La cara B de las inscripciones de Joan Garcia y Rashford
El 'fair play' financiero es una pesada losa también para el Barça femenino y las secciones profesionales
BarcelonaLa junta directiva del Barça aprobó la pasada semana un aval de 7 millones de euros en una reunión extraordinaria. ¿El motivo? Corregir una desviación del presupuesto de la masa salarial de todo lo que no son jugadores ni primeros entrenadores del primer equipo. ¿La finalidad? Ayudar a desbloquear las inscripciones de Joan Garcia y Marcus Rashford a tiempo para el primer partido de Liga en Mallorca. Aunque se sabe desde hace tiempo que el cálculo del fair play financiero también tiene en cuenta los gastos salariales del cuerpo técnico del primer equipo masculino; de jugadoras y técnicos del femenino, del fútbol base y del resto de deportes, la entidad culé ha decidido poner el grito en el cielo con una normativa que considera "coercitiva" porque condiciona el registro de futbolistas del primer equipo masculino, motor económico y social de una entidad polideportiva.
El encargado de ofrecer explicaciones ha sido el responsable de deportes profesionales azulgranas, Xavier O'Callaghan, quien no ha precisado el origen de los 7 millones de exceso que, aún fuera de la regla 1:1, restan capacidad de inscripción al primer equipo. El ex jugador de balonmano sí ha eximido tanto al fútbol femenino como al de baloncesto de los 98 millones gastados sobre una previsión inicial de 91, pero no ha querido señalar ninguna partida por encima de las demás. En off, sin embargo, fuentes azulgranas reconocen que la desviación proviene de la masa salarial no inscribible del primer equipo, es decir, de miembros delstaff, de la dirección deportiva y de la estructura profesional que hay en torno a Hansi Flick, Lamine Yamal y compañía. Las secciones y el femenino han cumplido lo presupuestado, algo que va en contra de lo que se filtró la semana pasada desde dentro de la institución. Aunque no se ha admitido públicamente, el exceso corresponde en buena parte a las primas repartidas en el cuerpo técnico para ganar tres títulos la pasada campaña.
"La temporada 24-25 la Liga nos dio una masa salarial de todo el club, equipo de fútbol por un lado y el resto por otro, pero ha habido variables en el resto. La directiva avala esa cantidad para proteger las inscripciones del primer equipo. Si no se avalaba, la Liga nos retiraba capacidad de registro", declaró el ejecutivo barcelonista, que también vip del futuro Camp Nou, clave para que el Barça deje de derrapar con el fair play, es motivo de discusión entre el club y la Liga en cuanto a su interpretación. Con el estadio todavía en obras y 42 millones pendientes de cobro en el marco de esta operación, ni el auditor ni la patronal pueden dar luz verde al camino más corto para volver a la codiciada regla 1:1 (inscribirse por el mismo valor que se libera).
El Barça femenino, en una temporada clave
De las explicaciones de O'Callaghan se desprende que la prioridad del club es el primer equipo de fútbol y que mientras la normativa del fair play no deje fuera las secciones, éstas deberán ajustarse el cinturón. La máxima se mantendrá, por tanto, en el presupuesto de masa salarial de este curso. El baloncesto se quedará en 28,75 millones de euros, casi tres menos que la pasada temporada. Será la única sección que sufrirá un tijeretazo real, pero también es cierto que las mejoras en el fútbol femenino, el balonmano o el fútbol sala no concuerdan con la tendencia alcista de sus competidores. En el femenino, que este verano ha perdido músculo y debe negociar renovaciones de piezas clave como Alexia Putellas, el presupuesto salarial sube hasta los 13,75 millones, uno más que el pasado año. Sin embargo, el esfuerzo parece insuficiente para defender un legado que la Premier y el Olympique de Lyon quieren discutir a golpe de talonario.
"En ninguna sección seremos los que más vamos a gastar, pero con nuestra forma de jugar y nuestra política aspiramos a ser competitivos". Éste ha sido el mensaje de prudencia de O'Callaghan, que ha cifrado en 95 millones el presupuesto de masa salarial no inscribible de cara a este ejercicio. Habrá que poner el foco en los 32 millones que, dentro de esos 95, está previsto destinar en buena parte al cuerpo técnico no inscribible del primer equipo de fútbol, que es donde se ha producido el desvío en el último año. Por otro lado, tanto el femenino como las secciones confirman de nuevo que su futuro, al menos a corto plazo, irá condicionado a las posibilidades de éxito de la plantilla de Flick. Son el pariente pobre de un club incapaz de enderezar su situación económica cuando hace ya más de cinco años del colapso asociado a la pandemia de cóvido.