Un 'skywalk', la última idea para el nuevo Camp Nou
El Barça incluirá una pasarela suspendida en el aire para contemplar la obra a 70 metros del suelo
BarcelonaNo es ningún secreto que la razón de ser del nuevo Camp Nou es catapultar los ingresos del club. La junta de Joan Laporta ya pensaba en su primera etapa en que la vida útil del estadio estaba agotada. También la de Sandro Rosell y la de Josep Maria Bartomeu. Pero han tenido que pasar muchos años para que el denominado Espai Barça empezara a tomar forma más allá de las maquetas. En este sentido, se han producido bastantes cambios desde la propuesta inicial de Pascual y Ausió, ganadora del concurso de arquitectura que convocó el club en 2017, aunque se mantiene la esencia de un proyecto que pretende aumentar la capacidad y mejorar la rentabilidad del campo, pero también poner en valor la obra original de Francesc Mitjans, inaugurada en 1957.
Las grúas empezaron a derribar la tercera gradería en junio del año pasado. Ahora bien, esto no quería decir que el proyecto estuviera terminado por completo. Se habían dibujado las líneas maestras pero faltaban algunos detalles por pulir. Nada nuevo en una obra de esa magnitud, ya que a medida que surgen pequeños imprevistos se van añadiendo soluciones sobre la marcha. Aunque también hay espacio para nuevas ideas que inicialmente no estaban previstas.
La entrada en escena de Lluís Moya dio un impulso al proyecto. El arquitecto catalán, considerado uno de los calculadores de estructuras más prestigiosos del país, se sumó al equipo con la llegada de Laporta en el palco. Sus compañeros de trabajo lo describen como una persona estricta y de trato difícil, aunque valoran su importancia a la hora de salir adelante de manera efectiva la construcción del nuevo Camp Nou, la obra civil más importante de Cataluña en actualidad.
De Moya dependerá la cubierta, que está pensada pero aún no definida al 100%. Y en la cubierta habrá una de las últimas ocurrencias de este doctor en arquitectura: uno skywalk. Es decir, un pasillo que sobrevolará el estadio y desde el que los aficionados podrán contemplar la majestuosidad de la obra.
Elskywalk fue una de las novedades más destacadas de la presentación que ha hecho esta semana el club en el Colegio de Arquitectos ya la que ha tenido acceso este diario. Moya fue, precisamente, el encargado de explicar algunos aspectos desconocidos del nuevo estadio, así como novedades referentes al ritmo de ejecución de unas obras que, si todo va como una seda –algo que algunos en el club ponen en duda– , permitirán que el equipo vuelva al Camp Nou antes de terminar este 2024, ponga fin al exilio forzoso (y ruinoso) en Montjuïc.
La cubierta, primer paso antes del 'skywalk'
A diferencia de los otros elementos arquitectónicos, éste skywalk todavía no cuenta con recreaciones virtuales. Tan sólo hay esbozos hechos a mano. Y es que antes hay que terminar la cubierta de 360° que tapará todas las localidades del estadio. Un proyecto de ingeniería que, como coinciden en decir algunos asistentes a la conferencia, en el club todavía no tienen claro del todo. Desde el Espai Barça aseguran que no tienen prisa por acabar de definirla, ya que ahora mismo la prioridad es acabar la estructura de la tercera gradería. Una vez hecho esto, los operarios podrán empezar a trabajar en la primera y segunda gradas, que son las que tendrán que estar totalmente terminadas cuando se vuelva a jugar partidos de fútbol en el Camp Nou, con una capacidad provisional de 60.000 espectadores .
Más adelante se harán los acabados de la tercera gradería y, finalmente, la cubierta, de la que sólo se saben las líneas maestras: que contará con un gran eslabón que dará la vuelta a todo el perímetro del estadio y que ésta conectará con una rueda interior gigante a través de unos tensores. Para construirla, se situará la rueda ovalada interior en el terreno de juego –ocupará la misma dimensión que la primera fila de asientos– y se irá tensando con unos cables hasta alcanzar su altura definitiva. A partir de ahí, se recubrirá para cobijar a los aficionados y se añadirán 18.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas.
Una pasarela no apta para quienes tienen vértigo
Pero esta pasarela, no apta para la gente que tiene vértigo, no estará disponible al menos hasta el 2026. La idea es que sea un pasillo de un metro y medio de ancho dentro de un tubo transparente de tres metros de diámetro. Los visitantes accederán por la terraza de la tercera gradería, caminarán por encima de la cubierta y harán un recorrido semicircular en una única dirección. A grandes rasgos, una construcción forrada de vidrio y curvada que puede recordar la que hay en el Aquarium de Barcelona para contemplar los tiburones, pero suspendida en el aire a unos setenta metros sobre el césped. O sea, la misma altura de un edificio de 24 plantas.
Será la guinda del futuro Camp Nou y uno de los grandes reclamos turísticos del estadio, que prevé facturar al menos 346,6 millones de euros cuando esté a pleno rendimiento. De éstos, casi 80 (79,8) deben llegar a través del museo y del tour. Sin embargo, desde el club piensan que con todas las novedades la cifra de facturación puede ser incluso superior.