Barça

Ronald Araujo: una patata tan caliente que arde

El defensa uruguayo no se ha hecho un hueco en los planes de Hansi Flick y apunta a una salida

BarcelonaEn el Barça actual, dominado a menudo por la improvisación y los arrebatos, una simple conversación informal puede cambiar el destino de las cosas. Bien lo sabe Samuel Umtiti, que logró continuar en el club azulgrana tras enternecer a Joan Laporta en el despacho presidencial cuando Mateu Alemany llevaba algunas semanas trabajando soluciones para quitárselo de encima. También Frenkie de Jong, señalado por el ex director de fútbol culé como un futbolista demasiado caro por lo que aportaba, continuó en Barcelona gracias al gusto que el mandatario profesaba (y profesa) hacia su juego.

En virtud de otra de estas charlas de hombre a hombre, Ronald Araujo aceptó renovar con el Barça durante el mercado de fichajes de invierno. Hacía días que sonaba con fuerza su traspaso a la Juventus porque veía que no tendría presencia como titular en los planes de Hansi Flick, pero la lesión de Iñigo Martínez en la final de la Supercopa de España, combinada con los problemas físicos recurrentes de Andreas Christensen, cambió el guión. Las bajas le convertían de golpe en una pieza vital en unas semanas con mucha carga de partidos, y el director deportivo azulgrana, Deco, le convenció de la noche a la mañana para que diera marcha atrás.

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El central uruguayo, uno de los capitanes de la plantilla, firmó hasta el 30 de junio del 2031, pero al mismo tiempo pactó una salida amistosa para este próximo verano por 70 millones de euros, un valor de mercado muy por debajo de lo que reflejaba su última cláusula de rescisión (1.000 millones). Esta medida unilateral es temporal: sólo vale para los primeros diez días de julio. Sin embargo, en los despachos de la entidad no descartan tener que negociar incluso por debajo de esos 70 millones, ya que son conscientes de que pueden quedarse sin una buena venta si se pasan de frenado. Según cómo, puede ser contraproducente pedir demasiado dinero a cambio de un jugador que, lejos de revalorizarse en estos meses decisivos de competición, ha dejado importantes dudas sobre su rendimiento.

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Los errores capitales de Ronald Araujo en los grandes escenarios

Las últimas muestras de estos problemas de aclimatación en el escenario de riesgo defensivo permanente que plantea Flick nacieron en la tarjeta amarilla que vio a Iñigo durante la segunda parte del Inter-Barça. Para evitar disgustos, el alemán retiró al vasco, que era el mejor defensa culé sobre el césped del Meazza, y recurrió a Araujo, algo que automáticamente desplazó a Cubarsí al perfil izquierdo. El de Rivera llegó tarde en la marca del gol que forzó la prórroga, obra de Francesco Acerbi en el minuto 93 del encuentro. Mientras el veterano central lombardo celebraba la proeza sin camiseta, Araujo lamentó la poca contundencia de Gerard Martín con Denzel Dumfries en una situación que los árbitros no castigaron. Voces del vestuario consultadas por el ARA critican la permisividad de Marciniak, pero no disculpan la pasividad defensiva de Araujo: "Estaba fresco. No puede que nos empaten cuando él en teoría es un experto en los duelos en el área".

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Precisamente ese pecado es el que condenó al capitán barcelonista en el 4-3, obra de Davide Frattesi tras una maniobra previa de Marcus Thuram que no supo contener. Inquirido por esta jugada en la zona mixta, Araujo se sacudió las pulgas: "¿Cree que me falta contundencia? En el fútbol existen las coberturas, y así es como se solucionan estas situaciones". Implícitamente, por tanto, reprochó una falta de ayuda a los compañeros para minimizar la progresión de Thuram. Estas palabras, junto con el recuerdo de su roja directa en el Barça-PSG decisivo de la pasada temporada, fueron gasolina para que miles de usuarios le criticaran con mensajes en las redes sociales. Para silenciar una parte, desactivó la opción de comentar en su perfil oficial de Instagram.

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Jonathan Tah, compatriota de Flick y cliente del amigo Pini Zahavi, espera paciente la llamada del Barça; Eric Garcia se ha convertido en un multiuso cada vez más valorado, y Christensen tiene ganas de ser útil en un hábitat –la defensa– que ha llegado justo de fuerzas en el tramo final del curso, tal y como demuestran las lesiones musculares de Jules Kounde y Alejandro Balde. Con la Liga para decidirse, y definitivamente desbancado de la alineación, Araujo afronta semanas decisivas para su futuro, que cada día que pasa se aleja un poco más del nuevo Camp Nou.