Ellos nunca lo tendrán: los apuntes en caliente del Barça-Madrid de la final de Copa

BarcelonaRemontada del Barça en los morros del Real Madrid (3-2) llena de éxtasis para soñar con el triplete. A continuación, los apuntes en caliente de la final de Copa.

Ellos nunca lo tendrán. Que se gasten todos los millones que quieran, que nunca tendrán una cantera como la del Barça. El fútbol es piel. Emoción. Pasión. Sentir los colores, amar un escudo y dejarte la piel por los miles y miles de aficionados que se han rascado el bolsillo para venir a animarte a una final. Pocas rivalidades más carismáticas existen en el mundo como la de un Barça-Madrid y, aquí, la diferencia de talento de los jugadores de la casa fue abismal. Lucas, Asencio y Fran están a años luz de los Lamine Yamal, Cubarsí –que hizo un partido descomunal–, Olmo, Fermín y compañía... La Fábrica nunca será La Masia.

Ensuciar una final. Estaban cagados y desviaron la presión hacia los árbitros con una maniobra ridícula. Dinamitar la previa de una final, cancelando todos los actos con la RFEF y amenazando con no presentarse... Todo para acondicionar a los árbitros. Lo peor es que les salió bien: amarilla por un placaje de Rüdiger en Olmo, perdonada; batacazo de Asencio a Olmo, perdonado; posible penalti por manos de Valverde, ni revisarlo; bofetada de Ceballos en la cara de Lamine Yamal, nada; posible penalti de Ceballos contra Cubarsí y otro sobre Ferran, ni mirarles... ¡para rematarlo con un penalti anulado a Raphinha! Victoria contra todo. ¡Que aprendan!

Lamine Yamal, Ferran Torres y... Kounde. Es un escogido. Y es nuestro escogido. Da igual que antes de la final apareciera con el pelo teñido de amarillo si después hace el partido que hace. Es un adolescente y los adolescentes hacen cosas así. ¿Y cuál es el problema? Él decidió cuándo detener el tiempo, parar las pulsaciones disparadas de una final ante el Real Madrid, atraer a tres defensores blancos para acabar cediendo el balón para el golazo de Pedri. También asistiría Ferran para el 2-2. Ha sido la Copa del valenciano: decisivo en la semifinal –marcó el 0-1 en el Metropolitano–, volvió a mojar en la final. Kounde desataría la euforia.

Gracias, Hansi. Nadie, absolutamente nadie, pudo imaginar que a estas alturas de la temporada el equipo iría primero a la Liga, estaría clasificado para unas semifinales de la Liga de Campeones seis temporadas después y llegaría a la final de la Copa. Después de una primera parte para enmarcar, el Barça pagó caro no haber sentenciado y tono. Los azulgranas, de nuevo, sacaron fuerzas y energías para remontar. En un puñado de meses, Hansi Flick ha devuelto el alma al equipo y la ilusión a toda la afición. El corazón del Barça vuelve a latir fuerte y se puede soñar con el triplete.