Marc Márquez demuestra ante el público italiano que este año carece de rival

BarcelonaNo es fácil ser aficionado al motociclismo en Italia estos días. Por un lado, ven cómo Ducati se impone, pero lo hace gracias a Marc Márquez. El cerverí (Ducati Desmosedici GP25) ha conseguido el quinto triunfo de la temporada en el histórico circuito italiano de Mugello, ante una parte de la afición que le ha silbado, ya que Márquez derrota a los pilotos locales. El catalán es aún más líder del Mundial de la categoría tras una nueva exhibición, en una carrera en la que ha esperado el momento clave para superar a su hermano, Álex Márquez (Ducati Desmosedici GP24), y su compañero de equipo, el italiano Francesco Pecco Bagnaia (Ducati Desmosedici GP25). Al contrario de lo ocurrido otras veces, Bagnaia no pudo defender la tercera posición del podio de los ataques de su compatriota Fabio Di Giannantonio (Ducati Desmosedici GP25), que, a dos vueltas del final, superó al que fue dos veces campeón del mundo.

La relación de Márquez con el público italiano cambió en el 2015 cuando se topó con Valentino Rossi en esa famosa carrera de finales de temporada. Mugello, templo del motociclismo italiano, ha recibido de forma poco amistosa al cerverí tras ese incidente. Rossi ya se ha retirado, pero muchos aficionados italianos no olvidan el pasado y han dedicado pitos a Márquez. "Sí, he oído algunos silbidos, pero también he oído aplausos, así que espero que todos estos aficionados que me han aplaudido se hayan divertido con la carrera, que es lo mejor del motociclismo", dice Márquez. El jefe del equipo Ducati, Davide Tardozzi, intentó silenciar a los que silbaban el sábado mostrando el color rojo de su camiseta, el color de Ducati. "Por Dios, que es rojo", iba diciendo. Es decir, si Márquez gana, gana a Ducati.

Y parece que Marc Márquez va a ganar el Mundial, teniendo en cuenta su rendimiento. No ha fallado en la salida, a diferencia de lo que le sucedió el sábado en la carrera sprint, que le tocó remontar tras caer hasta la séptima posición. Bagnaia ha salido con fuerza, pero en la segunda vuelta los hermanos Márquez ya le habían superado. "El gran rival lo tengo en casa; está a un gran nivel", ha dicho Marc al término de la carrera sobre el nivel de su hermano, segundo en la clasificación general del mundial.

Ni los Márquez ni Pecco Bagnaia han cedido en su afán por mandar, sabedores de la importancia de liderar la carrera en las primeras vueltas. El resultado ha sido un inicio de carrera emotivo, con los tres luchando por liderar la carrera. Pero, como era previsible, Marc Márquez ha escapado poco a poco de su hermano Àlex y de Pecco Bagnaia. Pasado el ecuador de la carrera, en la decimocuarta vuelta, Marc Márquez contaba con una ventaja de ocho décimas sobre su hermano y Pecco. Álex Márquez aguantó la presión de Bagnaia para consolidar la segunda posición, mientras que Marc consolidaba la quinta victoria de la temporada y el italiano Fabio Di Giannantonio se acercaba a Bagnaia hasta superarle. "La verdad que se ha trabajado más que en Aragón, y lo hemos disfrutado y sufrido en las primeras vueltas con el cuerpo a cuerpo. Bagnaia ha salido con muchas ganas. He decidido mantener la calma. Contentísimo de haber podido ganar en Mugello. Y, una vez más, el principal rival lo tenemos en casa, de verdad, porque Álex Már. prometo de verdad, de defender la posición y de no perder muchos puntos pero ayer ya vi que era posible ganar.

Ésta es la 93ª victoria en mundiales de un piloto que suele llevar el número 93. Hacía 11 años que Marc no ganaba en Mugello, un territorio hostil. Lo sigue siendo aunque, gracias a él, suena el himno italiano cuando gana su Ducati.