La Real Sociedad se aprovecha de los parches del Girona
Derrota de los de Míchel que, afectados por las bajas, prácticamente ni chutan a portería
GIRONAEn Montilivi, como ocurre en otros lugares, mientras se está jugando el partido, éste se emite por el videomarcador. Esto significa que los espectadores pueden ver, en directo, la señal de televisión, que a menudo registra imágenes de puntos en concreto del estadio, como el palco presidencial. En las últimas filas, se sientan los futbolistas que, por distintos motivos, han sido desconvocados. Contra la Real Sociedad, de tantas bajas que sufren los de Míchel, la imagen no tuvo tiempo de enfocarlos a todos. Blind, Romeo, Tsygankov, Portu, Solís, Bryan Gil, Pau López, Asprilla –del que no existe un diagnóstico claro, pero apareció en muletas, síntoma de que leve no es–, y los jóvenes Jastin y Artero. Diez bajas en un panorama desolador que deja al equipo con tan sólo catorce futbolistas de campo y dos porteros, cantera aparte. Y en el horizonte un calendario estresante de siete compromisos en veintidós días. Perder, pues, entraba en la ecuación. Y esto es lo que ocurrió (0-1).
El técnico madrileño debe realizar inventos para mantener una estructura más o menos reconocible. Míchel, que ya ha reconocido públicamente que la situación le preocupa, hace lo que puede. Quería trabajar los automatismos durante el paro de selecciones, porque el juego rojiblanco está lejos de lo que desea que sea. Tampoco ha podido, entre los que no estaban y los que han ido cayendo, sin piedad alguna, dejando una situación atípica que impide medir el estado futbolístico real. Por ahora el Girona se aferra a cualquier parche.
La primera solución fue colocar a Arnau haciendo doble función de lateral/pívot, obligando a Van de Beek a abrir el campo a la derecha cuando el catalán iba hacia el centro del campo. Enfrente, ausente hasta ahora el indiscutible Abel Ruiz, que también sufre molestias y fue suplente, le dio una oportunidad a Miovski, que llegaba contento por marcar con Macedonia del Norte. Ante la pareja Zubeldia-Aguerd, sin embargo, ni la olfateó, y se limitó a luchas imposibles y toques forzados que no generaron peligro. De hecho, las únicas chispas de un Girona que empezó siendo agresivo, pero se fue haciendo pequeño, salieron de las botas de Danjuma, apagado cuando iba a encarar a Remiro. Si el fútbol no fluía antes de que la enfermería estuviera vacía, llena aún cuesta más. Y prácticamente ni chutó a portería.
Pasividad defensiva
No necesitó mucho la Real Sociedad para dominar, aunque tampoco está encontrando una fórmula fiable en este curso. Oskarsson, un amigo para Gazzaniga, perdonó dos ocasiones clarísimas, pero no Oyarzabal, que al límite del descanso, puso de manifiesto que el Girona no sólo no es muy fiable en ataque, tampoco lo es en defensa: se incrustó entre los centrales, completamente pasivos y que no le molestaron, y marcó a placer.
Contra el Athletic, Montilivi pitó. Un detalle que también ha obligado a Míchel a dar un golpe de atención a la afición, que al menos parece haberlo entendido, y no repitió los reproches del otro día. Pero el runrún es evidente. El equipo no convence, hay cierta decepción porque todo el mundo quería seguir viviendo la irrealidad del pasado año, mucho más bonita que la realidad de siempre, y los recursos se agotan. Se añadió, por necesidad, el surcoreano Minsu, del filial. En el banquillo aún había más chavales. Por fuerza tendrán minutos.
Girona 0-1 Real Sociedad
- Gerona: Gazzaniga, Arnau, Francés (Minsu, 72'), David López, Krejci, Miguel, Iván Martín, Yángel Herrera, Van de Beek (Misehouy, 59'), Danjuma y Miovski (Stuani, 59'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Real Sociedad: Remiro, Aramburu, Zubeldia, Aguerd, Sergio Gómez, Zubimendi, Brais Méndez (Turrientes, 80'), Sucic, Barrene (Javi López, 59'), Oyarzabal (Becker, 80') y Oskarsson (Kubo, 6 ). Entrenador: Imanol Alguacil.
- Goles: 0-1 Oyarzabal (44').
- Árbitro: Soto Grado (Comité La Rioja).
- Tarjetas amarillas: Arnau (30'), Brais Méndez (55') y Yangel Herrera (74').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Montilivi, 12.602 espectadores.