500 minutos y 35 millones destapan las vergüenzas del Girona
El rendimiento de Cristhian Stuani deja en evidencia la aportación de los nuevos delanteros, incapaces de ser decisivos

GIRONAEl penalti transformado por Cristhian Stuani en el duelo del lunes contra el Espanyol permitió al Girona sumar un punto muy importante por no tomar daño en la clasificación. El año en el que han tenido que compaginar tres competiciones a la vez es discreto en cuanto a juego y resultados. Están lejos no ya de los números de la pasada temporada, totalmente inasumibles, sino de una regularidad que se adecue al mayor presupuesto de su historia.
Los gerundenses disponen de 113 millones, y presentan un límite salarial de 98,88, el octavo de Primera División. Estas cifras no le han permitido pasar del decimotercer lugar en la tabla, tras un descenso monumental en los últimos meses: en la Liga tan sólo ha ganado un partido de los últimos ocho, de los que ha perdido cinco. La mala dinámica se amplía a un triunfo de los últimos diez intentos, contando la Champions. Esto ha provocado que empiece a realizar cálculos respecto a evitar el descenso, ahora a siete puntos, que a seguir mirando a Europa, que era lo que deseaba Míchel, su entrenador. Dijo adiós a la máxima competición continental y también en la Copa del Rey, donde cayó en una noche nefasta en Logroño, frente a un conjunto de Segunda RFEF que jugó muchos minutos en inferioridad y con el lateral izquierdo haciendo de portero.
Uno de los síntomas que explica el porqué de las dificultades de los rojiblancos lo encontramos en la falta de un goleador con cara y ojos que marque las diferencias en ataque. Ninguno de los fichajes realizados en verano en la demarcación ofensiva está funcionando, salvo Bryan Gil. El director deportivo, Quique Cárcel, invirtió más de 35 millones de euros en Abel Ruiz, Miovski, Asprilla y Danjuma. El resumen es el siguiente.
Ruiz ha marcado cuatro goles y, aunque su producción anotadora nunca ha sido su fuerte (la temporada que más ha marcado, ha hecho nueve), tampoco ha destacado lejos del área, donde se supone que debía compensar la falta de agilidad ante la portería. En la operación, valorada en nueve millones, además, el Girona añadió el extremo canterano, Gabri Martínez, que en Portugal lleva tres goles y cuatro asistencias. En cuanto a Miovski, tan sólo ha marcado en dos de los diecinueve partidos jugados, uno de ellos contra el Extremadura en la Copa. La incidencia del macedonio sobre el terreno de juego es casi nula. Costó seis millones y medio y solo ha chutado ocho veces en toda la Liga, cuatro entre los tres palos.
Para Asprilla se necesitaron dieciocho millones, buena parte del dinero ingresado por Dovbyk. El colombiano, que actúa de extremo, tan sólo ha disputado 98 minutos en los últimos seis partidos y en Cornellà ni salió, pese a que el equipo perdía. Demasiado individualista y poco acertado en la toma de decisiones, es muy irregular. El último de los recién llegados es Danjuma, cedido del Villarreal, que en la Liga ha marcado un gol: fue el 3-0 ante el Valladolid, colista destacado. Con los amarillos marcó dos en las dos primeras jornadas, antes de aterrizar en Montilivi.
Siempre Stuani
El máximo goleador del Girona, pues, no es otro que Cristhian Stuani, si bien Míchel le da menos bola que a los anteriormente mencionados. En 516 minutos, el uruguayo, que solo fue titular una vez en la Liga –para encontrar la anterior, hay que remontarse en noviembre del 2023– marcó cinco goles. La media es de 1 cada 103,2.
El 7 gerundense también es el futbolista que participa en más goles del Girona, junto a Yangel Herrera, con un total de siete, porque también ha repartido dos asistencias. Su presencia siempre genera un peligro que los demás transmiten poco. En las últimas tres temporadas ha sido el máximo goleador como suplente de las cinco grandes ligas europeas, con un total de dieciséis goles, superando a Lautaro Martínez (Inter, 11) y Gonçalo Ramos (PSG, 9), según la cuenta especializada de X @OptaJose.
Y amplía su liderazgo como máximo goleador de la historia de la Liga saliendo desde el banquillo, con 31 (el segundo es Julio Salinas, con 28), tal y como publica BeSoccer. Penales, en Primera, ha transformado 24 de 25. Su rendimiento, a los 38 años, destapa las vergüenzas del Girona.