Los gemelos balcánicos forjados en un pueblo de Girona que dominarán el balonmano
Hijos de un serbio y una croata pero criados en Bordils, Petar y Djordje Cikusa son las grandes joyas del Barça
BarcelonaLa historia de dos de las mayores promesas del balonmano mundial se cuenta desde tres sitios del planeta: Serbia, Croacia y Bordils, un pueblo de 1.800 habitantes a veinte minutos de Girona. Allí fue a parar en el 2004 Zoran Cikusa, un jugador de balonmano serbio. Tras pasar por el primer equipo del pueblo se convirtió en el entrenador, y con su mujer –de nacionalidad croata– se establecieron en el pequeño municipio.
En Bordils nacieron dos de los hijos del matrimonio, los gemelos Petar y Djordje (8 de diciembre del 2005). La pareja de hermanos se crió en el pueblo respirando balonmano: “Eran dos chavales que se pasaban el fin de semana en el pabellón, viendo a todos los equipos jugar”, recuerda Gerard Farrarons, entrenador de los Cikusa entre los seis y los diez años.
El pueblo de Bordils tiene una gran tradición de balonmano porque es uno de los dos únicos deportes que se practican. Los chicos juegan a balonmano y las chicas a voley. Los Cikusa empezaron y, desde el primer momento, los entrenadores vieron que eran algo fuera de lo común. "Tenían seis años, pero les explicábamos conceptos básicos y ya los conocían", destaca Farrarons. Aleix Frigola, amigo íntimo de los gemelos y compañero de equipo en Bordils, lo vivió en primera persona. "Hice mal un movimiento y el entrenador, en lugar de decirme cómo hacerlo bien, dijo a los Cikusa que me lo contaran".
Pere y Jordi
En casa de los Cikusa se hablaba en serbio y croata, pero en Bordils rebautizaron al Petar y al Djordje. “Aquí siempre han sido Pedro y Jordi, les catalanizamos los nombres por su parecido con los nombres reales”, rememora Frigola. Los gemelos se integraron en el pueblo, donde se escolarizaron en catalán e hicieron el grupo de amigos. Los equipos de balonmano de la zona también conocían de primera mano a los gemelos. Farrarons relata los comentarios que oía cuando el equipo iba a un torneo: "Ya llegan los de Bordils con Pere y Jordi". Frigola lo normalizó porque "ganábamos absolutamente todos los partidos; el equipo jugaba bien, pero ellos destacaban sobre el resto".
En la pista, mientras avanzaban en las categorías, la diferencia de nivel aumentaba. Farrarons es contundente: "Con diez años ya los veías predestinados a ser unos fuera de serie". Hasta que en el 2017 el Barça golpeó en la puerta. "Cuando llegó la noticia no nos sorprendimos, sabíamos que era cuestión de tiempo", admite el entrenador. Frigola se enteró del fichaje y quiso "aprovechar todos los entrenamientos y hacer ejercicios con ellos antes de que se marcharan". La llegada al Barça significaba un cambio de vida. De Bordils a La Masía.
Llegar y moler
"La gente que les seguía ya avisaba de que había unos hermanos que se harían un hueco en el primer equipo", indica Gerard Solé, narrador de balonmano en la plataforma DAZN. En el 2022, con dieciséis años, debutó el Djordje. Y, al año, el Petar, que en su primer partido, con diecisiete años, en el campo del Montpellier francés, marcó cuatro goles en la segunda parte. "Parecía que llevaba toda la vida jugando al primer nivel y justo acababa de debutar en la Champions", analiza el narrador. Los gemelos terminaron la temporada ganando la máxima competición europea, aunque con un rol residual en el equipo.
Este curso, después de toda su vida juntos, los Cikusa se han separado por primera vez. El Djordje se ha marchado cedido al Montpellier. "Está aprendiendo qué es el primer nivel, pero entra en los planes de futuro del Barça". En Barcelona se ha quedado el Petar. "A pesar de tener dieciocho años, es uno de los líderes del equipo", apunta Solé. El narrador elogia la personalidad y determinación del joven. "Rodeado de los mejores jugadores del mundo, asume responsabilidades en situaciones complicadas". Farrarons destaca que ya desde pequeño "ha tenido un carácter competitivo muy bestia, él entiende que el futuro del balonmano pasa por sus manos y que ahora le toca ser protagonista”.
Convertidos en estrellas del balonmano mundial, los Cikusa mantienen un estrecho vínculo con su origen. “Hace dos semanas jugamos el derbi gerundense Bordils-Sarrià de Ter y Pere vino a vernos”, explica Frigola. Después del año en Montpellier, la intención de los gemelos y del Barça es volver a juntarlos en el Palau Blaugrana. "Son muy complementarios, el Djordje es atlético y defensivo y el Petar tiene mucho talento ofensivo", analiza Solé. La estirpe Cikusa lo tiene todo para marcar una época en el balonmano del Barça y, como explica Farrarons, “cuando tengan un agujero en la agenda vendrán al pabellón de Bordils a ver a sus amigos”.