Así es el derribo del Camp Nou: "En otoño entrará un camión cada dos minutos"

Barcelona"Atención a las emociones", nos advierte el director de comunicación del Barça mientras los periodistas caminamos por el túnel de servicios que hay en la confluencia del gol sur con la tribuna del Camp Nou. La advertencia no es exagerada. La imagen queda grabada en la retina: es un Camp Nou apocalíptico. Donde estaba el césped del terreno de juego ahora hay grava, vallas, escombros y camiones. Y, si miras arriba, descubres que se ha derribado la mitad de la tercera gradería del estadio –desde el gol sur hasta la mitad del lateral– y que en las estructuras que quedan en pie prácticamente ya no hay asientos. De todas formas, aún aguantan algunos de los de color amarillo que formaron el lema "Més que un club" en la segunda gradería del lateral. Tres grúas enormes que trabajan en el interior del estadio y dos que lo hacen desde fuera completan el impactante paisaje.

"Ahora hay unas 400 personas trabajando en la obra y serán entre 1.800 y 2.000 cuando se empiece a construir la estructura del estadio el próximo año", informa Joan Sentelles, director de operaciones del Espai Barça, a los medios presentes durante la visita. Pero antes, desde este otoño hasta enero, explica que habrá "una punta de un camión entrando en el Camp Nou cada dos minutos". De momento, durante la fase de derribo (luego vendrán la de excavación y la de cimentación), llegará uno cada seis minutos. "Para reducir el impacto en la circulación de la zona hemos elaborado un plan de movilidad con el Ayuntamiento. Las entradas y salidas de los camiones se llevarán a cabo mayoritariamente por la avenida Joan XXIII y la avenida Doctor Marañón", continúa explicando Sentelles. "Solo entrarán por Travessera de les Corts en ocasiones muy puntuales", añade.

Calor extremo

La visita, en la que el club no ha permitido tomar fotografías ni vídeos, se ha hecho esta mañana de martes, uno de los días más calurosos que llevamos de verano. El casco, el chaleco y las botas obligatorias que los periodistas hemos tenido que llevar por razones de seguridad no han ayudado a permitir que el cuerpo pudiera refrigerarse adecuadamente. Es el mismo vestuario que los cientos de trabajadores de Limak, la empresa turca que se encarga de la remodelación del Camp Nou, deben llevar día tras día durante las jornadas laborales. Los más expuestos a la meteorología son los que trabajan en las gradas del estadio y en el terreno de juego. Allí no hay sombra que les proteja y algunos intentan atenuar el impacto del sol con un turbante bajo el casco. En cambio, otros se mueven por las bambalinas del recinto o por zonas exteriores donde la gigantesca estructura del Camp Nou contribuye a reducir un poco el calor mediante la sombra.

"El horario de trabajo debe estar entre las 8 y las 21 h de lunes a viernes, y dentro de ese margen se van adecuando los horarios y turnos según las condiciones meteorológicas", explica al ARA una fuente de Limak sobre las medidas que ha tomado la empresa por el calor. Además, informa que "el horario de funcionamiento de la maquinaria es entre las 8 y las 20 h y cualquier excepción se debe solicitar, debe estar justificada y debe aprobarla el distrito de Les Corts".

Las obras avanzan adecuadamente

"En general, la previsión de las obras la estamos siguiendo", dice durante la visita Luis Moya, el director de la oficina técnica del Espai Barça. "Hasta ahora no hemos tenido ningún contratiempo importante", apunta. Así, el club sigue convencido de que una parte del público podrá volver al Camp Nou en noviembre del 2024 para celebrar el 125 aniversario del Barça. El próximo cambio visual impactante que vivirá la remodelación del estadio azulgrana será el desmontaje de la marquesina de tribuna, la cual ya se está desmantelando desde el interior, que finalizará dentro de quince días. Para que esta obra sea posible hace semanas que se está derribando el parking soterrado de la explanada, que ahora mismo es un esqueleto sin carne. "El desmontaje de la marquesina es uno de los elementos clave y, por eso, se trata de una de las primeras actuaciones", explica Moya.

El calor desatado hace que haya menos curiosos de los habituales observando las obras del Camp Nou desde fuera del recinto. Pero la remodelación se hace notar. "Emocionalmente, da pena ver así el Camp Nou. Llevo 20 años pasando dos veces al día por la acera de Travessera de les Corts", comenta una vecina. Por otra parte, las obras han atraído la presencia de youtubers que narran el proceso. "Hemos detectado dos o tres que vienen casi todos los días", informa una fuente del club.