El manual de Flick para triunfar en el fútbol... y en la vida
BarcelonaSi Hansi Flick envía un mensaje en el que afirma que hay que controlar los egos dentro del vestuario, es necesario estar alerta. Él lo ve mejor que la prensa, el entorno, los directivos del Barça, los socios, aficionados y usuarios de redes sociales con un nombre anónimo. Él está allí, en el vestuario, todos los días. Nosotros no. Flick fue el gran acierto de Joan Laporta, el hombre clave en girar la situación en el club. Se ha ganado ser escuchado y respetado. Ha demostrado tener cordura y carácter.
Envía el mensaje cuando toca. Al inicio de su segunda temporada, cuando se ha hartado de ver cómo todo el mundo da por hecho que este Barça puede ganarlo todo. No, en el fútbol, como en la vida, las cosas cuestan. El Barça tiene excedente de talento, pero si no trabajas fuerte los títulos no se caen del cielo. No los encuentras en la rama de un árbol listos para que tú los cojas. Flick ha trabajado en el Bayern y en la selección alemana, y en ambos lugares ha aprendido cómo pueden derrumbarse proyectos victoriosos en un período relativamente corto de tiempo. No quiere que ocurra lo mismo en el Barça.
Convencido como estoy de que la cosa irá bien, no puedo dejar de pensar en todo lo que esconde ese caso. Detrás de las palabras de Flick hay importantes lecciones. Una de ellas sería que es cierto que el elogio te puede hacer débil. Nos hemos pasado meses, un servidor incluido, diciendo que estamos enamorados de este Barça y su juego. No mentíamos. Hacía años que no disfrutaba tanto con un equipo. Es imposible que todo esto no te afecte, si eres un jugador. No sólo en las redes sociales, las tertulias, vídeos o artículos. Vayas donde vayas la gente te dice al oído que eres el mejor, que lo ganarás todo. No será fácil de gestionar.
Y eso nos lleva al segundo punto: la importancia de elegir bien a quien te rodea. Cuando eres rico y famoso, se avecinan personas a ti que te dejarán tirado si un día la fortuna te abandona. Gente que quiere sacar pecho de ser tu amigo, que quiere realizar negocios contigo, que no tiene interés en la persona, pero sí en el personaje. Gente que puede dañar el ego de los jugadores. Una nueva lección: qué importante es encontrar a la gente que te ame de verdad, que te dé los consejos clave, que te estire las orejas si es necesario. Qué importante crear grupos unidos y sinceros. Un buen vestuario de fútbol, unido, divertido, puede ser imparable. Flick lo sabe. En cambio, jugadores que escuchan más a la gente de fuera, mal aconsejados, pueden acabar estropeando años de trabajo, como ha hecho el capitán del Mallorca, Dani Rodríguez. Lecciones que van más allá del fútbol, pero que Flick aplica al deporte. Hagámosle caso.