Barcelona"Mi primer triunfo en el Santiago Bernabéu fue un día muy especial. Nos permitió creer todavía más en nosotros mismos". En abril de 2004, ahora hace dieciocho años, Xavi Hernández entendió el movimiento de la defensa del Madrid, bastante avanzada para atacar a su espalda. El de Terrasa tenía la pelota en los pies y dirigía una contra. Cuando vio a Ronaldinho solo, le pasó la pelota. Y, a continuación, se situó a las espaldas de los defensas blancos. El brasileño elevó la pelota como si su bota fuera una cuchara, como había hecho Michael Laudrup en 1993 en el campo del Osasuna para asistir a Romário. La pelota, cayendo del cielo, llegó a Xavi, que viendo de reojo como Iker Casillas salía a eclipsarlo saltó para pasarle la pelota por encima. Era el gol del triunfo del Barça, que hacía unos cuántos años que no derrotaba al Madrid. Era el gol que marcaba el inicio de una nueva época. Y que ponía el último clavo en el ataúd del Madrid de los galácticos.
Xavi Hernández vuelve al Santiago Bernabéu, donde las ha vivido de todos los colores. En una entrevista al ARA en 2011, el ahora técnico del Barça recordaba sus primeros años como jugador: "Quiero ganar siempre. En parte porque es muy duro jugar en el Camp Nou cuando las cosas no van bien y sientes que la afición no está contenta. No se lo merecen y sufres". Cuando en 2004 el Barça de Ronaldinho y Rijkaard ganó en el Bernabéu, el Madrid venía de una larga racha de triunfos sobre el Barça, uno de los cuales fue en una eliminatoria traumática de Champions en la que, liderados por Zidane, los blancos ganaron en el Camp Nou un día de Sant Jordi. Xavi vivió aquellos tiempos duros. Y fue uno de los líderes del renacimiento en aquel primer curso con Joan Laporta de presidente. Después de una primera vuelta complicada, el Barça reaccionó y casi gana la Liga. La noche anterior al partido, Laporta, charlando con la prensa, se mostró optimista. "Ganaremos, seguro. Esto ha cambiado". Sí, soplaban vientos de cambio. El triunfo certificó que el proyecto era sólido. Que había fundamentos para levantar un proyecto ganador a pesar de haber llegado a estar a dieciocho puntos del Madrid y haber sufrido goleadas humillantes en Santander y Málaga. Al final, el Barça no pudo ganar una Liga que se llevó el Valencia, mientras el Madrid, que había liderado el torneo cómodamente, perdió la fama de imbatible y acabó cuarto. Una temporada más tarde ya sería barrido del terreno de juego por un nuevo Barça. En la directiva del Barça actual se habla mucho de aquella temporada 2003-04. Ven puntos en común: de la tormenta a tener el viento a favor. Tener la sensación de que este curso marca el camino para triunfar en el futuro. Pero, para hacerlo, hay que hacer frente en el Bernabéu, como aquel abril de 2004. De momento, en el primer precedente con Xavi en el banquillo, en las semifinales de la Supercopa de España, el Barça ya se quedó a nada de eliminar a los blancos y cayó en la prórroga.
Xavi jugó un total de 42 partidos contra el Madrid. Ganó 17, empató 12 y perdió 13. Casi siempre como titular, en 38 ocasiones. Además, dio 8 asistencias y marcó 5 goles, el primero en un empate en la Liga en 2002 en el Camp Nou, en el que Zidane marcó el gol madridista (1-1). Después vendría su famoso gol en el Bernabéu de 2004, el primero de la goleada del Barça de Guardiola sobre el Madrid de Mourinho por 5-0 en 2010, un gol en el Bernabéu en un triunfo por 1-3 en 2011 en la Liga y un último en un triunfo por 3-2 en la Supercopa de 2012. Más allá de los goles, ha jugado partidos memorables, como el triunfo por 0-2 en la Champions League, con dos goles de Messi, cuando controló el juego tocando la pelota más veces que nadie.
El ascenso de 1998
Pero la rivalidad con el Madrid había empezado antes. De hecho, cuando en 2004 ganó en el Santiago Bernabéu, Xavi ya sabía qué era imponerse en el estadio de la Castellana porque en 1998 había formado parte de la plantilla del Barça B que subió a Segunda después de derrotar al filial madridista por 0-2 en un partido de la fase de ascenso. Entonces el sistema era una liguita con cuatro equipos y la anterior jornada el Barça B de Josep Maria Gonzalvo había goleado por 5-0 a los madridistas en el Miniestadi. En Madrid, para subir tenía bastante con un empate, pero se impuso por 0-2. "Teníamos una generación de jugadores magnífica, sabíamos jugar a fútbol como nos gusta, la gente disfrutaba viendo a aquel Barça B", recordaba Xavi en Barça TV hace algunos años. Acompañado de Puyol, Jofre, Luis Garcia, Gabri y Arnau, el filial azulgrana no sufrió la presión de los 30.000 forofos del Madrid presentes en el Bernabéu y consiguió el ascenso bajo la mirada de Louis van Gaal, técnico del primer equipo, que celebró la victoria en el palco. Tanto que el presidente blanco Lorenzo Sanz lo llamó: "¡Vete a gritar a tu casa!". Josep Maria Gonzalvo, técnico de aquel equipo, recuerda como Xavi se enchufaba todavía más en partidos importantes como aquellos: "Siempre ha sido muy competitivo y ya entendía el juego a la perfección".
Xavi, que se ha criado quierendo al Barça, hijo de un exjugador del Barça B que lo llevaba al Camp Nou cuando era niño, siempre ha disfrutado con la rivalidad del Madrid. Y no se ha escondido cuando toca hablar, incluso pinchando a los blancos: "Hacen faltas como animales y después se quejan si los expulsan", decía en 2012; "Que un club como el Madrid deje el césped alto y seco es increíble. A mí me gusta jugar contra rivales que quieren jugar a fútbol, intentando marcar. Ellos solo quieren hacer faltas", decía en 2011, en plena época de la gran rivalidad entre Guardiola y Mourinho. El propio Xavi, que se enemistó temporalmente con compañeros de vestuario en la selección como Iker Casillas, admite que fueron unos años de mucha tensión. Ahora hay menos, en parte porque Ancelotti no es Mourinho. Y porque el escenario se parece más a aquel de 2004. Xavi vuelve al Bernabéu. También Laporta, después de colgar la famosa lona donde afirmaba que tenía ganas de volver a verse con el Madrid durante la campaña electoral. Ha llegado el día del regreso al Bernabéu, después de jugar el último clásico en la ciudad deportiva Alfredo Di Stefano. Y es un Barça muy diferente del de las últimas temporadas. Es el Barça de Xavi.