Montilivi estalla en el robo en el Girona: 'Así, así, así gana el Madrid'

GIRONASe puede planificar poco, en la vida. Te rompes la cabeza horas y horas pensando cuál es la mejor decisión para según qué, y normalmente no sirve para nada. Bien, para perder el tiempo, por eso sí sirve. Porque el Girona no intuía ni la lesión de Dovbyk ni que el VAR le birlaría un gol a Yangel Herrera por un fuera de juego en una jugada distinta a la decisiva. Tampoco, que expulsarían a Míchel, que no se sentará en el banquillo del Bernabéu. Montilivi, enrabietado, acabó cantando: 'Así, así, así gana el Madrid' en el empate del Girona contra la Real Sociedad (0-0).

Después de un mercado de invierno en el que la dirección deportiva empezó queriendo a un centrocampista para acabar tanteando a centrales y no fichar a nadie en dos zonas en las que las ausencias pueden provocar que la plantilla cojee y no sea capaz de aguantar el ritmo que la lucha por el liderazgo le exige, nadie hubiera imaginado nunca que los problemas quizás los tendría en la delantera. La baja de Dovbyk, el máximo goleador de la Liga con catorce goles, hace que todo tiemble, en Montilivi.

A escondidas, el viernes las conversaciones entre los integrantes del primer equipo eran monopolizadas por el estado físico del punta ucraniano. Nadie quiso hacerlo público, ni Míchel en la rueda de prensa, que Dovbyk tiene el menisco afectado. La transparencia nunca fue una virtud de los clubs. Lo hizo en los minutos finales de la sesión y, en un primer momento, encendió todas las alarmas. Aunque todavía no hay plazos exactos, parece que no es tan grave como dio a entender desde el principio. Eso sí, duele asegurar o no que participará en los dos siguientes partidos, vitales para descubrir las opciones reales de los rojiblancos por el título, en las visitas el sábado en el Santiago Bernabéu ante el Madrid, y en San Mamés de aquí a quince días. Con la Real Sociedad, le sustituyó Portu.

Fuera de juego treinta y siete segundos antes

Pero volvamos a que no es necesario hacer tantos planes, porque tiene gracia. El Girona, que al principio de campeonato caía simpático, lleva semanas jugando con fuego para acabar molestando. ¿Está seguro de que a los poderes gordos les gusta verlo tan arriba? No puede decirse que, generalmente, esté sufriendo arbitrajes en contra, porque sería faltar a la verdad. Pero de vez en cuando aparecen dudosas jugadas en las que cuando se contempla la decisión posterior, no saben si les están tomando el pelo. Ocurrió en el campo del Betis, donde un córner que no era córner le quitó dos puntos en el último minuto. Y contra el conjunto de Imanol, con Gil Manzano en el campo y Del Cerro Grande en el VAR, se repitió, anulado un gol a Yangel Herrera porque al principio de la tercera jugada anterior, había un fuera de juego previo de Savinho , que se había inventado una cuchara exquisita. Nunca habían necesitado echar tan atrás un vídeo, treinta y siete segundos en este caso, para extraer una conclusión. Hasta que le ha pasado al Girona. Pero no era ni el mismo ataque, porque hay dos posteriores. Y si la jugada no es la misma, no debería anularse o habría que revisar todos los partidos millones de veces.

Y eso por no hablar del Madrid-Almería, que no hace falta mencionarlo aunque lo hagamos . En Montilivi todo el mundo lo tiene presente porque la gente sabe que, a pesar de sobresalir cómo lo están haciendo, cuando llegue la hora de la verdad, habrá otros factores aparte del fútbol que determinarán si el Girona podrá o no ser considerado en serio un candidato. Porque en una lucha entre Madrid y Girona tan igualada, una falta aquí, una tarjeta allá, un gol anulado aquí o un gol no invalidado allá, puede decantarlo todo. Cada detalle cuenta este año. Cada punto costará sangre.

Lo intentó hasta el final, el Girona, dominado y encomendado a Gazzaniga. Todo habría cambiado si Valery no hubiera perdonado en un tiempo añadido con las revoluciones al límite. Pero también si no se hubiera anulado el remate de Yangel Herrera, que se perderá el duelo en el Bernabéu al ver la quinta amarilla. Como Blind, éste con el partido terminado. Tampoco estará Míchel, que fue expulsado por protestar. ¿Cree que es casualidad?