-, pero sí queda claro que "en caso de desplazamientos numerosos, el listado de 'asistentes será validado por el director general'. Hoy en día, de facto, esta función ejecutiva la cumple el propio Laporta.
En el Barça actual, todo el mundo que no sea plantilla, staff, directivo o trabajador del Barça paga algo por ir a la gira. En cambio, según el protocolo de la junta de Josep Maria Bartomeu, al que sí ha tenido acceso este diario, "un acompañante con vínculo familiar" sí tenía todo el gasto pagado. "Tenías que compartir habitación con esa persona, que normalmente era tu mujer —recuerda uno de los exdirectivos—, y si no, tenías que pagar hotel aparte". Lo que sí era más restrictivo era el número de dirigentes que podían ir con el equipo: un máximo de seis, así como el régimen para los acompañantes que se sumaban a la expedición. "Pagarán siempre el precio de socio o seguidor [...] Pueden comprar solo avión o el paquete completo. El precio del avión no variará aunque solo se use uno de los trayectos", dice el documento en cuestión.
Y el Real Madrid, ¿cómo lo hace? En esta gira promocional, la expedición blanca no ha superado las 70 personas entre jugadores, staff, directivos y trabajadores. Por su parte, el campeón de la Champions, Manchester City, solo cubre el desplazamiento en giras a los empleados esenciales más allá del equipo. Si quieren subir al avión, los miembros del board citizen deben pasar por caja. Nada que ver con el Barça, donde la frontera entre ir de gira y gozar de unas vacaciones subvencionadas es algo más lábil.