El Manchester City se inmola en los minutos finales y cae ante el Real Madrid

BarcelonaManchester City y Real Madrid ponían de manifiesto sus urgencias en un duelo de dieciseisavos de final en el que, a priori, ninguno de los dos equipos debería haber estado. Ni ingleses ni madrileños hicieron bien los deberes en la fase previa y eso les obliga ahora a jugar una eliminatoria a doble partido en la que los blancos consiguieron un gran botín en su visita al Etihad (2-3). El conjunto de Pep Guardiola iba mandando en el marcador a diez minutos del final, pero dos fallos en los últimos compases permitieron a los blancos llevarse el triunfo hacia Madrid, donde se jugará la vuelta.

La primera mitad fue un reflejo de la situación de ambos equipos, con inseguridades, dudas, pero también buenos minutos a ambos lados. El City, valiente, salió a pellizcar arriba al Madrid. Los blancos empezaron incómodos, pero supieron animarse y empezar a encontrar las costuras defensivas de un conjunto local que se supo sobreponer a los peores momentos del primer tiempo. Los de Ancelotti fueron los primeros en oler el gol, con tres acciones de peligro prácticamente consecutivas, pero entre los paros del guardameta brasileño Ederson, un fuera de juego que evitó un penalti a Vinícius y la poca puntería de Mendy, el City pudo sobrevivir a las embestidas iniciales de los madrileños.

Los de Guardiola no solo supieron sufrir, sino que reaccionaron de la forma más dulce posible: con un gol. Buena salida de pelota, de esas que recordaban los tiempos en que el conjunto citizan brillaba, que acabó con Grealish sirviendo un balón en el corazón del área que Gvardiol, con el pecho, cedió para que Haaland acabara con una de las pocas lufas que le perseguía: el noruego nunca había marcado en el Real Madrid. Este registro ya está borrado, porque el ariete del conjunto inglés remató con la izquierda a quemarropa para introducir el balón en el fondo de la portería defendida por Courtois. El gol no estuvo exento de suspense, porque se necesitaron hasta cuatro minutos de revisión del VAR para decretar que no estaba fuera de juego.

La mala suerte con las lesiones sigue acosando al City. Grealish, que vive una temporada complicada en Manchester y que seguramente será uno de los jugadores que abandonará al equipo al final de este curso, tuvo que pedir el cambio. Foden, otro futbolista que no acaba de encontrar la regularidad de tiempos pasados, fue su sustituto. Con el gol, los locales recuperaron la autoestima, pero el Madrid no se encogió y Vinícius envió un disparo al palo. Los de Ancelotti supieron volver a poner el miedo en el cuerpo de los ingleses, que también dijeron el suyo con un remate al larguero de un Akajani que también acabaría pidiendo el cambio por lesión en el descanso.

El City se iría al vestuario mandando en el marcador y respirando aligerado porque Mbappé envió un remate franco a las nubes justo antes del final de la primera mitad. En la reanudación, la madera volvió a ser protagonista. Esta vez, negando el gol a Haaland, que habría firmado un doblete. La respuesta del Madrid fue un remate desviado de Rodrygo y un disparo al primer toque de Mbappé que detuvo con una gran intervención a Ederson.

Mbappé empata con la tibia

Las cosas empezarían a torcer para el City cuando se cumpliría la hora de partido. Tras un lanzamiento de falta, rechazado por la defensa, Ceballos sirvió un caramelo en el área que Mbappé, rematando de forma muy defectuosa con la tibia, acabaría convirtiendo en el empate. El tanto del francés reabrió las heridas de un City que se convertiría en un flan. Empezaba el asedio. Ederson, que dudó en la salida, acabó haciendo gigante para detener un mano a mano en Bellingham.

Con suerte, el City supo reponerse cuando más herido estaba. Ceballos, pardillo, hizo un penalti clarísimo a Foden rozando la frontal del área. Ahora sí, Haaland pudo firmar el doblete. Parecía que el conjunto de Pep Guardiola recuperaba la fe. Pero nada de eso. Un fallo en la salida de balón de Ederson acabó con el empate de un ex del conjunto inglés, Brahim. La herida sería aún mayor, un descuido defensivo y una mala salida del portero brasileño acabaron con el tercero, obra de Bellingham. La vuelta a Madrid puede ser un infierno para el City.