Fútbol

Honey Thaljieh, futbolista de Palestina: "El fútbol puede servir para intentar detener el genocidio"

Impulsora y ex jugadora de la selección femenina de su país, reivindica el poder del fútbol en conflictos como el de Gaza

Honey Thaljieh, futbolista y activista palestina, cofundadora de la selección femenina de Palestina, retratada en el Hotel Gallery de Barcelona
08/10/2025
4 min

BarcelonaHoney Thaljieh (1985) ama el fútbol con locura. De pequeña salía a las calles de su Belén natal, una de las ciudades más antiguas del mundo (donde se cree que nació Jesús) persiguiendo un balón. Entonces sólo era un juego. Rodeada de niños, dejaba claro que no se arrugaría por ser una niña. "Los palestinos amamos con locura al fútbol", explica esta mujer que se define como palestina, árabe, cristiana y futbolera. Ella fue una de las grandes impulsoras de la creación de la selección nacional palestina femenina y ahora es la primera mujer de Oriente Próximo que trabaja en la FIFA. Thaljieh ha vuelto a Barcelona por el primer congreso The Change, pensado para potenciar el deporte femenino. Recibe el ARA en el Hotel Gallery, unas horas antes de ir a ver al Barça-Bayern de Champions femenina. Admite que le cuesta centrarse en el partido, ya que lleva meses teniendo la cabeza en otro sitio. En casa.

"Muchos días sientes que pierdes la esperanza. Cada día te despiertas pensando que se está produciendo un genocidio. Yo vivo en Europa y padezco. Pero imagina quién despierta a Gaza pensando que quizá sea su último día. Personas mayores, niños, familias, pensando que quizás ya no sobrevivan. lo que han visto? Pero todavía creo en la fuerza de los palestinos que creemos en la paz. Estamos dando una lección de dignidad, de luchar por la igualdad.

En los últimos días, sin embargo, se ha llenado de energía positiva. En Barcelona ha conocido a mucha gente que le ha apoyado. Ha visto cómo varias gradas de estadios se llenan de banderas pidiendo el fin del genocidio y ha participado en unas jornadas en Bilbao, donde el Athletic se posicionó como uno de los clubes más abiertamente críticos con el gobierno de Netanyahu, y apoyaba a los palestinos. "Es un momento para recuperar la fe y ver que todavía hay gente buena, también en esta época en la que mucha gente no quiere ver que hay un genocidio. El fútbol puede servir para detenerlo, para hacer llegar este mensaje. En muchos estadios hemos visto actos de solidaridad y emociona. Fue muy emocionante saltar al césped de San Mames y escuchar la solidaridad. no tiene, no solo pidiendo el fin del genocidio, sino también cuidando a refugiados que vienen de Gaza con un proyecto que ya hace años que dura. La historia no olvidará lo que el Athletic ha hecho por todos nosotros", recuerda emocionada. El homenaje en cuestión, por cierto, sólo se vio a través de los canales oficiales del club vizcaíno. La señal televisiva de la Liga no la mostró.

Es la fuerza del fútbol. "Este deporte es una herramienta muy potente para reconstruir y cambiar vidas, pero no puede hacer milagros. Una vez el genocidio acabe y toque entender lo que está pasando, veremos que hay un gran trauma. El fútbol puede ayudar, puede ser una herramienta para curar. Celebra la vida, ofrece dignidad, permite ver a personas. termine, intentando recuperarse. No pierdo la esperanza", desea, y destaca cómo el fútbol todavía ofrece hoy en día momentos para intentar soportar el dolor como se puede.

"Cuando hay un clásico la gente se vuelve loca en Palestina, las calles están llenas de culés y madridistas, todo el mundo habla del partido. Incluso en medio de la destrucción en Gaza la gente quería ver el clásico, les daba esperanza", añade. También su selección les ha dado motivos de orgullo a los palestinos. La masculina, que no pudo debutar hasta los años noventa, se clasificó para fases finales de la Copa de Asia y brilló en las eliminatorias para estar en el Mundial, donde un gol de penalti en contra en los últimos minutos les dejó sin opciones de clasificarse. "Han competido a un nivel muy alto en plena destrucción. Con problemas para viajar, para organizarse. El fútbol tiene un gran poder y nos ha dado orgullo a los palestinos en los peores momentos. En el pasado ha servido para luchar contra dictaduras o el apartheid. Para hacer sentirse orgulloso a su casa, cuando los adolescentes van a su casa, cuando era adolescente, cuando era adolescente un primo fue asesinado.

De las calles a un estadio con 15.000 personas

"Entonces pensé que no podría jugar al fútbol. Pero cuando entré en la universidad para estudiar administración de empresas había un anuncio para jugar al fútbol. Pensé que con el fútbol podía ser libre. Cuando respondí al entrenador me miró y me dijo que era la primera mujer. Todos eran chicos. Pero no me rindí a un grupo de no atraído y con el apoyo de los entrenadores reuní y con el apoyo de los entrenadores reuní voleibol o baloncesto No estaba bien visto ver a mujeres jugando al fútbol, ​​entonces, pero queríamos cambiar la narrativa sobre las mujeres palestinas", relata. Ese equipo fue la base de la primera selección palestina femenina. Mujeres que recibieron insultos por llevar pantalones cortos o llevar el pelo sin tapar, fueran cristianas o musulmanas. Nunca desfallecieron y pudieron debutar más de 15.000 personas en un partido en el que Thaljieh estaba lesionada. "Tenía que estar y entré en los últimos minutos", recuerda.

Honey quiere un futuro en el que las niñas palestinas puedan soñar con ser futbolistas. "¿Ahora qué debes decirle a una niña? Lo que hacemos es aprender de ellas, por cómo sobreviven en este contexto", dice. “Pero quiero que las niñas palestinas tengan el sueño de ser como las jugadoras del Barça. Mira el nivel del fútbol aquí en Barcelona, ​​su técnica. Demuestra que si inviertes en fútbol femenino, tienes resultados. Por eso hay que pedir más apoyo, tener patrocinadores... No es pedir caridad, es invertir en talento. nos hacen falta los hombres. Que ayuden. Hasta ahora las mujeres hemos abierto las puertas sin pedir permiso.

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