Waterpolo

Ganar la Champions con tu hermana: "Con una mirada nos entendemos"

Ariadna y Elena Ruiz Barril, internacionales con la selección estatal, brillan en el Sant Andreu de waterpolo, donde buscan seguir ganando títulos

Barcelona"Llegamos a la conclusión de que era mejor jugar juntas", bromean Ariadna Ruiz (Rubí, 2002) y Elena Ruiz (Rubí, 2004). Casi siempre han jugado juntas, pero durante un breve período de tiempo se enfrentaron en la liga de waterpolo. Duró poco. "Es que nos entendemos con una mirada. O ni eso. Dentro de la piscina a veces crees saber qué hará una compañera, pero no siempre aciertas. Quizás le pidas la pelota... Con ella no pasa, no hay que pedírsela. Es como telepatía. Pienso qué hará y, efectivamente, lo hace", dice la hermana pequeña sobre la mayor. Y Ariadna hace que sí con la cabeza.

Las hermanas Ruiz Barril se han hecho un hueco en la élite del waterpolo mundial. Como ya hicieron las hermanas Anni y Clara Espar, llegaron a la selección juntas. Han cruzado medio mundo para participar en Mundiales de Singapur en el Golfo Pérsico. Su palmarés impresiona, aunque es muy joven. La pasada temporada fueron clave para dar al CN Sant Andreu su primera Liga de Campeones en el Pireo (Grecia) con una gran remontada en la final contra el CN ​​Sabadell. Precisamente el club donde Elena ya había ganado la Champions un año antes. Para Ariadna, en cambio, era la primera. Este fin de semana buscarán seguir ampliando su palmarés con la Supercopa de Europa. Las andreuenses disputan por primera vez la final de este torneo contra las neerlandesas del ZV de Zaan en su piscina Pere Serrat el domingo a las 14 h. "Jugar en casa es bonito, podrá venir toda nuestra gente, como las niñas que entrena Elena", dice Ariadna. Sí, Elena, además de ser la goleadora del equipo, entrena al equipo femenino benjamín. Compiten sin cesar y estudian. Elena hace ciencias de la actividad física y Ariadna, enfermería. Cuando reciben el ARA en las instalaciones del Sant Andreu, ella llega volando a realizar las prácticas en el Hospital de Sant Cugat. No paran quietas.

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El waterpolo es su vida. Herencia de la madre, que fue una de las pioneras de este deporte en el Club Natació Rubí. "Empezamos a hacer cursos de natación. Nos llevaron a aprender a nadar que debíamos tener un año. Siempre hemos nadado. Y un entrenador nos ofreció probar el waterpolo. La madre estaba encantada y lo probé primero yo", explica Ariadna. "Después me convenció a mí, porque primero yo decía que no. Y seguimos juntas hasta ahora", añade Elena. Ambas aún viven en Rubí y suelen pasar por el CN ​​Rubí para entrenar en días de fiesta o ver amigos. Aquel club es "una familia al 100%, donde la gente se conoce", una entidad de la que han ido surgiendo buenas jugadoras en los últimos años, como estas hermanas nacidas en una casa "donde se mira mucho deporte". Pero todos los deportes. "Con papá se enciende la televisión el fin de semana y vamos encadenando deportes, de las motos a lo que sea, de la mañana hasta la noche. Él había jugado a baloncesto en el Espanyol hace años, es de esos que mira todas las disciplinas de los Juegos por la tele". En verano del 2024 los Juegos pudo verlos en directo en París, ya que Elena fue clave en la medalla de oro de la selección española. "Un momento mágico", explica la máxima goleadora del equipo. Con 16 años, la hermana pequeña ya había ido a los Juegos de Tokio, donde había sido capaz de marcar cinco goles en su primer partido y se llevó la plata. "Siempre se me ha dado bien marcar, me sale", dice como si nada fuera del otro mundo.

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Hace un año, en las gradas de las piscinas de La Defense, estaba la hermana mayor viendo cómo Elena tocaba el cielo con el primer oro olímpico del waterpolo español. Ariadna había estado a un paso de ser seleccionada, pero fue la última en quedar descartada de la lista. Se quedó a un paso. Había ido a los Mundiales de 2022 y 2023, así que creía que podría ser olímpica, por fin. No fue así. "Fue un duro golpe. Costó. Pero cuando te ocurre algo así, tienes que analizar qué ha pasado y trabajar para mejorar. Decidí que volvería a la selección como fuera", dice. Dicho y hecho, este verano ya ha ido al Mundial, donde España ha ganado el bronce, aunque ambas prefieren no hacer volar palomas cuando les preguntas si se imaginan juntas en los Juegos del 2028. "Queda demasiado. Si quieres estar, debes competir bien cada día. Así que nos centramos en lo que toca", razona.

Ahora juegan juntas en la selección y en el CN ​​Sant Andreu, donde han renovado hasta el 2028. Algunos años, sin embargo, fueron rivales. "Jugamos juntas en el Rubí y luego nos separamos. Seguíamos viviendo juntas, pero en la piscina éramos rivales. Pero lo mejor es competir en el mismo equipo, porque tenemos esa conexión especial. Tenemos telepatía", dice Elena, que brilló en el Sabadell del 2022 al 2023. Ariadna fue ya Sant Andrea club. "Tenemos un buen equipo, si nos defienden a nosotros dos, muchas compañeras pueden marcar. Este año hemos tenido algunos cambios en el equipo, llegan tres extranjeras nuevas. Las prendas encajarán y podremos competir en una temporada que será divertida, porque el CN ​​Sabadell siempre está, con un equipo nuevo, pero siempre compiten. Y el CN ​​Mataro ha fichado. Es bueno para los espectadores y para potenciar la liga", explica Ariadna.

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El Sant Andreu llega a la cita con el orgullo herido, tras perder la final de la Supercopa española contra el CN ​​Sabadell. "Fue un duro golpe, pero nos da un plus de motivación. Llegamos jodidas, pero debería servirnos para llegar a nuestra mejor versión", dice Ariadna. "El hambre de Victoria nunca lo hemos perdido. Somos un equipo que ha ganado finales que parecían perdidas, tenemos una mentalidad fuerte. Ahora, mejor si no debemos remontar porque es un sufrimiento", añade Elena. Cuando pierden un partido, ya piensan en cómo ganar lo siguiente.