El plan B de Deco y una nueva misión para Flick
El Barça, a punto de hacer oficial la llegada de Marcus Rashford, cedido hasta final de temporada
BarcelonaMarcus Rashford es el segundo refuerzo del Barça para la temporada 25-26. El delantero inglés de 27 años aterrizaba el domingo por la noche en Barcelona y este lunes pasaba la revisión médica, el último trámite antes de que el club pueda confirmar su fichaje. Procedente del Manchester United, por falta de oficialidad, llega en condición de cedido hasta el final de curso y los azulgranas se reservan una opción de compra de 35 millones. El jugador y el presidente Laporta harán el acto oficial de la firma el miércoles, día en el que entrará también en la lista para viajar a la gira asiática de Corea y Japón.
La prudencia se ha apoderado del Barça. El caso Nico Williams es demasiado reciente para cometer en dos ocasiones el mismo error. Así que nada se ha dado por hecho hasta que Rashford ha recibido el visto bueno médico. Aunque con el futbolista inglés todo fue diferente, porque en esta ocasión él quería venir y el Manchester United estaba encantado de la vida de encontrarle una salida. Falta sólo la oficialidad y la fotografía con el presidente, que se ha aplazado hasta el miércoles por cuestiones de agenda, justifican en las oficinas barcelonistas.
Con Rashford llega el segundo, y probablemente el último, refuerzo del verano para el Barça. No era la apuesta más deseada por la dirección deportiva, pero sí la única que estaba al alcance de un club que hasta agosto no habrá vuelto a la regla 1:1 y que todavía tiene que trabajar para inscribir, además del delantero inglés, a los porteros Joan Garcia y Wojciech Szczesny. Desde el club transmiten tranquilidad y garantizan que el 16 de agosto, en el primer partido de Liga en Mallorca, todo el mundo estará inscrito.
Marcus Rashford, antes de Nico Williams y después de Luis Díaz
En el fondo, Rashford, un extremo de 1,85 m de altura y que destaca por tener un físico exuberante, siempre había sido el plan B de Deco. Antes incluso que Nico Williams, un extremo que no acababa de convencer al director deportivo azulgrana, en parte por las calabazas que dio el pasado verano y en parte porque esta temporada con el Athletic Club ha sido bastante discreta. Pero cuando su agente se ofreció, al presidente Joan Laporta –que inicialmente había negado su incorporación– se le iluminaron los ojos ante la posibilidad de fichar un nuevo icono mediático y completar al equipo con un buen amigo de Lamine Yamal. Todo lo que ocurrió después ya forma parte de la historia.
El jugador que realmente quería el Barça es Luis Díaz. El extremo colombiano se había cansado de Liverpool y buscaba una salida. Pero el club red no estaba dispuesto a soltarlo así como así. Le propuso una renovación contractual, un escenario que suponía un win-win para Díaz, puesto que tanto si se quedaba en la Premier como si venía a Barcelona pasaría a tener un salario superior. Por su parte, el Liverpool ya dejó claro que si se iba sería por una cifra millonaria, por encima de las posibilidades reales del conjunto azulgrana. Por último, la trágica muerte de Diogo Jota en un accidente de tráfico dificultaba aún más que el colombiano cambiara de club este verano.
Las negociaciones entre el Barça y el Manchester United han sido fáciles. Rashford fue un jugador ilusionante cuando debutó con 18 años de la mano de Louis van Gaal, pero desde entonces su fútbol sólo ha brillado en contadas ocasiones y en Old Trafford se han cansado. Protagonista de varias polémicas fuera de los terrenos de juego, el último medio curso lo jugó en el Aston Villa, donde marcó cuatro goles y repartió seis asistencias en 17 partidos. No tuvo suerte, porque en abril sufrió una lesión en los isquiotibiales, se perdió los cuatro últimos duelos de la temporada y cayó de la convocatoria de la selección inglesa.
Jugar al Barça, una reválida para Marcus Rashford
Para Rashford, jugar en el Barça es una reválida, una nueva oportunidad de brillar de nuevo en el mundo del fútbol. Además, va a parar a manos de un entrenador que se ha especializado en recuperar jugadores que parecían haber descarrilado. En parte por su disciplina física y en parte por su habilidad en la gestión de grupos y el trato personal con todos y cada uno de los miembros del equipo.
De hecho, Hansi Flick ya empezó este trabajo hace unos días, cuando las negociaciones con el United estaban suficientemente avanzadas. El entrenador alemán se puso en contacto con ellos para explicarle el modelo de juego que quiere aplicar al conjunto azulgrana y dejarle claro cuál será su rol. Inicialmente, debería ser el suplente de Raphinha en el extremo izquierdo, aunque es un atacante versátil que también puede jugar de nuevo o en la banda derecha. Esto supone un abanico de posibilidades para el entrenador, que esta temporada contará con cinco delanteros de referencia –Lamine Yamal, Lewandowski, Raphinha, Ferran Torres y ahora Rashford– además de Dani Olmo, que puede jugar de falso nuevo. Pese a las polémicas y dudas de si rendirá a Barcelona, Flick ha hecho saber al club que está contento con su llegada.