Barça y Lamine seducen con un Gamper redondo (5-0)

Sant Joan DespíEl nuevo Barça ya camina manteniendo encendida la llama de la ilusión de la pasada temporada, pero lo hace por escenarios periféricos. A la espera del regreso a la tierra prometida del Camp Nou, el equipo azulgrana se presentó en el Johan Cruyff con una nueva edición del Trofeo Joan Gamper extraña por los pocos espectadores, por el escenario y por un rival que se deshizo como un cubito estos días de calor (5-0). El Barça se zampó al Como de Cesc en 45 minutos y todo el mundo pudo ver que a Lamine Yamal llevar el dorsal 10 le sienta bien. Este equipo se carga de razones para soñar, jugando cómo juega. Y el nuevo dorsal 10 se lo pasa pipa, seduciendo con su juego y esa carcajada de travieso.

Flick, consciente de que las segundas temporadas suelen ser complicadas, como decía Cruyff, prometió "trabajar fuerte y sin excusas" en una jornada en la que uno de los protagonistas no jugó: Ter Stegen. El guardameta quiso hacerse perdonar los pecados con un discurso conciliador bajo la mirada tranquila de un Laporta que sonreía. Tras recibir algunos silbidos cuando saltó al terreno de juego, el guardameta acabó recibiendo aplausos después de decir: "Personalmente, creo que ha sido importante solucionar el tema entre el club y yo, y ahora es momento de mirar adelante". De hecho, se ofreció para ayudar a los nuevos fichajes, uno de ellos un Joan Garcia titular y con poco trabajo contra los lombardos. En el descanso, el Barça ya goleaba 4-0. Este equipo no necesita despeinarse para golear.

Era un Gamper con caras nuevas, como Rashford, titular en ataque junto a Raphinha y Lamine Yamal. El inglés jugaba ahora en banda, ahora de delantero centro, mostrando carácter y perdonando a portería vacía lo que pudo ser el 5-0. Sin Iñigo Martínez, Araujo hacía de central junto a Cubarsí, en un equipo en el que Fermín demostró que siempre está a punto marcando los dos primeros goles con dos disparos secos aprovechando la buena presión de un equipo que parece hambriento. Si hace un año el Gamper fue un naufragio ante el Mónaco, esta temporada fue un baño y masaje de un equipo que no puede dejar de marcar goles. Raphinha y Lamine Yamal hicieron uno por barba antes del descanso.

Parecía como si el equipo tuviera prisa por volver a competir, por empezar a trabajar para cerrar la herida de San Siro. Este Barça anima como un amor de verano cuando eres joven. Pero trabaja fuerte, tal y como quiere Flick. Y tiene fondo de armario, con jóvenes listos esperando su momento. En la segunda parte, Lamine Yamal se encargó de hacer el quinto como si todo fuera un juego de niños, con esa carcajada traviesa ante los vips presentes en el campo, como la cantante Nicki Nicole. Como suele ocurrir en estos partidos, entre los cambios, el calor y que ya estaba sentenciado, la segunda parte no fue nada del otro mundo. El Como oraba por no recibir más goles en un partido donde recibió un bonito homenaje Sergi Roberto, capitán de los lombardos en el Gamper.

Un torneo que escogió a Fermín como mejor jugador y acabó con otro buen gesto de Ter Stegen, quien fue el primero en felicitar a Joan Garcia por su partido. Este Barça mantiene viva la llama y anima a unos aficionados que llenaron el Johan Cruyff con muchas familias, turistas y quienes pagaron localidades vip a 500 euros. Una cifra alta, pero ver a Lamine Yamal con el dorsal 10 haciendo de sus a cuatro pasos quizás lo vale. Este Barça parece listo para despegar aún más.