El Girona más extraño de la era Míchel reparte aspirinas en Mestalla
El técnico madrileño revoluciona un once que se muestra descoordinado y pierde claramente en Valencia
GIRONAMirada al suelo y gesto pensativo. Éste era el semblante de Míchel durante el partido, cuando el Girona ya sabía que de Valencia solo se llevaría un disgusto (2-0). El once, extraño, ya advertía que el equipo saldría por la puerta grande o iría a la enfermería. El camino escogido fue el segundo. Mala señal.
Al técnico madrileño no se le recuerda una revolución similar en los cuatro años que lleva entrenando el equipo. Hasta ocho cambios de golpe en la alineación, fruto, claro, de un calendario al que los gerundenses tampoco estaban acostumbrados. Esto condiciona, obviamente, el proceso de construcción. Media plantilla es nueva, algo que se nota especialmente en la parte creativa. Los fichajes aún deben crear conexiones entre sí. El partido en Mestalla, huérfano de fútbol, sobre todo si se compara con la pasada temporada, hizo daño a los ojos. Los catalanes hicieron de equipo aspirina frente a un oponente que había sumado un punto de quince posibles.
Y suerte que el Valencia no está para muchas fiestas, porque el Girona no hizo de favorito en ningún momento, un papel que muchos le habían otorgado antes del enfrentamiento. Sin verse demasiado exigido detrás, porque los dos goles fueron excepciones, no hubo forma de que Oriol Romeu y Jhon Solís generaran asociaciones con sentido. Las triangulaciones eran lentas y fáciles de controlar. Y si el balón llegaba a los extremos, Asprilla, todavía tierno y en fase de adaptación, y Danjuma, que no se marchó ninguna vez de su marcador, y eso que el neerlandés venía con el estatus de hacer crecer las alternativas en ataque, significaba la pérdida garantizada. Abel Ruiz y Miovski, además, fueron invisibles.
No se le veía nada cómodo, a Míchel, que gesticulaba y corregía sobre la marcha. Sigue asegurando que la plantilla está bien, aunque de vez en cuando lanza un dardo y explica que necesita que los hombres prioricen al colectivo al rendimiento individual. Algunos jugadores, sobre todo los recién llegados, que no están acostumbrados a la filosofía de trabajo, hacen a menudo la guerra por su cuenta. O porque no encuentran apoyos cerca, o porque cuando llega el momento no piensan en él. Están en pleno proceso de educación. Algo que requiere tiempo.
Lecciones a palos
Si se le suma que los menos habituales están ofreciendo un nivel más flojo de lo previsto, el cóctel hace fruncir la nariz. Porque los titulares, es decir, los que mayoritariamente se sentaron en el banquillo visitante del Valencia, no pueden jugar siempre. Apenas es el inicio de una experiencia, la de la acumulación de competiciones, que el Girona tendrá que gestionar como pueda, porque nunca se había encontrado. No tiene precedentes ni experiencias para comparar cómo lo hacía antes, o para entender qué debe hacer ni cuándo. Y a menudo se aprende a palos. También en el deporte.
Los locales, que debían reírse por debajo de la nariz al comprobar que Míchel no hacía sustitución alguna en el descanso, pese a la pésima imagen, hicieron dos en dos minutos. Ambas acciones, también marcadas por el infortunio de Juanpe, porque los disparos lejanos de Luis Rioja y Dani Gómez impactaron en el canario antes de superar a Gazzaniga. No hubo reacción alguna, pero lo cierto es que tampoco se esperaba.
Valencia 2-0 Girona
- Valencia: Mamardashvili, Thierry (Foulquier, 79'), Mosquera, Tárrega, Jesus Vázquez, Pepelu, Barrenechea (Guillamón, 68'), Diego López, Rioja (Canós, 88'), Javi Guerra (Almeida, 88') y Dani Gómez (Valera, 78'). Entrenador: Rubén Baraja.
- Gerona: Gazzaniga, Francés, Juanpe, Krejci, Blind, Romeo (Yangel Herrera, 62'), Solís (Van de Beek, 79'), Asprilla, Abel Ruiz (Misehouy, 62'), Danjuma (Bryan Gil, 79') y Miovski (Stuani, 79'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Goles: 1-0 Juanpe, en propia (56') y 2-0 Dani Gómez (58').
- Árbitro: Hernández Hernández (comité canario).
- Tarjetas amarillas: Juanpe (25'), Danjuma (45'), Pepelu (60'), Javi Guerra (82') y Canós (89').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Mestalla, 40.896 espectadores.