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Si perdonas contra Simeone, él no lo hará: los apuntes en caliente del Barça-Atlètic

Derrota dolorosa en un partido con el que el equipo azulgrana, que merecía ganar, cierra un buen final de 2024

BarcelonaPedri puso la magia en un estadio demasiado frío, pero si perdonas contra el Atlético de Madrid, lo pagas. Qué forma de terminar un año en el que se había recuperado la ilusión gracias a Lamine, Cubarsí, Casadó, Pedri y Hansi Flick. Una derrota que duele, que te deja con un palmo de nariz, pero que no puede esconder que en los últimos meses se ha trabajado con acierto. Aunque ahora cuesta, hay que defender a estos jóvenes que se fueron al vestuario con cara de estar bien cabreados.

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Qué trompazo. En 2024 empezó mal y se cierra con una derrota de las que te deja cara de asno. Ahora, mirando a la clasificación no es el fin del mundo. Pero cuesta valorarlo con sensatez cuando pierdes el último partido del año de esa forma cruel. ¿Da rabia no ganar este partido? Claro. ¿Se perdonó demasiado frente a Jan Oblak? Cierto. ¿Se regala el gol del empate? Correcto. Pero si se perdió fue porque un equipo joven buscaba ganar el partido como fuese, y cedió espacios que el equipo de Simeone supo aprovechar. Mejor perder así que con prudencia. La racha es mala, pero no es necesario quemarlo todo.

¿Disfruta, Griezmann? Quizás acabe ganando su tercera Liga, quién sabe. Pero cuesta entender la prudencia de Simeone, un entrenador que hasta ahora nunca había ganado en el campo del Barça. Nunca. Ganó una Liga empatando, pero partidos, nada hasta hoy. Siempre parece contento con un empate, mientras espera el fallo rival. Cuesta entender que con el equipazo de que dispone siga jugando así. Sin embargo, los resultados le dan la razón. Aún entiendo menos a Griezmann. ¿Disfruta de estos partidos, un jugador con su talento? Triste regreso, el del francés. Persiguió a rivales, se cansó y fue sustituido. Pero lidera la clasificación.

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Robert, tenemos un problema. El polaco ha marcado un solo gol en los últimos seis partidos. Cierto es que no puedes pedirle que sea siempre el abrelatas, pero hay que recuperarlo, ya que los otros futbolistas tienen la pólvora mojada. Fermin parece al borde del ataque de nervios, Olmo ya no ve portería, Raphinha tampoco... De hecho, el problema es colectivo. Este Barça perdona cuando no debería hacerlo. Y cuando se perdona, claro, todo el mundo mira al polaco, que falló un remate solo a 15 minutos del final de forma sorprendente. Se le ve enfadado consigo mismo.

Un estadio sin corazón. Durante buena parte de un partido importante, contra el Atlético de Madrid, silencio en la grada. A veces se oían los gritos de los aficionados del Atlético y, de vez en cuando, algunos intentos de animar al Barça. Hay que encontrar una solución al conflicto entre la gradería de animación y la directiva. Laporta, como siempre, tira por el derecho sin mirar atrás. de hacer autocrítica con algunos comportamientos. Pero en general pagan justos por pecadores.