Un Barça sin miedo a nada incendia la Liga
El equipo de Flick aprovecha el empate del derbi de Madrid y se lleva los tres puntos de Sevilla con un triunfo muy trabajado (1-4)
BarcelonaQue tiemble el enemigo. El Barça vive instalado en el optimismo y sigue recortando puntos a ambos equipos de Madrid. En Sevilla había que ganar, y se ganó, en un partido incómodo, duro. No suele ser fácil ganar en el campo del Sevilla, y, de hecho, los triunfos aún saben un gusto más dulce cuando ha tocado esforzarse y picar piedra. Si hace poco más de una semana parecía utópico que el Barça aspirara a la Liga, ahora es una realidad. La Liga depende de los hombres de Flick, ahora apenas dos puntos por detrás del Madrid. El Barça es un equipo empeñado en luchar por cada balón, cada partido y cada título. Lo hace los días que lo pasa bien y también los días que hay que picar piedra, como en el duelo de Sevilla, en el que acabó con un hombre menos por una roja en Fermín.
Después de ver cómo sus rivales de Madrid se sacaban de quicio entre ellos empatando, el Barça salió con hambre en el terreno de juego. Quería seguir los pasos del partido de Copa en Mestalla, terminando el trabajo rápido, pero no todos los rivales se dejan asustar tan fácilmente. El dominio azulgrana fue total de salida pero el Sevilla no se dejaba dominar fácilmente. García Pimienta, que durante años soñó con dar el salto de La Masia al banquillo del Camp Nou, entendía que había que renunciar a la posesión, apostando su suerte en las contras. El balón siempre era de un Barça en el que De Jong dejó a Casadó en el banquillo para jugar cerca de Pedri y Gavi. Era un equipo agresivo que movía el balón con velocidad, de un lado a otro, mareando a los defensas locales, como en la jugada en la que Nyland le negó el gol a Lamine Yamal con un gran paro a los siete minutos. Pero de este saque de esquina el Barça sacó balón. Los equipos deben cuidar la estrategia, y este Barça lo hace, con un movimiento en el que Raphinha e Iñigo Martínez hicieron el trabajo sucio para que Lewandowski demostrara que pese al paso de los años sigue moviéndose como nadie dentro del área rival.
Podía parecer que lo más difícil, hacer el primer gol, ya se había hecho. Pero cuando juegas con una defensa así de antemano siempre juegas al límite. Siempre juegas con fuego, como un artista de circo de aquellos que atraviesan el cielo sobre una cuerda. Sólo 25 segundos después de marcar el 0-1, el Barça recibió el empate cuando el Sevilla rompió el fuera de juego azulgrana por milímetros justo después de sacar de centro. La nueva pareja de centrales, formada por Iñigo Martínez y Araujo, reaccionó algo tarde y Vargas empató. Tocaba volver a empezar, con Araujo, de nuevo, apareciendo en la foto del dudoso fuera de juego, reclamando que él le rompía. El uruguayo, poco afortunado, no tuvo el día y se lesionó poco después al chocar con Saúl. Flick no tuvo más remedio que hacer entrar a Cubarsí a un partido que se había embarrado, con el Barça incómodo ante un Sevilla muy físico. Los andaluces siempre tenían dos hombres sobre Lamine Yamal y Raphinha, desconectando del juego a los mejores delanteros visitantes. Nunca es fácil ganar en el Sánchez Pizjuán, como iba descubriendo el técnico alemán. El partido estaba bien vivo, con Lamine Yamal que hacía una asistencia de espuela muy bonita en Kounde y Lukebakio que intentaba una chilena preciosa ante Szczesny. Con muchos encontronazos, gente por el suelo y pelotas perdidas. El Sevilla quería correr y el Barça sacar el balón. El resultado era un empate al descanso que no gustaba lo más mínimo a un equipo azulgrana con alma de líder.
En el descanso, Flick dio descanso a un Gavi demasiado revolucionado e hizo entrar a Fermín, uno de los que no suelen fallar. Y en apenas 50 segundos el andaluz marcó el segundo gol azulgrana rematando de cabeza un precioso centro de Pedri, quien dejaría detalles de su magia durante toda la segunda parte. El Barça volvía a mandar, aunque por un momento pareció volver a tropezar con la misma piedra, ya que Vargas marcó el empate cuando el Sevilla sacó del centro del campo. En este caso, sin embargo, en claro fuera de juego. No, el Barça no repitió los errores del primer tiempo y terminó el trabajo con un golazo de Raphinha poco después. Parecía que no era el día del brasileño, pero cuando el Sevilla protestaba un penalti inexistente se inventó un disparo como aquellos que llevaba años Rivaldo: seco y duro.
El partido parecía decidido, pero Del Cerro Grande, en la sala VAR, pidió revisar una dura falta de Fermín, que acabó expulsado con media hora aún por jugar. Una falta dura, pero sin pegar los tacos, de un jugador que veía la cara y la cruz en pocos minutos. Del gol a la roja. Tocaba apretar los dientes y resistir, pues. Y el Barça lo hizo, con el regreso de Dani Olmo, Pedri demostrando su talento y Eric aportando oficio en medio del campo, sin dejar pasar la gran oportunidad para acercarse aún más a sus rivales. Pese a tener un hombre menos, el Barça se permitió el lujo de hacer el cuarto con un cabezazo de Eric Garcia. La Liga no es una utopía. Todo lo contrario.
Sevilla 1-4 FC Barcelona
- Sevilla: Nyland; Juanlu, Badé, Kike Salas, Pedrosa (Marcao, 87'); Saúl (Manu Bueno, 75'), Gudelj (Akoumé, 75'), Sow (Suso, 63'); Lukébakio, Isaac Romero, Vargas (Ejuke, 63'). Entrenador: Francisco Javier García Pimienta.
- Barça: Szczesny; Kounde, Araujo (Cubarsí, 21'), Iñigo Martínez, Balde; Pedri, De Jong (Eric Garcia, 70'), Gavi (Fermín, 46'); Lamine Yamal (Gerard Martín, 89'), Lewandowski (Dani Olmo, 70'), Raphinha. Entrenador: Hansi Flick.
- Goles: 0-1 Lewandowski (7'), 1-1 Vargas (8'), 1-2 Fermín (46'), 1-3 Raphinha (55'), 1-4 Eric Garcia (89').
- Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité Canario) y Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño) en el VAR.
- Tarjetas amarillas: Saúl (16'), Gavi (37'), Isaac Romero (45'), Badé (67'), Hansi Flick (75'), Eric Garcia (81'), Marcao (88') y Suso (94')
- Tarjetas rojas: Fermín (60').
- Estadio: Sánchez Pizjuán.