Cambio de filosofía en el Barça: el club no descarta abrir la puerta a los videojuegos violentos
La entidad quiere trasladar la sede de la sección de 'e-sports' a la empresa Asobu, de la que dejará de formar parte Enric Masip para evitar un conflicto de intereses
BarcelonaLa sección de e-sports del Barça, que empezó a dar los primeros pasos en 2018 bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu y que todavía no da beneficios al club azulgrana, actualmente compite en cuatro videojuegos: el EFootball PES, el Rocket League, el Hearthstone y el League of Legends. El club azulgrana pretende que los e-sports, que en los últimos tiempos han crecido de una manera muy acentuada en cuanto a las audiencias, se conviertan en una de las nuevas vías de ingresos del Barça. De hecho, la entidad prevé que esta forma de ocio, que cuenta con un gran público juvenil, siga yendo en aumento.
El club, sin embargo, ya está entrando en las primeras contradicciones. En el dosier informativo que el Barça publicó cuando en 2021 anunció la entrada en la Superliga del League of Legends, ya con Joan Laporta como presidente, explicó que en el desarrollo del proyecto de los e-sports la entidad se mantendría "fiel a los valores del Barça" y solo participaría “en juegos no violentos alineados con su marca y todo lo que representa, promoviendo, además, la igualdad de género y con el compromiso de contribuir a educar tanto al público como a los jugadores”. Esta intención también había sido manifestada previamente por el expresidente Bartomeu.
Ahora esta filosofía de no participar en juegos violentos se podría ver rota si en 2023, finalmente, el Barça acaba formando parte de la Challenger Rising de Valorant, la competición española de este videojuego de hero shooter (que consiste en un intercambio de disparos en primera persona). La Liga de Videojuegos Profesional (LVP), la organizadora de la competición, ha abierto un proceso de selección de candidaturas para cubrir las vacantes. La presentación de las propuestas de los candidatos finaliza este lunes, 31 de octubre, y entre el 1 y el 10 de noviembre la LVP valorará las ofertas y seleccionará a los equipos a los que adjudicará las plazas. “Estamos estudiando la opción de entrar en Valorant”, admiten desde el club azulgrana. “Pero todavía no está decidido que el Barça tenga un equipo”, puntualizan.
Por otro lado, con la intención de tener una ciudad deportiva adecuada a la apuesta de la entidad azulgrana por los e-sports, la sección se trasladó ahora hace aproximadamente un año al Barcelona International Gaming Center (BIG C), un espacio de poco más de 1.900 metros cuadrados ubicado en el barrio del Poblenou y que está dedicado a esta disciplina. De hecho, cuenta con un estadio propio donde, incluso, se disputó en 2021 una final de la Superliga de verano del League of Legends. En el BIG C han entrenado y han jugado sus partidos los equipos azulgranas durante el 2022. Pero, según ha podido saber el ARA, el Barça ha decidido dar un giro y buscar otro lugar para establecer esta sección del club.
Masip renuncia para evitar un conflicto de intereses
El espacio deseado es el Asobu eSports Experience, de unos 1.800 metros cuadrados y ubicado en el centro comercial SOM Multiespai (el antiguo Heron City) de Nou Barris. La instalación, inaugurada el febrero pasado, cuenta con cuatro estadios de e-sports (el más grande, con una capacidad de 120 espectadores) para poder disputar competiciones. El proyecto de Asobu, que previamente estuvo asociado con el Club Natación Sabadell, donde tuvo la primera sede, empezó a andar en 2019 y ahora funciona de la mano de los empresarios Joaquim Guasch, Roberto Expósito, Jordi Pagès y Carles Escolias. A las rondas de financiación que ha hecho Asobu también se fueron añadiendo algunos socios como Enric Masip, el excapitán del Barça de balonmano y que desde la llegada de Laporta tiene el cargo de adjunto a la presidencia del club azulgrana.
“Habrá traslado a Asobu, pero todavía sin fecha confirmada”, explican fuentes del club azulgrana al ARA. “Es cierto que está habiendo conversaciones y que actualmente no existe ningún espacio que pueda reunir las características de Asobu”, dicen, por su parte, desde la empresa catalana. Pero este traslado chocaba con el código ético del Barça, que advierte de lo siguiente en el apartado 4.6: “Este [el personal del club] tendrá que evitar en todo momento aquellas situaciones que puedan suponer un conflicto entre sus intereses personales y los del club, o que les permitan valerse de su posición en el FC Barcelona para obtener ventajas patrimoniales o personales u oportunidades de negocio”.
Es por eso que Masip, empleado del club en condición de asesor deportivo del presidente Laporta, la semana pasada decidió desvincularse del proyecto. Masip tenía un 3% de las acciones de Asobu. “Cuando vi que existía la posibilidad de que el Barça acabara en estas instalaciones opté por dejar de ser socio de la empresa”, explica al ARA él mismo. “Lo más normal es que la sección de e-sports del Barça vaya a Asobu porque no hay ningún otro recinto como este aquí”, añade el ex socio de la empresa.
El club azulgrana, antes de decidirse por Asobu, valoró también la posibilidad de que esta sección ocupara la pista de hielo, pero se descartó porque ahí está decidido que vaya el museo provisional de la entidad mientras duren las obras de remodelación del Camp Nou.