El ridículo del Barça
El anuncio de renovación de Nico Williams con el Athletic de Bilbao hasta 2035 ha pillado de sorpresa al Barça y ha generado el clásico debate, tan masculino, sobre si el club azulgrana ha hecho o no el ridículo. Según la versión que ya empieza a deslizar el club azulgrana -que está, uy, muy molesto- es que el agente es quien tiene la culpa. Que dicen que Félix Tainta no ha remado lo suficiente para que su representado terminara jugando con su amigote Lamine en el nuevo Camp Nou, vaya por dios. Resulta que después de viajar a Barcelona y reunirse con Deco se le ocurrió pedir garantías de que el Barça podría inscribirle. Pero bueno, ¿a quién se le ocurre? Si total, ya había podido comprobar que con Dani Olmo todo ha ido como la seda, ningún problema, ni un ruido siquiera.
Dani Olmo pudo debutar con el Barça tres jornadas después de que comenzara LaLiga gracias a que Christensen se lesionó y más tarde fue el CSD el que intervino con una cautelar después de una Nochevieja inolvidable. Vamos, que de fácil no tuvo nada y a quien se debe el agente de Williams es al jugador y no al Barça, así que teniendo en cuenta las circunstancias, los antecedentes y el historial de Joan Laporta y compañía, lo lógico es que pidiera garantías de que Nico podría ser inscrito y si no, quedara libre para fichar por quien quisiera. Garantías que el Barça ha sido incapaz de dar.
Después de que Laporta anunciara ante el Senado del club que estaban intentando un fichaje muy ilusionante, guiño, guiño, que Deco afirmara que el jugador quería firmar con el Barça y que desde Bilbao se informara que Tainta había comunicado al Athletic que Williams quería vestir de azulgrana, en el último momento, antes de poner la pasta correspondiente de la cláusula, el agente tuvo la ocurrencia de asegurarse de que no hubiera ningún problema para inscribirle, el muy turbio. Al parecer, eso cayó fatal en el Barça porque necesitaban que el futbolista diera un salto de fe, que dejara su casa, a su hermano y su club porque el presi siempre se saca un conejo de la chistera en el último momento, claro que sí.
El ridículo no es que Nico Williams les haya dado un portazo, sino que por tercer año consecutivo el FC Barcelona sigue sin hacer los deberes y con problemas para llegar a la regla del 1x1. Y que todo el mundo lo sabe, por cierto.