BarcelonaLa amistad entre Manana Giorgadze y Joan Laporta tiene una solidez de 31 años. Ella, como jefa del gabinete de presidencia en este segundo mandato de Laporta, asiste a todas las reuniones y viajes importantes que tiene el presidente ejecutivo del Barça. “Cuando ella no está, a Jan le falta algo. Cuando está, Jan se siente cómodo”, explica al ARA una fuente cercana al mandatario. “Ejerce un cierto papel de consejera, pero nunca toma decisiones importantes”, añade. Esta amistad llevó en un primer momento a hacer que Giorgadze fuera la secretaria de Laporta. Después, en octubre del 2015, los dos se convirtieron en administradores solidarios de la empresa Kalkiama, dedicada a la actividad inmobiliaria. Giorgadze es la ex mujer de George Mikadze, que trabajó en el Barça en el primer mandato de Laporta mientras cumplía un tercer grado penitenciario por una condena por narcotráfico.
En este segundo mandato, la jefa del gabinete de presidencia, de procedencia georgiana, tiene la confianza máxima del presidente. Todas las carpetas importantes pasan por sus manos antes de llegar a Laporta. Quien quiere pedir cita con el máximo mandatario azulgrana lo más probable es que se tope con la frase “Habla con Manana”. Ella es el último filtro antes de llegar a Laporta. “A Jan le gusta su intuición”, sigue relatando la misma fuente cercana al presidente. “Tiene el club en la cabeza, igual que él. Nadie tiene tanto conocimiento de la situación actual de la entidad como ellos dos”, dice, por su parte, un trabajador del Barça. Además, añade: “Es el único miembro ejecutivo de confianza puesto por Laporta en este segundo mandato que es competente para el Barça”.
De hecho, ante la falta de un CEO desde la marcha de Ferran Reverter en febrero del 2022, explica que Giorgadze, en el día a día, “hace algunas funciones típicas de este cargo”. Con todo, fuentes del club apuntan al ARA que quien todavía se acerca más al papel de Reverter es Maribel Meléndez, directora del área corporativa. “Meléndez aglutina más departamentos, es más ejecutiva”, sentencian. Por su parte, Giorgadze “tiene más dedicación al ámbito institucional del Barça”. Convoca reuniones semanales con el departamento de comunicación, liderado por Àlex Santos, y relaciones institucionales y protocolo, con Jordi Gómez al frente. Además, gestiona ciertos conflictos internos que pueda haber. En este sentido, pone en práctica sus conocimientos de psicología, su profesión junto con la de lingüista.
Otra persona que ha trabajado con ella en el Barça, en cambio, afirma que Giorgadze “ejecuta decisiones, pero a distancia”. Para elaborar este perfil, el ARA ha recogido voces de cinco fuentes cercanas a la jefa de gabinete y a Laporta y todas han coincidido en una cosa: es la máxima persona de confianza del presidente dentro del club porque él sabe que nunca lo traicionará. “Confía en ella al 100%, más que en Enric Masip (adjunto a la presidencia) y en Rafa Yuste (vicepresidente deportivo y amigo de la infancia)”, apunta una de las fuentes. De hecho, recientemente Masip ha tenido una cierta tirantez con el presidente. El motivo, según explican desde el entorno de Laporta, es que el excapitán de la sección de balonmano “cometió el error de meterse con Xavier Puig [directivo responsable del fútbol femenino y gran amigo de Laporta] y con asuntos del femenino”.
Fichajes familiares y la lista del palco presidencial
A pesar de que las fuentes consultadas consideran a Giorgadze una gran profesional, hay ciertas decisiones que ha tomado durante el segundo mandato de Laporta que no han gustado a algunas personas de dentro del club. Una de las más destacadas son los fichajes de familiares suyos. Benny Magrelishvili, su sobrino, ha entrado en el gabinete de presidencia; y una de sus hijas, Paloma Mikadze, ha cogido el cargo de directora de estrategia digital del Barça después de haber sido la responsable de redes sociales y contenidos de la marca barcelonesa de moda nupcial Rosa Clarà. Paloma Mikadze es una influencer que suma 53.000 seguidores en Instagram.
Otra de las tareas de Giorgadze dentro del club es la elección de los invitados del palco del Camp Nou en los partidos del Barça en casa, conjuntamente con el propio Laporta y coordinándose con el departamento de relaciones institucionales y protocolo. Una persona que asiste a menudo al palco se queja, sin embargo, de que “hay partidos que hasta pocas horas antes de que empiecen no sabes si tendrás lugar o no”. Por otro lado, añade que “pasan cosas que no tendrían que pasar, como que esté casi vacío cuando empieza la segunda parte porque los asistentes se entretienen con el cátering o que haya invitados que se marchen 10 minutos antes de que acabe el partido”. Dos hechos, estos dos últimos, que se escapan del control de Manana Giorgadze, mano derecha imprescindible para entender –y a veces sostener– el segundo gobierno de Joan Laporta en el Barça.