Lolita, Neymar y el Barçagate

La imagen de este lunes de los Mossos entrando en las oficinas del Camp Nou para hacer registros mientras se detenía a Josep Maria Bartomeu y tres altos cargos de confianza –Òscar Grau, Jaume Masferrer y Roman Gómez Ponti– por el llamado Barçagate es la culminación de una década de infamia para el Barça a nivel institucional. Todo empezó con la acción de responsabilidad contra la junta anterior. Después vino la condena por dos delitos fiscales en el fichaje de Neymar. Una sentencia, recordemos, que sirvió para apartar de la ecuación a los máximos dirigentes y cargar la condena a la institución. Y finalmente, sin necesidad de entrar en el resto de vergonzosas situaciones vividas estos años, este último episodio por presuntos delitos de administración desleal y corrupción entre particulares.

Tanto en el primero como en el tercer caso se repite un mismo patrón: utilizar al Barça para atacar al rival. Mejor dicho, para atacar a un barcelonista que es rival, que no piensa como tú. En 2010, envolviéndolo con facturas de puros y pollos asados de la rosticería Lolita, se utilizó la maquinaria del club –"La ley nos obligaba", todavía dicen– para ir contra la junta de Laporta y hacérselo pasar horrible a gente inocente que se encontró en medio de esta guerra. En 2020 se pagaron precios desorbitados –por trabajos que no se completaron– para desprestigiar a figuras de la oposición como Víctor Font, el propio Laporta, jugadores como Piqué o Messi o incluso periodistas. Se pensaron que el Barça era suyo y con su gestión han conseguido poner en riesgo la marca Barça.

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El caso del Barçagate me duele especialmente por las mentiras que dijeron los ejecutivos del club para taparlo. Y me duele, sobre todo, porque conmigo pudieron. No tuve la determinación de los compañeros de la Cadena SER –Sique Rodríguez, Adrià Soldevila y Sergi Escudero– que llegaron hasta el final para destapar el caso. El 2 de julio del 2019 publicamos en el ARA un reportaje sobre I3Venturas, las facturas de 200.000 euros, los viajes de Masferrer a Argentina, quién era Carlos Ibáñez o los intentos de pasar por la oficina de Hong Kong una factura sin justificación. Masferrer y Grau, detenidos este lunes, estuvieron mintiendo durante una hora y media sobre este tema. No tenía las pruebas suficientes que acabó aportando la SER y acabamos publicando un artículo en el que todo quedaba diluido. Por suerte, sin embargo, los tres compañeros hicieron bien su trabajo, consiguieron el material necesario y acabaron destapando un caso que ha marcado la agenda del Barça durante el último año y que interpela directamente al socio de cara a las elecciones del domingo.

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