"Reivindico disfrutar porque estoy contaminado de la dureza que he vivido"

GIRONAEl 1 de septiembre de 1979 el Girona recibió el Córdoba en Montilivi en la primera jornada de la Segunda B. A las puertas del estadio se recaudaban fondos para ayudar al club. No se debieron obtener muchos porque, según las crónicas, que no especifican ninguna cifra, "no hubo mucho público". "Lo recuerdo bien, sí", explica, y ríe, Narcís Julià (Girona, 1963), que ese día se convirtió en uno de los debutantes más jóvenes de la historia de la entidad, con poco más de 16 años. "Algunos futbolistas del primer equipo no podían competir y jugamos muchos juveniles. Era una época complicada. De hecho, ese verano vino el Madrid a jugar un amistoso y no quería disputar la segunda parte porque no había cobrado. Había huelgas y situaciones precarias. El Girona era muy distinto al Girona de hoy", añade.

"Solo se produjo un milagro, el de poder jugar. Con la cera que ardía no se podía aspirar a más", continúa el relato del diario Los Sitios. La cera que ardía era que el entrenador no pudo ni sentarse en el banquillo porque no se había tramitado la ficha, ni tampoco el hermano de Narcís, Xavier, que tuvo que desvestirse cuando ya estaba listo para ser titular en la delantera. El Girona vivía una de sus incontables crisis y salió con muchísimos chavales de la cantera al once. Perdió 0-1 con un gol polémico, porque había un par de jugadores visitantes fuera de juego. A final de temporada, bajaría a Tercera. "Hemos tenido años de todo. De ilusión y jolgorio, en el destrepe de la Primera Catalana. Ha habido una oscuridad larga, pero los nacidos en el 2008 sólo han vivido el fútbol profesional. Lo que nos pasa ahora es un poco irreal, porque en la élite somos unos recién llegados. Tenemos que disfrutar cada momento porque no sabemos cuánto va a durar. que he vivido, no éramos ni la referencia de la provincia".

Julià lleva al Girona en el corazón. Disputó más de cien partidos antes de marcharse para hacer trayectoria en Primera. También fue director deportivo y entrenador, consiguiendo un ascenso a Segunda B en 2003 y una permanencia dramática en Segunda en 2010 gracias al penalti de Kiko Ratón en el tiempo de descuento que pocos se atrevieron a mirar. Pero, por encima de todo, es aficionado. "Para los gerundenses, estas metas eran fantásticas, aunque no siempre podíamos disfrutarlo del todo. Sufríamos, y aguantábamos meses y meses sin cobrar. Con el disparo de Kiko, yo estaba expulsado y asomaba entre las jardineras. Y cuando entró, mucha gente lloró, yo incluido. Fueron los tres minutos más estresantes de mi vida deportiva, pero lo celebré más que si fuera uno título. Fue muy potente, mucho. Teníamos mucha carga emocional y ansiedad, no era sólo un partido de fútbol. Eso fue un antes y un después. .

Una charla viral

El día del estreno europeo en Montilivi, una aventura que finaliza este miércoles con la visita del Arsenal (21 horas, Movistar Liga de Campeones), la entidad tuvo la idea de realizar un once de jugadores de diferentes etapas y que se presentara en el vestuario de los de Míchel. Los escogidos fueron: Santi Carrasco (1968-70, 65 partidos), Lluís Busquets (1971-77, 213), Eugeni Bou (1980-85, 178), Javi Morata (1980-85, 169), Jordi Matamala (2002) -06, 07-10 y 13-14, 301), Jose Martínez (2005-13, 259), Migue González (2007-14, 249), Albert Dorca (2005-12, 258), Eloi Escondido (2004-06, 07-08 y 12-18, 194) , Felipe Sanchón (2005-06, 08-09 y 12-17, 192) y Julià (1979-82, 103). El gerundense, además, les hizo un discurso emotivo, en el que, a modo de Johan Cruyff en la previa de la final de 1992 a Wembley entre el Barça y la Sampdoria, les pedía: "Salid al campo, disfruta y haced gozarnos a nosotros". En las redes sociales, se hizo viral.

Con seis derrotas en siete partidos, los rojiblancos, pese a despedirse con dignidad, porque han protagonizado grandes actuaciones en las derrotas en París y Milán o con el Liverpool, todas por la mínima y con los rivales pidiendo la hora, han pagado la condición de novato. "La sensación no ha sido de desastre, ni que nos hayan aplastado. Esto no ha pasado, el Girona ha competido. Tienes que analizar quién eres y quién tienes delante. El equipo ha estado a la altura de la exigencia de la Champions, pero no lo ha traducido con mejores resultados.

"Deberíamos dar las gracias por jugar en Primera. Cada año que estemos, lo primero que haré es mirar cuando lleguemos a los 40 puntos, porque eso significará que repetiremos el año siguiente. Hace cuatro días que estamos, no tenemos que quitar tanta punta a las cosas, tenemos que pasarlo bien. antes y lo es ahora. La diferencia es que antes había 300 y ahora todo se ha dimensionado”. Lo dice alguien que conoce muy bien al club.

Esperpente del Girona en tres minutos en Vallecas