BarcelonaUn portero se resguarda en la esquina de una de las duchas del vestuario tras perder por 2-0 un partido de Premier League en Southampton el primer día del año 2015 a causa de dos graves errores suyos. Allí enciende un cigarro y se lo fuma. Considera que, escondido en ese rincón, ningún compañero de su equipo lo descubrirá, aunque todavía quedan algunos al otro lado del vestuario. Uno de ellos acabará explicándolo al entrenador.
El Barça ahora está a punto de fichar al protagonista de esta historia, Wojciech Szczesny (Varsovia, 1990), que ha vivido varias polémicas durante su carrera debido al vicio de fumar. La consecuencia del episodio recién relatado fue su salida del Arsenal en forma de cesión al Roma. Si no hay un giro de guion, el polaco, que a los 34 años estaba disfrutando de unas vacaciones en Marbella después de retirarse del fútbol profesional este verano al finalizar la Eurocopa, será el escogido por el club azulgrana para incorporarlo a la plantilla debido a la baja de larga duración de Ter Stegen.
Cuando jugaba en las filas del club londinense, su relación con Wenger tuvo tiranteces por culpa del tabaco y se rompió con los hechos de Southampton. "En aquella época yo fumaba con regularidad y mi jefe [Wenger] lo sabía perfectamente. Simplemente, él no quería que nadie fumara en el vestuario y yo lo sabía. Pero la emoción del partido hizo que me fumara un cigarrillo cuando el equipo todavía estaba dentro", admitió Szczesny en el podcast In lockdown sobre su acción tras perder por 2-0 ante el Southampton en el 2015. Seis años después, en el 2021, fotógrafos del tabloide inglés The Sun captaron imágenes de Szczesny fumando antes de un partido de su selección contra la española.
Más allá del grave perjuicio que tiene fumar para la salud de cualquier persona, este vicio tiene unos evidentes efectos negativos en el rendimiento durante la práctica deportiva. "La absorción de monóxido de carbono interfiere en la oxigenación de todos los tejidos, no solamente de los pulmones. Así, también llega menos oxígeno a los músculos", explica al ARA la doctora Cristina Martínez, jefa de l'Unitat de Control del Tabac de l'Institut Català d'Oncologia (ICO). "Te cansas más rápidamente. No hace falta ser un deportista de élite para notarlo. El primer beneficio que nota una persona que deja de fumar es que tiene más capacidad de hacer ejercicio físico. Y el ejercicio físico, precisamente, ayuda a superar el síndrome de abstinencia del tabaco", expone. Las endorfinas, en gran parte, tienen la culpa.
El último precedente de un fumador en el Barça
No hace falta ir demasiado atrás para encontrar a un futbolista del Barça que se haya declarado fumador públicamente. El francés Jérémy Mathieu, que jugó en el equipo azulgrana entre el 2014 y el 2017, se explayó sobre el asunto en una entrevista en el diario deportivo portugués Record, realizada poco después de marcharse del Barça, cuando ya jugaba en el Sporting de Lisboa."Soy una persona que siempre digo la verdad. Sobre el asunto de ser fumador, no soy el primer ni el último jugador que fuma. Cuando la gente me ve en el terreno de juego, se queda satisfecha. Para mí esto es lo más importante", se justificó. Además, atacó a la prensa española. "Con el tema de fumar me quisieron matar. Fumo. ¿Y? ¿Por qué no defenderé igualmente ese escudo con todo lo que tengo? Me da igual lo que piensen", sentenció.
Evitar la estigmatización
Fumar tiene un grave perjuicio para la salud, pero esto no da vía libre a la crítica feroz hacia las personas que tienen ese vicio, aunque sean figuras públicas. La mayoría de las veces se trata de una adicción muy fuerte de la que no logran desprenderse. "Las personas públicas que fuman también tienen sus problemas de adicción. Son personas. Seguramente empezaron a fumar antes de su rol actual. Lo último que debemos hacer es estigmatizarlas o ponerles una etiqueta", advierte la doctora Martínez. En cambio, hace énfasis en dedicar todos los recursos disponibles para ayudar a estas personas a dejar de fumar. "El 55% de nuestros pacientes del ICO lo logran", informa.
El gran ejemplo
Una de las mayores leyendas en Can Barça, Johan Cruyff, estuvo a punto de morir en 1991 a causa de una insuficiencia cardíaca en fase aguda. Para salvarle la vida fue necesaria una operación a corazón abierto. Los médicos explicaron que una de las causas principales del mal trago fue su adicción al tabaco. Tras ese susto, Cruyff dejó de fumar e incluso fue el protagonista de campañas publicitarias contra el tabaco. "Soy Johan Cruyff. Durante mi vida he tenido dos grandes vicios: fumar y jugar al fútbol. El fútbol me lo ha dado todo en la vida. En cambio, fumar casi me la quita", dijo el entonces entrenador del Barça en un anuncio de la Generalitat de Catalunya. Cruyff terminó muriendo en el 2015 con 68 años de un cáncer de pulmón.